La Policía Municipal clausura un club de alterne en Conde de Orgaz

Una planta estratégicamente colocada tapaba ayer por la tarde de la entrada de un club de alterne del distrito de Ciudad Lineal. Este arbusto era el que tapaba el precinto realizado por la Policía Municipal en un local que solo tiene licencia para cafetería. Las supuestas molestias que causaba a los vecinos de la zona, de alto poder adquisitivo, han motivado la denuncia y el posterior cierre. El abogado de la empresa que explota este negocio asegura que se ha presentado toda la documentación para regularizar los permisos oficiales.

El club Fantasy está situado en el número 16 de la calle de Diego Ayllón, perpendicular a Arturo Soria, en el barrio del Conde de Orgaz. Según fuentes municipales, el inmueble consta de un hotel con licencia concedida el 21 de marzo de 2007. Este permiso también autorizaba un restaurante como actividad asociada al hotel. Tenía un aforo de 90 personas y un horario de funcionamiento entre las diez de la mañana y la medianoche.

La Policía Municipal había recibido varias denuncias por las molestias que causaba la zona, en especial de madrugada, según fuentes del cuerpo. El pasado 9 de julio inspeccionaron el local y comprobaron que seguía funcionando fuera de los horarios marcados, en este caso como café espectáculo.

Los residentes de la zona se sorprendieron ayer por la tarde de que en ese local hubiera un club de alterne. Muchos de los consultados por este periódico no habían reparado en el cambio de actividad, ya que durante bastante tiempo ha habido una pizzería en ese local. Muchos pensaban de hecho que continuaba el negocio anterior.

La Gerencia de la Agencia de Gestión de Licencias de Actividades (AGLA) rechazó la petición de transformar la licencia a un café espectáculo, como habían solicitado los dueños del establecimiento. Tras pasar el trámite de audiencia previa, se ordenó el cese de la actividad a los propietarios, que le fue notificado el pasado 31 de julio, según fuentes policiales.

Los dueños hicieron, supuestamente, caso omiso, según el relato policial. Cuando acudieron los agentes el pasado 4 de agosto comprobaron que el establecimiento seguía abierto de madrugada, por lo que se había incumplido de manera flagrante la orden de cese. Ante esta presunta irregularidad, la AGLA decretó el precinto de la actividad, que se llevó a efecto a mediodía de ayer.

Fuentes municipales explicaron que el incumplimiento de la orden de cese de la actividad podría ser constitutiva de una infracción considerada muy grave según la Ley del Suelo de la Comunidad de Madrid. Esta podría llevar aparejada una multa de 600.001 a tres millones de euros. En caso de que rompan el precinto y continúen con la actividad, podrían incurrir en un delito de desobediencia a la autoridad.

El abogado de los dueños del club, pertenenciente al bufete Valero y Sainz, declaró a este periódico que se había presentado toda la documentación “en tiempo y en forma” a través de una entidad colaboradora en la gestión de licencias. También consideró que el Ayuntamiento ha hecho “una interpretación fozada” de la normativa para clausurar la actividad. La próxima semana decidirán si recurren la decisión municipal o si dedican el local a restaurante.