Cuando sale el toro, hay fiesta de verdad
Los buenos astados de Palha devuelven el sentido a la feria vitoriana
El ganadero de Palha se estiraba en el burladero del callejón desde donde seguía la corrida. Se giraba… se retorcía… había una calambre que le recorría sabedor de que podía pasar algo importante.
Era el quinto de la tarde. Sánchez Vara acababa de poner un par sentado en una silla de madera que sacó de su esportón. Sabor añejo para culminar un buen tercio ante un toro de Palha que se movía con mucha transmisión, que empujaba en cada embestida y que tenía una repetición de las que hacen perder el aliento.
Los cruces de miradas entre los aficionados entendidos se acompañaban de la pasión con que se espera al toro bravo; gestos moviendo los puños por abajo en lugar de muchas palabras.
Seis toros de Palha
Seis toros de Palha, serios, bien presentados, aunque algunos justos de fuerza; tercero, quinto y sexto de buen juego y transmisión.
Sánchez Vara: estocada atravesada (vuelta), estocada caída (oreja) y estocada (oreja con petición de la segunda).
Joselillo: pinchazo y estocada (saludos), pinchazo y estocada caída (silencio) y pinchazo y estocada caída (oreja).
Plaza de Vitoria. 7 de agosto de 2014. Un cuarto de entrada. Tercera de la Feria de La Blanca
Por fin había toros en Vitoria. Han tenido que pasar tres días para que salieran animales con trapío y con transmisión. Era una corrida de toros, serios y con importancia. A partir de ahí, comienza el espectáculo de la fiesta, para bien o para mal.
En ese quinto, al que Sánchez Vara ha recibido a portagayola, inició la faena sentado en el estribo y pronto se lo sacó a los medios. Ahí le ha faltado decisión al alcarreño para cruzarse, ponerse en el sitio y tirar la moneda al aire. Primero han sido las dudas y luego los alivios por alto los que han provocado que para cuando se cruzó ya era tarde y las tandas sólo dejaban al descubierto lo que pudo haber sido y no fue. Una buena estocada le ha dado una oreja, pero el presidente volvió a acertar al negar la segunda.
Vara ya había cortado una en el tercero, un buen ejemplar de Palha, que ha sido largo y ha tenido emoción, pero que el matador ha vuelto a aprovechar a medias después de que un inicio de faena en el que el astado perdió las manos le confundiera.
En tarde de mano a mano, el alternante ha sido Joselillo, que se ha mostrado como un torero valiente pero pobre en la construcción de sus faenas, sin entender la condición de sus toros. Por si fuera poco, se ha empeñado en dejar que sus enemigos se eternizarán empujando en el primer puyazo y ha privado a la plaza de un primer tercio brillante tanto en el cuarto como en el sexto toro. Un ejemplar de seis años, nacido en agosto de 2008, bien hecho y que debió ser desorejado, como el tercero y el quinto.
El triunfo ha pasado de largo por Vitoria. Los dos matadores del mano a mano han salido junto con el mayoral de Palha, pero han debido hacerlo en hombros, con las orejas en su haber para llamar a puertas de ferias más importantes y, sin embargo, lo han hecho a pie.
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