Mas accede a que Duran se mantenga como portavoz de CiU en el Congreso
El democristiano deja la secretaría general de la federación sin aclarar los motivos
La dirección de Convergència i Unió se conjuró ayer para quitar dramatismo a la dimisión de su secretario general, Josep Antoni Duran, que deja el cargo tras múltiples encontronazos con el líder de la federación, Artur Mas, por el proceso soberanista. Mas y Duran comparecieron juntos tras la reunión de la ejecutiva del partido para comunicar la dimisión de Duran, asegurar que esta es fruto de un proceso “pactado” y garantizar que su relevo por Ramon Espadaler, también de Unió y consejero catalán de Interior, no hará variar en nada la hoja de ruta de CiU. Duran no aclaró los motivos de su marcha pese a las múltiples preguntas de los periodistas, pero sí aseguró que la consulta soberanista “no tiene nada que ver” con ella. De hecho, el movimiento de Duran dista de ser una despedida, pues se mantendrá como líder de Unió y portavoz de CiU en el Congreso, que son los cargos que le dan mayor visibilidad.
Duran ha admitido en numerosas ocasiones su incomodidad con el proceso soberanista. Unió Democràtica, y especialmente Duran, eran contrarios a que el pacto de Gobierno que firmaron CiU y ERC en 2012 incluyera la celebración de una consulta para este año, pero al final tuvieron que ceder.
Durante este tiempo, Duran ha impulsado la llamada tercera vía, entre la independencia y el mantenimiento del actual estatus de Cataluña, pero nunca ha encontrado complicidades en sus socios de federación. El año pasado, en una entrevista periodística, confesó sentirse “atrapado” por esta situación, y hace unos meses dijo que el proceso le “incomodaba”. Ayer, sin embargo, lo negó todo, asegurando que se siente cómodo con la consulta soberanista que el Gobierno catalán impulsa para el 9 de noviembre.
Mas y Duran comparecieron exhibiendo buena sintonía y con un discurso muy acotado. El democristiano deja la secretaría general de CiU, pero mantendrá sus dos principales puestos de poder: la presidencia del Comité de Gobierno de Unió y la portavocía del grupo de CiU en el Congreso. Inicialmente algunos dirigentes de Convergència eran contrarios a que Duran siguiera como portavoz si abandonaba la secretaría general de CiU, pero la intervención de Mas ha acabado por apaciguar los ánimos. Duran se lo agradeció ayer. “A partir de las responsabilidades que mantengo, yo continuaré asumiendo mi compromiso y el de Unió con la consulta del 9 de noviembre y el derecho a decidir; mi decisión nada tiene que ver con estos motivos”, aseguró.
Entonces, ¿por qué se va Duran? El democristiano no lo aclaró ni a los periodistas ni al resto de los dirigentes de CiU, con los que estuvo reunido toda la mañana. Solo explicó que, ahora, a diferencia de años atrás, hay “otras personas en Unió” que pueden asumir parte de las responsabilidades que él ha venido desempeñando. También explicó que “las circunstancias han cambiado” respecto a los años en que Convergència estaba dirigida con mano de hierro por Jordi Pujol.
El líder de Unió quiso enviar un mensaje claro al Gobierno y al Partido Popular al asegurar que piensa mantenerse en la presidencia de la Comisión de Exteriores del Congreso. “Aunque incomode a algunos, entendemos que al frente de la Comisión de Exteriores hago un papel en beneficio de Cataluña y del resto del Estado, y esto a mí no me implica tener que hacer ningún tipo de cesión en lo que tenga que defender; no tengo que plantearme la dimisión, aunque incomode”.
Ramon Espadaler aseguró que el relevo no implicará ningún cambio de fondo ideológico, pese a que en Unió muchos le ven más próximo a las tesis independentistas. “Cambian algunos nombres o personas, pero no los objetivos prioritarios de país, y no cambia ni un milímetro nuestro compromiso con la consulta y con la recuperación económica”, dijo.
Esquerra Republicana optó por la prudencia al valorar la renuncia de Duran. Pese a que el democristiano carga a menudo contra los socios parlamentarios de Artur Mas, evitaron ensañarse. La portavoz de ERC, Anna Simó, pidió a Ramon Espadaler que sea leal con el proyecto soberanista.
Por su parte, el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, restó trascendencia a la dimisión de Duran, al considerar que la secretaría general de CiU era un cargo secundario. “La importancia de su papel político se explica porque preside la comisión de Exteriores del Congreso, porque es portavoz del grupo parlamentario y porque es el líder de Unió Democràtica”, dijo. El PP también restó trascendencia a la dimisión de Duran al calificarla de un mero “movimiento táctico y de imagen”.
Espadaler, un fiel escudero para ser la voz del líder
Ramon Espadaler (Sant Quirze de Besora, Barcelona, 1963) llega a la secretaría general de CiU tras crecer políticamente a la sombra de Josep Antoni Duran Lleida. Militante de Unió desde 1988, se hizo fuerte como líder regional y diputado. En 2001 Duran lo eligió secretario general de Unió y Jordi Pujol, consejero de Medio Ambiente.
Desde que Duran le abrió las puertas de la dirección de Unió, Espadaler ha sido su fiel escudero. Olvidó su soberanismo de juventud para asumir y defender el discurso del líder desde todos los papeles que le ha tocado jugar. En el partido, primero en la secretaría general de Unió y luego en la presidencia del consejo nacional, y en sus responsabilidades como diputado y consejero.
Pese a ser considerado un hombre moderado y calmado, la polémica no es ajena a Espadaler. Ni entre partidos (tan ducho para batallar contra Convergència como para firmar las paces), ni en el Gobierno. Al frente de Medio Ambiente, entre 2001 y 2003, le tocó pagar el descontento del Ebro por el apoyo de CiU al trasvase del río. En 2012, Artur Mas le llamó para mejorar la gestión del Departamento de Interior y los Mossos d'Esquadra, lastrados por negar que una pelota de goma mutilara el ojo de la manifestante Ester Quintana. El problema continuó con Espadaler y, pese a que los proyectiles se han prohibido a Cataluña, los mossos no logran deshacerse de su mala imagen. El consejero ha tenido que responder ante la muerte de un empresario a manos de la policía, y ha acabado dejando caer al máximo responsable de los mossos, Manel Prat.
Como secretario general de CiU, defenderá a Unió en una federación cada día más dividida por el proceso soberanista. Espadaler dará la cara por Duran, más libre ahora para airear sus discrepancias. Será la voz del líder en CiU.
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