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Tabakalera comienza a echar humo

El Centro Internacional de Cultura Contemporánea de San Sebastián, que abrirá sus puertas dentro de un año, presenta las líneas sobre las que cimentará su programación

Fachada principal de Tabakalera o el Centro Internacional de Cultura Contemporánea de San Sebastián, que abrirá sus puertas el próximo verano.
Fachada principal de Tabakalera o el Centro Internacional de Cultura Contemporánea de San Sebastián, que abrirá sus puertas el próximo verano.JAVIER HERNÁNDEZ

A Tabakalera todavía hay que entrar con un casco de obra, pero, a un año de que finalicen las obras de la antigua fábrica de tabacos de San Sebastián, los espacios del imponente edificio empiezan a delimitar lo que será una sala de exposiciones, un cine, una plaza o un restaurante. El Centro Internacional de Cultura Contemporánea abrirá sus puertas el próximo verano con el objetivo de convertirse en un espacio de referencia tanto para la ciudad, como para el territorio, además de ser un lugar en el que los artistas, locales o internacionales, encuentren un "refugio" para crear y en el que la ciudadanía pueda "disfrutar" de la cultura.

Los 37.000 metros cuadrados, ha explicado la directora cultural de Tabakalera, Ane Rodríguez, articularán los cuatro ejes estratégicos con los que el CICC cimentará su programa cultural, presentado hoy a la prensa, además de ofrecer una visita por el edificio. "La transversalidad entre los diferentes proyectos, la convivencia entre las diferentes disciplinas y los cruces entre ellas serán los puntos de apoyo sobre los que pivotará la programación, combinando creación, reflexión y exhibición", ha resumido Rodríguez.

Así, el área de Prácticas Contemporáneas, contará con una sala de exposiciones, una de cine y otra polivalente, en las que el público podrá conocer diferentes creaciones de cualquier disciplina artística. Pero los objetivos de Tabakalera no se limitan a la exposición, el CICC será también un lugar para la "acción", como ha destacado Rodríguez, con lo que el centro facilitará a los artistas su trabajo, con recursos para la "investigación, el desarrollo, producción y presentación" de sus obras. Lo que incluye diversos materiales y laboratorios y un programa de estancias para creadores, con un espacio reservado para el alojamiento de los mismos distribuido en cuatro de las cinco plantas del edificio.

Tabakalera se ha fijado como meta ofrecer cuatro exposiciones al año. Muestras en las que se reforzará el "diálogo entre las diferentes prácticas contemporáneas", a las que se sumará la programación cinematográfica, con la proyección de títulos alejados de los circuitos comerciales y una colaboración con la Filmoteca Vasca. Porque además del programa estricto que desarrolle Tabakalera, la antigua fábrica de tabacos, como ha recordado Rodríguez, acogerá las sedes de la Filmoteca Vasca y el Instituto Etxepare, además de unos espacios reservados para el Festival Internacional de Cine de San Sebastián y casi la totalidad de una planta a la obra social de la Kutxa.

El segundo de los ejes del programa cultural de Tabakalera se articulará en torno a Laboratorios. Un ámbito en el que el CICC ya trabaja junto a San Sebastián 2016 en la iniciativa Hirikilabs, el programa que acera la tecnología, la cultura digital y sus usos a la sociedad, a través de la difusión del conocimiento y el manejo de software y hardware libre y sus múltiples posibilidades. Drones, impresoras 3D y robots, entre otros, y su uso en proyectos. Las líneas de trabajo de los Laboratorios se dividirán en cuatro: "cultura libre, artesanos del código, makers o nuevos artesanos y nuevos ámbitos del aprendizaje".

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Con UBIK, Tabakalera hará realidad su proyecto de biblioteca, que se situará en la primera planta del edificio. Una biblioteca que escapará de lo convencional, ya que además de atesorar fondos, impulsará la "creación de contenidos", además de la difusión de la cultura y el fomento del aprendizaje e investigación. UBIK contará con herramientas de edición de vídeo y de sonido, así como con una pequeña zona de grabación.

El último de los ejes principales se desarrollará con un proyecto de Mediación con el que el CICC se relacionará con la ciudadanía, con programas de visitas, iniciativas que recojan ideas propuestas por la sociedad o participación en redes y otras plataformas locales.

Tabakalera además acogerá un café y un restaurante, dos espacios, que junto a la residencia de artistas se licitarán y cuya gestión en sí no dependerá del CICC. La apertura del centro, ha especificado Rodríguez, se hará de forma escalonada durante el verano de 2015.

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