Imputado un líder vecinal que protestaba por la contaminación del agua en Punxín
El encierro en el Ayuntamiento se produjo tras destapar la Pokémon que el gobierno local había ocultado el problema
El arsénico ha sentado a Joaquín Moldes en el banquillo de los imputados. El líder vecinal que agitó al municipio ourensano de Punxín en contra del agua tóxica que sus habitantes no podían beber y que les cobraban a precio de oro líquido, declaró esta semana ante un juez de O Carballiño (Ourense) por presuntas coacciones a dos funcionarias municipales. Durante tres semanas marzo y abril pasados, decenas de vecinos se encerraron en el Ayuntamiento de Punxín para reclamar soluciones a sus problemas con la traída, desde que en 2010, los manantiales de toda la vida quedaron bajo el control de la empresa Aquagest, una de las adjudicatarias municipales investigadas por presuntos sobornos a políticos dentro del caso Pokémon.
En medio de aquella protesta, el regidor, Manuel Vázquez (PP), se fue de vacaciones a las Islas Canarias y el pueblo quedó en manos del teniente de alcalde, Emilio Baca, que durante el encierro prefirió denunciar a los indignados antes que sentarse a negociar con ellos. El agua de Punxín multiplicó su precio por tres al ser privatizada mediante un procedimiento, supuestamente irregular, también investigado dentro de la mastodóntica Operación Pokémon.
Ancianas con bastón, abuelos, amas de casa o jóvenes del municipio se atrincheraron en el edificio, tras un pleno municipal en el que el gobierno local rechazó en bloque una iniciativa que proponía modificar el disparatado precio. Tras dos semanas de pacífico encierro sin respuesta política alguna, optaron por atrancar la entrada durante unas horas.
La denuncia interpuesta por el teniente de alcalde explica que la secretaria y una administrativa no pudieron acceder al edificio porque la puerta estaba bloqueada con un tablón. La Guardia Civil, presente en la zona aquella mañana, no apreció incidentes y aunque en su declaración Moldes reconoció la obstrucción, recordó que el acceso lateral siempre permaneció abierto. También matizó que ni amenazó ni coaccionó a nadie.
El portavoz de los punxineses indignados cree que esta denuncia salpica a todos los vecinos del pueblo implicados desde hace años en la lucha contra la contaminación del agua que, según las investigaciones judiciales incluidas en el sumario de la Pokémon, fue ocultada deliberadamente por las autoridades locales. Tras la prueba testifical, el titular del juzgado de instrucción dos de O Carballiño, todavía no ha comunicado si archiva la denuncia o continúa la causa contra el líder vecinal que alzó a todo un pueblo en contra del arsénico de sus grifos.
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