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BEATRIZ GARROTE | Presidenta de la Asociación de Víctimas del Metro

“El Consell debe reconocer que se equivocó y pedir perdón”

La Asociación de Víctimas conmemora el octavo aniversario del accidente con el caso reabierto

Cristina Vázquez
Beatriz Garrote, durante la entrevista.
Beatriz Garrote, durante la entrevista.TANIA CASTRO

Francisco Camps, presidente de la Generalitat cuando descarriló el metro de Valencia en 2006, no miró atrás. No recibió a las víctimas del accidente en los cinco años que continuó en el cargo y aunque su sucesor, Alberto Fabra, sí lo hizo fue para repetirles que el accidente que costó la vida a 43 personas, era un caso cerrado.

El vicepresidente del Consell, José Ciscar, es el político que más cerca ha estado de articular una disculpa a las víctimas y sus familiares. Fue en una comparecencia en las Cortes Valencianas a a petición de la oposición, que pedía explicaciones de las denuncias de extrabajadores de RTVV de que se manipuló la información sobre el siniestro. Los informativos de aquel 3 de julio se centraban en el operativo preparado para la visita del papa Benedicto XVI a Valencia [llegó dos días después del descarrilamiento] y el accidente quedó en segundo plano. “No tenemos la certeza” de que se produjeran errores en la cobertura que ofreció RTVV del suceso, pero “si los familiares de las víctimas lo han percibido así, el Consell no tiene problemas en pedir disculpas porque entiende su indignación”, manifestó Ciscar a una semana del octavo aniversario del accidente, que se conmemora hoy.

Pregunta. ¿Qué pensó cuando conoció las declaraciones del vicepresidente José Ciscar?

Respuesta. Es curioso, pero lo primero que pensé es, ¡hombre, pues ya era hora de que pidan disculpas! Pero conforme procesas las palabras te das cuenta de que se trata de una disculpa indignante. Aun así, la primera impresión, aunque sea con muchas comillas, fue positiva. Si después de ocho años no tienen la certeza de si se han cometido errores y qué es lo que ha pasado con la gestión de un accidente tan grave, es que hace ocho años que no deberían de estar donde están.

P. ¿Qué fue lo más vergonzoso de la cobertura informativa que ofreció Canal 9 del accidente?

R. Que la mayor parte de la información se dedicara a lo que sucedía en los hospitales y en los funerales es lo normal en estos casos. Lo indignante es que se dijera tan rápido, para que diera tiempo a llegar limpios a la visita del Papa [que visitaba Valencia unas horas después], que el siniestro era imprevisible e inevitable. No hemos tenido nada que ver, no ha sido nuestra culpa, ha sido un error, fue el mensaje. Que eso se diga en un medio de comunicación público al día siguiente del accidente, cuando la mayoría de valencianos buscaban información sobre el descarrilamiento, fue muy doloroso. Imprimió en la sociedad algo que sirvió para que no se hicieran más preguntas.

Es la misma consigna que un mes después se repitió en la comisión de investigación parlamentaria. Eso fue lo más indignante. Eso y que hayan ignorado las concentraciones de cada día 3. Nos sacaban en los aniversarios con voz en off dando a entender que era una concentración de recuerdo a las víctimas donde se perdía nuestra demanda de justicia. Hasta que el control de la televisión lo tomaron los trabajadores [horas antes del cierre], nuestra única presencia fue imágenes llevando flores en memoria de las víctimas.

P. ¿Compensa que en las últimas horas de Canal 9 [el canal cerró el 29 de noviembre] pudiese hablar con libertad del accidente y de lo que pasó después? [Los trabajadores colaron a Garrote por una puerta de emergencia y la llevaron hasta el plató donde por fin la entrevistaron].

R. No. El vacío que nos hicieron y la falta que se cometió contra todos los valencianos, no lo compensa entrar un día corriendo a los estudios. Me alegro de que ocurriera porque esas imágenes están para siempre en las redes sociales y forman parte de las últimas horas de Canal 9.

P. ¿En qué medida influyó el tratamiento informativo de los medios públicos con el silencio que rodeó el accidente?

R. Fue un granito más de arena para dar carpetazo al accidente y que aquí nadie recordara que habían muerto 43 personas en un medio de transporte público que no tenía la seguridad suficiente. Y que Canal 9, que era un referente, diera esa versión del accidente contribuyó mucho. La gestión política de la tragedia fue demoledora, con una comisión parlamentaria que se manipuló y se cerró con celeridad. También contó que la instrucción judicial se centrara solo en el exceso de velocidad y en el error humano como únicas causas del vuelco. Que todo se cerrara así impidió que siguieran buscándose responsabilidades.

P. Dado que entienden que sí se manipuló en Canal 9, ¿les basta la disculpa de Ciscar?

R. No. El Consell debe hacer un balance de por qué no existían las medidas de seguridad adecuadas, de cómo gestionó la tragedia y de cómo una consultora preparó los testimonios de los directivos de FGV ante la comisión de investigación parlamentaria. Su respuesta no debe ser solo a las víctimas, que somos los primeros interesados, sino a muchos valencianos que esperan que el Consell asuma los errores cometidos antes y después del siniestro. Nos reconfortaría a todos.

P. ¿Cómo habéis imaginado la disculpa del Consell?

R. El Consell debe asumir su responsabilidad, admitir que se ha equivocado y pedir perdón. Y para que fuera creíble y no quedara solo en un gesto, debería aprobar una ley ferroviaria y crear una agencia para la seguridad en el transporte. Sería útil que esos compromisos, recogidos en las conclusiones de la comisión parlamentaria, no se quedaran en papel mojado y se llevaran a cabo. .

P. Se cumplen ocho años de la tragedia con la reapertura de la investigación sobre el accidente, algo que la asociación ha reivindicado durante mucho tiempo. ¿Está cumpliendo la instrucción con sus expectativas?

R. Sí, las mejores y las peores. Estamos avanzando poco a poco; al juzgado han llegado cosas que sabíamos extraoficialmente pero que nunca se habían visto. Sabíamos que la lectura de la caja negra se hizo en condiciones anómalas, que no había presencia judicial ni tampoco sindical, y al descargar los datos, creemos, que se borraron intencionadamente. Se ha ratificado que una baliza hubiera evitado el accidente, que algunas estaban programadas por encima de la velocidad aconsejada para ese tramo y hemos preguntado por qué había balizas de frenado en un punto y no en otro, o por qué saltaron los cristales.

P. ¿Está siendo receptiva la juez del caso? [Es la misma que lo archivó la primera vez]

R. No sé si está siendo receptiva pero la investigación está avanzando, no se puede negar a que se investiguen más factores que la velocidad, que fue en lo que se centró la primera vez. No tiene más remedio que reconocer que hay más materia que investigar. Lo que sí nos ha parecido incomprensible es el auto que dictó donde decía que los abogados de las víctimas estaban dilatando el proceso, cuando es evidente que quien más interés tiene por que esto acabe de una vez somos las víctimas. Pero sin flecos pendientes.

P. Hay tres exdirectivos del metro imputados por el accidente de 2006. Si el proceso se archiva al final, ¿de qué habrá servido esta segunda instrucción?

R. Por lo que hemos estado luchando es por una investigación judicial objetiva donde se analicen todas las posibles causas del accidente y los ciudadanos tengamos las mayores garantías posibles de saber por qué ocurrió, qué pudo pasar y qué responsabilidades hubo. Si se archiva el caso porque realmente no hubo ninguna responsabilidad será estupendo porque los ciudadanos nos quedaremos tranquilos. Pero creemos que es imposible porque hay pruebas de que las cosas no se hicieron bien.

P. ¿Cuál es el mensaje de este octavo aniversario?

R. Que pelear por lo que crees vale la pena. Que ha servido de algo no irse a casa.

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Sobre la firma

Cristina Vázquez
Periodista del diario EL PAÍS en la Comunitat Valenciana. Se ha ocupado a lo largo de su carrera profesional de la cobertura de información económica, política y local y el grueso de su trayectoria está ligada a EL PAÍS. Antes trabajó en la Agencia Efe y ha colaborado con otros medios de comunicación como RNE o la televisión valenciana À Punt.

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