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Baltar sobre sus enchufes: “No sabía que las plazas se tienen que publicitar”

Los técnicos de confianza del expresidente de la Diputación de Ourense dicen en el juicio que le advirtieron que las 104 contrataciones violaban la normativa

Baltar, esta mañana en el banquillo de los acusados.
Baltar, esta mañana en el banquillo de los acusados.NACHO GÓMEZ

El que fue presidente de la Diputación de Ourense y barón del PP durante más de 20 años se sentó ayer en el banquillo, acontecido pero entero, apelando a su inocencia. Dos años después de abandonar el organismo provincial y dejarlo en manos de su hijo, José Luis Baltar intentó ayer dejar a un lado la figura del “cacique bueno” que en su día reivindicó para mostrarse ahora como un jubilado inocente. Ante la juez Caterina González, que lo juzga por un supuesto delito de prevaricación por el que el fiscal pide 10 años de inhabilitación, Baltar señaló a sus técnicos de confianza (el secretario de la Diputación, hijo del también exbarón del PP gallego y expresidente de la Diputación de Lugo, Francisco Cacharro, y el jefe de Personal, hijo del alcalde popular del municipio de Monterrei, José Luis Suárez) como responsables de que entre enero y marzo de 2010 hubiera contratado a dedo, por urgencia, mediante decreto de la Presidencia y sin cumplir el trámite de la publicidad en el boletín de la provincia o siquiera en el tablón de anuncios, a 104 personas. La práctica totalidad de aquellos contratados eran afines al PP con derecho a voto —ellos o sus parientes— en el congreso provincial del PP en el que su hijo José Manuel consiguió barrer al candidato avalado por Rajoy y Feijóo y sucederlo en el cargo.

“No sabía que había que darle publicidad [a la convocatoria del centenar de empleos]. Es más, creo que ni siquiera lo sabían el jefe de Personal, el interventor y el secretario porque nadie me advirtió; para mí que se les pasó”, descargó la responsabilidad sobre los suyos.

Baltar aseguró que se enteró del imprescindible trámite que incumplió “cuando ya estaba jubilado”. Y explicó el método empleador que seguía: él hacía una preselección del personal “adecuado” para los puestos de trabajo y dejaba la asignación definitiva al responsable de Recursos Humanos. “Yo le decía 'oye, cuando haya que contratar cuenta con este'. Le daba los nombres y ellos los asignaban a los puestos”, precisó antes de aclarar que, en realidad, los empleos “eran de tan baja cualificación que servía todo el mundo”. Y justificó ante el fiscal jefe, Florentino Delgado, —se negó a responder a la acusación particular: PSOE y Manos Limpias— la creación de los empleos mediante decreto: “Había una urgente necesidad inaplazable de personal ya que el año anterior habíamos cesado a los contratados temporales porque no llegaban los recursos presupuestarios”.

Al expresidente ourensano le pareció que no incumplía ninguna norma eligiendo a dedo a los trabajadores porque, en su opinión, existía convocatoria pública considerando que “todo el mundo iba allí todos los días a pedir trabajo; le preguntaban a los bedeles y estos decían: ahora no hay nada, ven en enero. Así se hacía”, explicó el método de contrataciones de la Diputación que presidió durante 23 años consecutivos. Sus técnicos lo contradijeron y lo responsabilizaron directamente a él.

Cacharro, el secretario de la institución, aseguró que le constaba que Baltar “sabía que había una ordenanza reguladora con procedimientos” para la contratación que exigían la convocatoria pública y precisó que cuando en esos mismos meses congresuales de contrataciones masivas el grupo del PSOE en la Diputación pidió un informe, alertado por la supuesta ilegalidad de los contratos, él habló con el jefe de Personal y este le reconoció que “había habido carencia del trámite esencial de la convocatoria pública”. “Suárez me dijo que el presidente le había ordenado hacer las contrataciones con urgencia, ya, y que él le había dicho que se había infringido la ordenanza”, detalló el secretario. Sin embargo, ni él, ni el interventor ni el jefe de Personal emitieron informe de reparo alguno.

“Hubo ese fallo”, reconoció el exinterventor de la institución José María Baños. Este técnico intentó eludir cualquier responsabilidad puntualizando que a él solo le correspondía ocuparse de que hubiera crédito suficiente para pagar las nóminas y la Seguridad Social de los 104 nuevos empleados contratados en esos tres meses que rodearon el congreso provincial del PP.

Si sus otrora fieles interventor y secretario se defendieron señalando al exjefe, el responsable de Recursos Humanos, hijo del fiel alcalde baltarista José Luis Suárez, que reconoció su militancia en el PP, lo apuntaló: “No había amparo normativo alguno y yo insistí ante el presidente en la necesidad de ir a un procedimiento ordinario, pero él dijo que había una urgente necesidad de personal y ni siquiera se pidió fiscalización previa a Intervención”. Y desmintió a su expresidente: “Al no haber publicidad, nadie pudo conocer que había empleos aunque iba gente preguntando, extrabajadores” que reconoció vinculados al PP aunque precisó que no le constaba que hubieran sido compromisarios en el congreso de la sucesión dinástica. Suárez precisó además que el expresidente no solo preseleccionaba al personal sino que hizo también la selección final: “El presidente daba el nombre y también el puesto concreto aunque después, por necesidades puntuales se hiciera alguna reasignación”. “Estoy satisfecho; creo que quedó clara mi inocencia”, sentenció Baltar ante los periodistas a la salida del juzgado tras cinco horas de declaraciones.

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