De la “colaboración” en el caso IVEX a la dirección del IVVSA
Felipe Espinosa Bolaños, el banquero complaciente
Hasta en cuatro ocasiones se repite la palabra “colaboración” en la sentencia que condenó por estafa al director general del Instituto Valenciano de la Exportación (IVEX), José Maria Tabares, en referencia a la actuación que tuvo Felipe Espinosa Bolaños como director del Arab Bank. Sin conocimiento del Instituto y en estricta “confidencialidad”, Espinosa cargó las facturas de un tercero al IVEX como avalista en una actitud calificada por la Audiencia Provincial de Valencia de “inestimable” y “complaciente”. La misma sentencia dice del director del banco que no se había podido probar su dolo y que nadie le había acusado, dejando en el aire una supuesta responsabilidad en los hechos. La Generalitat acabó pagando 1,8 millones de euros en concepto de responsabilidad civil.
No fue esta su única actuación con el IVEX. Coetáneamente y desde esa misma entidad se hicieron los pagos a Midway International, la empresa que gestionaba los conciertos de Julio Iglesias, contratado por la Generalitat como su imagen exterior por mil millones de las antiguas pesetas. El caso sigue abierto en el juzgado de instrucción número 19 de Valencia, donde Espinosa volvió a declarar como testigo. Tampoco aquí aclaró quién transfería el dinero a las Bahamas.
Su estancia en el Arab Bank, desde la sentencia del caso IVEX en la primavera de 2005, duró solo unos meses tras diez años de carrera profesional en esta entidad. Al año siguiente, Esteban González Pons, entonces consejero de Territorio y Vivienda, rescataba del paro a Felipe Espinosa nombrándole director general del Instituto Valenciano de la Vivienda (IVVSA).
De su efímero paso por el IVVSA queda una denuncia de la oposición por la adjudicación a la familia Cotino de 105 viviendas VPO en Pilar de la Horadada a través de la empresa Sedesa, en noviembre de 2006, por seis millones de euros. Espinosa se cubrió las espaldas informando de que las tres empresas cumplían con los requisitos y elevó la propuesta de adjudicación al consejero, que fue quien tuvo la última palabra.
Un año más tarde, en 2007, le nombraba director general de la empresa pública Vaersa, donde Juan Cotino le mantuvo en el cargo cuando pasó a depender de su Consejería, entre 2009 y 2011. En 2012 cesó en el cargo y, en estos momentos, gestiona una empresa propia. Atrás quedan los años de estudiante en la Facultad de Derecho de Valencia, donde coincidió con Gerardo Camps, Francisco Camps y Esteban González Pons.
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