El debate sobre los proyectos fallidos del PP monopoliza el pleno de Castellón

El alcalde de Castellón, Alfonso Bataller, llegaba más tranquilo al debate sobre el estado de la ciudad celebrado ayer que el pasado año, cuando su reciente imputación en una de las piezas de la trama Gürtel marcó el pleno monográfico y lo transformó en un pleno sobre el estado de su gobierno. En esta ocasión, sí que se ha hablado de la ciudad, pero para evidenciar la retahíla de planes y proyectos fallidos (desde los megalómanos hasta los más modestos) anunciados en los programas electorales del PP.

Un escenario que Bataller intentó contrarrestar presumiendo de la saneada economía municipal que le permitirá una bajada de las tasas municipales el año próximo, coincidiendo con las elecciones y cargando contra la oposición y los supuestos desastres que supondría un posible tripartito en el poder. A su rueda, el portavoz del PP, Juan José Pérez Macián, advirtió: “con ustedes los castellonenses podemos echar a correr”. La oposición contestó recordando que Bataller sigue imputado y sin dimitir.

El pleno extraordinario arrancó con una sala totalmente llena por la presencia para la ocasión de representantes de colegios afectados por el cierre de líneas en valenciano, de la plataforma contra las prospecciones petrolíferas y miembros del Casal Popular. Ante todos ellos, Bataller exhibió lo que mostró como su mayor logro: la mejora de las arcas municipales. “Mi primera preocupación era la situación económica y ahora Castellón está mucho mejor que a principio del mandato, gracias a las reformas ha mejorado la situación de los hogares”, dijo. El público le reprochó ese comentario.

El alcalde destacó el superávit con el que cerró el ejercicio 2013 y la inexistencia de facturas en el cajón. Cuando tomó posesión como del cargo el agujero era de 8,5 millones (agujero que dejó el actual presidente de la Generalitat, Alberto Fabra). Bataller también presumió por el Tram, pese a que este transporte de vía reservada solo tiene operativo un tramo de kilómetro y medio y ha consumido 80 millones en una línea de 15 kilómetros que lleva años de retraso. Del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), que ha muerto en su mandato, recordó que prepara otro con menor ocupación del suelo y más sostenible.

El final de su discurso fue el momento elegido por los miembros del Casal Popular para protestar por la imposición de una multa de mil euros. Sus gritos provocaron el desalojo por orden de Bataller: “Retiren a esta gente”.

La oposición le reprochó su ceguera ante la situación social. “No sé si es por miopía o por el síndrome del rey desnudo, pero su visión idílica no se corresponde con la que tienen los vecinos”, dijo la portavoz del PSPV-PSOE, Amparo Marco. La concejala dio otros datos económicos como los 113 millones de deuda viva, el éxodo de jóvenes y el paro. Luego destacó uno a uno los proyectos fallidos del PP.

Este fue el tema principal de la intervención del portavoz de Compromís, Enric Nomdedéu, quien hizo un discurso efectista como si estuviera en la sala de plenos del nuevo Ayuntamiento que anunció el PP y que debía estar construido. Siguió hablando del éxito de la Ciudad de las Lenguas y sus 30.000 alumnos, de un Tram con sus dos líneas en servicio, un Centre de Convencions de Calatrava con un 63% de ocupación, el rectorado de la VIU, etc. Y también de planes más modestos como un parque infantil de 18 millones y la residencia de estudiantes de la Jaume I en los antiguos juzgados, entre otros. “Alcalde, este es el discurso que usted debería haber podido hacer (…) Es la constatación del fracaso y las mentiras del PP durante años. Ganaron las elecciones diciendo que harían todo lo que he relatado y no existe”, dijo.

La portavoz de EU, Carme Carreras, destacó que el de Bataller es el mandato “de los mayores recortes” y habló de derroche y, también, de los proyectos fallidos.

Al pleno no acudió el edil no adscrito, Juan María Calles.