La prisión de Figueres se abrirá en julio, tres años después de acabada
Su mantenimiento le ha costado a Justicia más de un millón de euros al mes desde 2011
La prisión del Puig de les Basses de Figueres empezará a funcionar el 1 de julio, tres años y medio después de ser terminada y cerrada a inicios de 2011 "por razones presupuestarias", según ha alegado Justicia en otras ocasiones. Desde entonces, mantenerla ha costado más de un millón de euros al mes.
El recinto ha supuesto una inversión de 108.99 millones de euros. Acogerá el 26 de junio a los 150 presos procedentes del centro penitenciario de la capital del Alt Empordà. Cuatro días después recibirá a otros 90 de Girona y en octubre a los 350 reclusos originarios de Girona que actualmente están repartidos por otras cárceles catalanas.
El nuevo centro penitenciario no estará a pleno rendimiento hasta el primer trimestre del 2015. Ocupa unas 45 hectáreas de Figueres y cuatro del municipio vecino de Llers. Su apertura se hará por fases y los presos serán trasladados en autobuses policiales por los Mossos d'Esquadra. A pesar que la capacidad es para 1.018 presos, Justicia ya ha avanzado que intentará no sobrepasar los 800 para garantizar el equilibrio y eficiencia del centro.
El consejero de Justicia, Germà Gordó, ha destacado que la cárcel permitirá a todos aquellos reclusos originarios de Girona "estar en un centro de estas comarcas y, por lo tanto, más cerca de sus casas".
El Puig de les Basses cuenta con 61.642 m2 construidos, 620 celdas y nueve módulos, siete de hombres, uno de mujeres y uno de jóvenes, el único de Cataluña que reúne a estos tres grupos de presos. Cada módulo además cuenta con sala de televisión, biblioteca, sala de descanso, comedor o salas de entrevistas.
Como espacios comunes, está la lavandería, una tienda donde se podrán comprar desde cacahuetes a un televisor, un campo de fútbol con gradas, un campo de futbito, vóleibol y baloncesto y salas de talleres. La piscina del patio central, no se podrá utilizar hasta que encuentren una empresa que les ceda socorristas sin coste. Esta, según los responsables del centro, en ningún caso será para finalidades de ocio, sino pedagógicas.
Esta cárcel, en la que trabajarán unos 500 funcionarios, cuenta con la última tecnología y unas medidas de seguridad, con más de 800 cámaras de circuito cerrado, muros perimetrales y sistemas electrónicos que la hacen infranqueable.
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