Amorós reivindica a Maragall al postularse como alcaldable de ERC

Tras días dejando claro su intención de presentarse, el vicesecretario de comunicación de Esquerra Republicana, Oriol Amorós, confirmó ayer que se presentará a las primarias para ser alcaldable de ERC en 2015. Se batirá con el portavoz en el Congreso, Alfred Bosch. Ambos comparten la esperanza de ganar las elecciones en Barcelona, espoleados por la victoria en las europeas.

ERC quiere repetir la fórmula en la que ha basado su crecimiento, aglutinar las izquierdas cómodas con el derecho a decidir. Amorós asumió el proyecto que quieren los republicanos —"hablaremos de libertad nacional y de los que más sufren"— y reivindicó una herencia que ERC cada vez se apropia más: la del ex alcalde socialista de la ciudad Pasqual Maragall. "Queremos representar el nuevo maragallismo, centrar el espacio político de la ciudad a la izquierda del derecho a decidir", proclamó Amorós, que describió la urbe que tiene en su mente. "Tenemos que hacer una Barcelona abierta al mundo y acogedora, transformar la ciudad, hacer bajar Collserola a Barcelona, construir espacios de ocio, ligar la ciudad con L'Hospitalet y encontrar los barrios tan acogedores que nos parezcan el recibidor de casa".

El también portavoz adjunto en el Parlament ha sido durante años fiel al todavía líder municipal, Jordi Portabella, que el martes dio un paso atrás para facilitar la renovación en el partido. Como delfín de Portabella y presidente de la federación barcelonesa del partido, Amorós cuenta como una de sus bazas su conocimiento del tejido de la ciudad y de la militancia, grueso importante de los llamados a votar en las primarias. En las elecciones internas también podrán ejercer el sufragio simpatizantes y amigos, figura que recoge a los que reciben información de ERC.

Entre ellos puede tener más peso un independiente como Bosch, que más allá de jactarse de conocimiento de la ciudad se ha valido el favor del partido defendiendo a ERC en Madrid. Durante su anuncio, Amorós se cuidó de criticar a su rival. Sin embargo, dejó entrever que no puede compaginar su labor en el Congreso con el trabajo que exige una candidatura a la alcaldía. "Alfred Bosch es un excelentísimo representante del proceso en Madrid. En estos momentos no somos independientes pero hemos hecho gran parte del camino, y debemos estar intensos en todos sitios, trabajando al máximo". Para predicar con el ejemplo, Amorós reducirá su papel en el Parlament si es elegido candidato.

Amorós siempre ha insistido que su primera opción es un pacto, pero los puentes quedaron muy maltrechos cuando Bosch anunció que se presentaba dos días después de las elecciones europeas y sin agotar las opciones de negociación con el que será su contrincante y con Portabella, que exploraba sus opciones. El acuerdo entre ambos para fraguar una candidatura conjunta parece, por ahora, difícil. Amorós renunció a ser número dos de Bosch, una opción que la dirección del partido —que siempre ha insistido en su neutralidad en este proceso— vería con buenos ojos.