Air Nostrum espera volver a beneficios en 2015 tras reducir drásticamente tamaño
Los nuevos inversores aseguran que su apuesta es "industrial y a largo plazo". La familia Serratosa, propietarios históricos, reducen su participación al 7%
La compañía Air Nostrum espera volver a beneficios en 2015 después de seis años de pérdidas y de haber practicado un drástico ajuste de tamaño.
Air Nostrum ha reducido plantilla, ha recortado salarios, se ha desprendido de buena parte de su flota de aviones, ha cancelado destinos y ha bajado precios. Como colofón a su transformación, la compañía ha cambiado de manos mediante una ampliación de capital de 25,8 millones.
Después de ese cóctel de "enorme esfuerzo, enorme profesionalidad y enorme sacrificio", ha señalado su consejero delegado, Carlos Bertomeu, la aerolínea se sitúa "como una de las compañías regionales de Europa más competitiva y ajustada en costes ante la actual situación de mercado". Con costes "tan competitivos como el que puede tener cualquier nuevo entrante en el sector", ha añadido.
La participación de la familia Serratosa, propietarios históricos, se ha diluido y los nuevos referentes accionariales son Bertomeu, que previsiblemente será nuevo presidente de la empresa, con un 54,19%. Y los dueños del Instituto Valenciano de Fertilidad (IVI), Antonio Pellicer y José Remohí, con un 15% cada uno.
Bertomeu ha explicado este martes que se recibieron cuatro ofertas para la ampliación de capital, una española y tres internacionales, todas ellas muy especulativas, "con plazos de salida a tres o cuatro años".
Ante esa perspectiva, el consejero delegado buscó inversores para presentar una quinta oferta "con una aproximación industrial y a largo plazo a Air Nostrum", que fue seleccionada por el consejo. Para ello, Bertomeu suscribió un "potente crédito" a 10 años que se sumó a una aportación personal. Los propietarios del IVI, una próspera empresa sanitaria, han invertido, en cambio, con sus propios recursos.
El grupo Nefinsa, brazo inversor de los Serratosa, ha pasado de tener un 72,5% a un 7% de las acciones. El resto se reparte entre directivos de la compañía y el Banco Ceiss (2,04%).
El consejero delegado ha asegurado que tras seis años de pérdidas, que fueron "muy importantes" en 2013, en abril "la caída del ingreso medio por pasajero se ha detenido". En ello ha influido la reducción de aviones de 50 plazas, poco competitivos debido a la subida del precio del combustible, y su sustitución por reactores para 100 pasajeros.
La compañía espera "acercarse al equilibrio en 2014" y volver a las ganancias en 2015. Su acuerdo de franquicia con Iberia está renovado hasta 2017.
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