Mas busca que 200.000 catalanes en el extranjero voten en la consulta

Los cerca de 200.000 residentes en el extranjero pero empadronados en Cataluña podrán inscribirse a partir de la semana que viene en un registro de la Generalitat que les permitirá, entre otras cosas, votar en la consulta de autodeterminación del 9 de noviembre, si llega a celebrarse. El Gobierno catalán aprobó ayer por decreto la creación de este registro pero evitó vincularlo directamente con la consulta en un intento de evitar posibles impugnaciones del Ejecutivo de Mariano Rajoy. Con todo, el consejero de Presidencia, Francesc Homs, dijo que servirá para que los catalanes puedan ejercer “sus derechos”.

La movilización a favor de la consulta de los catalanes que viven en el exterior es una de las prioridades de la Generalitat desde hace meses. El año pasado el Gobierno de CiU creó Diplocat, un organismo de diplomacia pública que conecta una amplia red de expatriados y que está organizando numerosos actos para explicar el proceso catalán en todo tipo de foros. La puesta en marcha del registro es un segundo paso que llega a escasos seis meses para la consulta.

Las inscripciones en el registro son de carácter voluntario, recalca la Generalitat. El fichero se dirige a quienes tienen la condición de catalán de acuerdo con lo establecido en el Estatuto de Autonomía. Esta condición la tienen todos los ciudadanos con nacionalidad española que residen fuera del Estado, que están dados de alta en los registros de los servicios diplomáticos y que están empadronados en alguna población de Cataluña.

Los trámites para la inscripción en dicho registro comenzarán el próximo martes 3 de junio. La preinscripción se podrá hacer a través de la web de la Secretaría de Exteriores de la Generalitat. Después se tendrá que completar vía correo postal.

Los independentistas que viven fuera de Cataluña esperan poder participar en el consulta

Los catalanes que viven en el exterior y que siguen el proceso soberanista esperan que el registro sirva para acabar con los problemas habituales que tienen para votar, con un sistema complicado que, a menudo, provoca que las papeletas lleguen tarde. “Es un proceso largo y complejo”, explica Guille López desde San Francisco. Tras cinco años viviendo en Nueva York, en los que nunca pudo votar, logró ejercer el sufragio por primera vez en estas europeas. Para que a otros no les pase lo mismo que a él, López, programador web, diseñó una página (vota.cat) para explicar los pasos que los residentes en el extranjero tienen que hacer para votar. Desde su llegada a Estados Unidos, López buscó a otros catalanes con inquietudes independentistas: “En Nueva York hicimos alguna manifestación puntual el 11 de septiembre. Durante el maratón también hubo una acción para que los corredores catalanes entraran con una estelada [bandera independentista], hacemos cosas como estas”, apunta López, que aclara que el activismo es siempre al margen de las autoridades: “No hay ninguna relación ni con la delegación catalana en Nueva York ni con Diplocat. Actuamos por el mismo sentimiento que en Cataluña: estar viviendo un momento histórico y querer participar”.

Pese a la acción de Diplocat, los independentistas que residen en el extranjero han optado por organizarse por su cuenta, principalmente a través de las delegaciones que la Asamblea Nacional Catalana (ANC), la entidad que lucha por la independencia, tiene por el mundo: “La gente tradicionalmente se reunía en los centros culturales catalanes. Ahora los que nos vamos fuera nos hacemos de la Asamblea”, explica Mireia Domènech, al frente de la ANC en Suiza. “El 90% de lo que hacemos es informar a los medios, la opinión pública y los políticos de la situación en Cataluña”, añade. Domènech asegura que está abierta a colaborar con todas las acciones que haga el Gobierno catalán para facilitar el proceso soberanista, aunque apunta que “no hay coordinación con la Generalitat”. “No trabajamos para el Gobierno, somos independientes”, ratifica Ester Mendelshon, al frente de ANC Israel, que confía en poder votar el 9-N. “Espero que sí. Me quedé sin votar en las últimas catalanas y es muy frustrante no poderlo hacer”.