El Ayuntamiento recorta el presupuesto de las escuelas infantiles municipales
Lissavetzky (PSM) denuncia que se saquen a concurso 18 de los 53 centros cuando podía prorrogarse su gestión un año más sin reducir el gasto público por alumno, que cae un 13%
El Ayuntamiento de Madrid (PP) ha decidido prorrogar un año más el contrato de 35 de las 53 escuelas infantiles municipales cuya gestión está en manos de empresas privadas, pero está sacando a licitación otros 18 centros (tiene dos más, que gestiona directamente) que también tenía posibilidad de prorrogar un año. El presupuesto de esas 18 escuelas se va a rebajar, tal y como ha denunciado el líder municipal socialista, Jaime Lissavetzky, y ha reconocido el Ayuntamiento.
Cae la aportación que el Ayuntamiento y la Comunidad hacen a los centros, pero, según fuentes municipales, no subirá el coste para las familias, que ya sufrió un fuerte encarecimiento hace dos años y que el Gobierno regional (PP) mantendrá congelado este año y el que viene. Más de 2.000 alumnos se benefician cada año de este servicio público.
Lissavetzky ha denunciado hoy que este recorte presupuestario desembocará en ajustes de personal, material y, en resumen, calidad del servicio, puesto que las empresas que se hagan cargo de esas 18 escuelas contarán con un presupuesto inferior al actual.
La concesión anterior se hizo en 2009, por un periodo de tres años con posibilidad de prorrogarse otros tres; el Ayuntamiento ha decido no conceder el último año de prórroga posible, una decisión “arbitraria y absurda”, según Lissavetzky. El área municipal de Asuntos Sociales arguye que su intención es adecuar esos centros a las condiciones económicas actuales. En el caso de los otros 35, cuyos contratos sí se han prorrogado, la concesión fue posterior a 2009, según fuentes municipales.
Lissavetzky ha ejemplificado su denuncia en el caso de la escuela infantil La Caracola, ubicada en el distrito de Fuencarral-El Pardo y gestionada por la cooperativa El Globo Rojo. El presupuesto recogido en el pliego de la concesión es un 13% inferior a la adjudicación de 2009 (se pasa de 394.268 a 350.372 euros anuales).
Según el Ayuntamiento, las escuelas infantiles son financiadas, de media, en un 57% por la Administración y en 43% por las familias. La parte pública se reparte, de acuerdo con un convenio firmado en 2011, en un 60% la Comunidad y un 40% el Ayuntamiento. Esa media del 57% de fondos públicos varía sin embargo entre centros; en el caso de La Caracola, por ejemplo, se queda en un 41%. La Comunidad y el Ayuntamiento pasan de aportar 283.830 euros en 2009 (el 72% del presupuesto total) a 145.376 euros en 2014 (en 43%).
Lissavetzky critica además que el nuevo contrato se adjudique sólo por un año, con posibilidad de prorrogarse uno más. Considera “absurdo” que no se ejerza la prórroga de un año en vez de sacar un nuevo contrato por un año. Fuentes municipales explican la corta duración del contrato por la negociación en curso entre Comunidad y Ayuntamiento para dirimir competencias educativas y sociales, dentro además del nuevo marco local dictado por el Gobierno central.
El presupuesto anual por plaza en La Caracola disminuye un 18%, desde 409 a 334 euros mensuales, coste por el que la empresa debe asegurar la escolarización del niño y el comedor. Lissavetzky denuncia que “esta disminución de costes supone que las cuotas de calidad y ser servicio no podrán mantenerse”, extremo que el Ayuntamiento niega. Fuentes municipales se han comprometido a que no varíen ni los horarios ni el número de docentes por alumno, y han añadido que cada año se gastan 250.000 euros adicionales de presupuesto municipal para material de las escuelas.
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