Las propuestas estrella de Fabra no calan en la gente

El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, tiene serios problemas para situar sus propuestas estrella en el centro de la agenda política. Al menos, así se desprende del barómetro de la Generalitat correspondiente al mes de abril que el Consell difundió este viernes a través de su portavoz, José Ciscar. Este es el primer sondeo que el PP hace público desde 1995, año en el que se hizo con el poder en la Comunidad Valenciana.

El sondeo, realizado por Emer GFK entre el 7 y el 19 de abril en base a 2.016 entrevistas presenciales con un margen de error del más menos 2,2%, evidencia que las principales iniciativas de Fabra no calan en la ciudadanía.

El ejemplo más evidente es la propuesta del presidente de la Generalitat para reformar el sistema electoral valenciano. Apenas un 12,8% de los encuestados conoce que el PP ha propuesto que los ciudadanos elijan una parte de los diputados a Cortes Valencianas de manera directa en sus comarcas. Un porcentaje de conocimiento muy bajo que, además, divide a quienes aseguran conocer la propuesta porque solo un 52,3% cree que se trata de una buena idea. La otra mitad rechaza la iniciativa o no se atreve a opinar sobre la misma.

La estrategia del Gobierno valenciano en materia de financiación autonómica tampoco queda clara entre el electorado, que solo parece dejar claro que no quiere más problemas a costa de esta cuestión.

A pesar de que el Consell lleva meses insistiendo en que su problema para cuadrar las cuentas es la deficiente financiación autonómica, un poquito más de la mitad de los consultados no está de acuerdo con la idea de que “la Comunidad Valenciana está actualmente infrafinanciada y por eso el Gobierno valenciano tiene que recurrir al déficit para garantizar servicios básicos a los valencianos”. La puntuación es del 4,8 siendo 0 el total desacuerdo y 10 el acuerdo total.

En cambio son más (5,7) quienes piensan que el Consell debería reclamar un fondo transitorio hasta que se resuelva el problema de la infrafinanciación. Puntuación que desciende al 4,4 cuando se pregunta a los ciudadanos si el Consell debería “crear un problema” para lograr una mejor financiación y aumenta al 7,5 si se les propone a los encuestados no crear un problema y negociar.

La decisión de estimular el discurso identitario, buscando la confrontación con quienes defienden la unidad lingüística del valenciano y el catalán, tampoco parece haber cosechado buenos resultados. Un 71,6% de los valencianos afirma no haberse enterado de la polémica desatada por la definición de “valenciano” en el Diccionari Normatiu de la Acadèmia Valenciana de la Llengua, pese a que el 52,3% cree, contrariamente a la definición del diccionario, que el valenciano es una lengua diferente del catalán.

La gran decisión de esta legislatura, el cierre de Ràdio Televisió Valenciana (RTVV), no se somete a la aprobación de los ciudadanos, aunque sí se les interroga acerca de si estarían dispuestos a pagar más impuestos porque se reabriese Canal 9 y la respuesta es obvia: no. La puntuación es del 2,1 siendo 0 el desacuerdo total con la propuesta y el 10 el acuerdo total.

Otra de las iniciativas planteadas por Fabra, la liberalización de horarios comerciales tampoco levanta pasiones. El 45,5% no se siente implicado, el 32, 3% cree que le favorece (probablemente los consumidores) y un 21,2% piensa que le perjudica (casi con seguridad los pequeños comercios y los empleados afectados).

De todas las iniciativas estrella del Consell, la que más éxito parece cosechar es el de la implantación del trilingüismo en el sistema educativo, ya que un 68,5% declara que preferiría matricular a sus hijos en este modelo.