Rubalcaba equipara en Barcelona al PP y CiU, aunque “se peguen con las banderas”

Alfredo Pérez Rubalcaba subió ayer el tono de la campaña en Cataluña y equiparó el nacionalismo del Partido Popular y el de Convergència i Unió. “Para hablar de los problemas de los catalanes, cada uno levanta su bandera y le pega al otro con la suya, pero tienen intereses comunes, y para eso no hay problemas de visión de patrias”, dijo el secretario general del PSOE ante más de 400 personas en Badalona.

En esa ciudad, la tercera más poblada de Cataluña, gobernaron los socialistas durante 28 años, hasta que en 2011 el PP ganó las elecciones y accedió a la alcaldía el polémico Xavier García-Albiol, lo que sirvió a Rubalcaba para ilustrar su acusación de que eso no hubiera sido posible sin el apoyo de los nacionalistas catalanes

El de ayer fue el segundo y último mitin de Rubalcaba en Cataluña en la campaña, y el líder del PSOE aprovechó para insistir en la situación creada tras el órdago de Artur Mas. “Entre Cataluña y España existen problemas de convivencia”, dijo, antes de elogiar la actuación de los socialistas españoles y catalanes en la defensa del autogobierno de Cataluña desde la restauración de la democracia. “Nosotros siempre hemos estado en todos los procesos, pactos y leyes. Nadie ha hecho más que nosotros porque esta tierra tenga autonomía, nadie ha hecho más por su gente”, dijo Rubalcaba.

A renglón seguido, el líder del PSOE cargó, sin citar a ningún partido, contra “los que se quieren ir de España”, y alertó de que su aliado es la abstención. Por eso reclamó el voto para los socialistas, “para que ganen el diálogo y la convivencia en Cataluña y en España, porque nosotros queremos seguir viviendo juntos, el sur con el norte de España”.

El líder del PSOE cargó, sin citar a ningún partido, contra “los que se quieren ir de España”

Rubalcaba verbalizó el buen momento que atraviesan las relaciones entre el PSOE y el Partit dels Socialistes (PSC) y, como ya hizo el pasado domingo en Tarragona, agradeció el apoyo que siempre han prestado los catalanes a su partido hermano. Un ejemplo de todo ello es el sistema universal de salud que instauró Ernest Lluch, uno de los pilares que ahora quiere desmontar el Gobierno de Rajoy. “Nunca han creído en ello, ni en el sistema educativo público, ni en el de pensiones, ni en la negociación colectiva”.

Rubalcaba obvió la reforma federal de la Constitución que propone el PSOE, aunque Pere Navarro, el líder del PSC, sí se refirió y replicó con ironía a las críticas vertidas ayer por el presidente de Esquerra Republicana, Oriol Junqueras, quien dijo que cuando oía esa palabra se ponía a temblar. “Sí, sí, que tiemble, porque el federalismo ha venido para quedarse, en Cataluña, en España y en Europa”, dijo Navarro.

Rubalcaba coincidió haciendo campaña en Barcelona con el candidato de los liberales europeos a presidir la Comisión Europea, el belga Guy Verhofstadt. Este acudió a la capital catalana para apoyar a Convergència i Unió y al presidente de la Generalitat, Artur Mas, en un acto que los nacionalistas interpretaron como un apoyo al plan soberanista. Sin embargo, Verhofstadt midió mucho sus palabras. El también exprimer ministro belga pidió diálogo y que se tenga en cuenta “de una manera u otra” la opinión de los catalanes sobre su futuro, y reiteró que la UE no debe intervenir porque compete a Cataluña y España. Eso sí, el líder liberal criticó la manera en que se han posicionado sobre la cuestión catalana tanto el presidente de la Comisión, José Manuel Durão Barroso, como Jean-Claude Juncker, candidato del PPE a sustituirle. “Esto no puede pasar”, exclamó.

Mas obvió que Verhofstadt no apoyó explícitamente la consulta y le definió como “un amigo de Cataluña”. Convergència Democràtica sí logró el mes pasado que la Internacional Liberal aprobara una declaración en la que se comprometía a apoyar “cualquier decisión” de los catalanes sobre su futuro.