“El pacto con Abel Caballero tiene vocación de continuidad”

Tras siete años de desgaste en un intercambio de golpes con el alcalde de Vigo, Abel Caballero, José Manuel Figueroa (Mos, 1961) ha sorprendido con su apoyo a los presupuestos del gobierno socialista, en minoría. El presidente del PP local y portavoz municipal reivindica su autonomía para hacerlo en defensa de la ciudad y no niega la posibilidad de prolongar el entendimiento.

 Pregunta. El pacto ha ha causado gran sorpresa

Respuesta. Es un pacto por Vigo, un pacto presupuestario muy concreto, donde están definidos los proyectos que hemos acordado. Y eso es importante, porque no estamos hablando de cualquier cosa, sino del futuro de Vigo para los próximos 20 años, con el hospital, la depuradora, la estación del AVE, el transporte metropolitano, la Ciudad de la Justicia … Es un acuerdo que entendemos imprescindible, porque esos proyectos se podían poner en peligro al no tener mayoría el gobierno local. En un momento de crisis no se entiende la confrontación de la clase política.

P. Muchos de esos asuntos no son presupuesto. ¿Es algo más que un pacto presupuestario?

R. Un pacto presupuestario no se puede ceñir a números, aquí hay personas. Y no hay por qué tener miedo a limitar las cosas. Si las cosas van bien y el alcalde sigue presentando proyectos importantes, vamos a apoyarlos. El mensaje es claro: el PP está aquí para colaborar, dejar a un lado el partidismo y pensar en un acuerdo por Vigo.

"Somos libres y haremos lo que consideremos oportuno en cada momento".

P. Es decir, que no le niega vocación de continuidad.

R. No se le puede negar. Somos libres y haremos lo que consideremos oportuno en cada momento. No estamos atados y nuestro único compromiso es con Vigo. Ya estamos tomando iniciativas de nuevas gestiones. Y muchas son posibles porque tenemos un presidente de la Xunta comprometido con Vigo. Le he dicho al alcalde que, para que esto adquiera normalidad, no valen los enfrentamientos continuos con el presidente. No lo vamos a permitir, por respeto al presidente y porque es el que más ha invertido nunca en Vigo. La confrontación es de otra época. La forma de hacer política es la cooperación y el interés general.

P. ¿Qué visos de continuidad cree que tiene el pacto?

R. Cuando llegue el momento se hablará, pero no tienen que ser malos los acuerdos puntuales entre los partidos mayoritarios, sino todo lo contrario, porque las mayorías son cada día más difíciles y hay que entenderse. Un gobierno como el de Vigo no puede estar en minoría, necesita estabilidad.

P. ¿Cree que se ha entendido su postura?

R. Sí, creo que hemos acertado plenamente. Hay que explicarlo, la gente al principio es escéptica, pero, poco a poco, cuando se explica, algunos no estarán de acuerdo, pero la mayoría, sí. Y tengo una experiencia muy clara. Cuando estábamos en la oposición, con el apoyo del BNG se pudo llevar a cabo una moción de confianza, y en aquel momento el PP se consolidó. Y los más escépticos se transformaron en los más leales. De “estáis locos” pasaron a decir: “yo ya decía que esto era lo mejor”.

P. Respecto al aeropuerto, la postura del PP ha cambiado.

“No daremos ni medio paso atrás en el rechazo a la reforma de la justicia”

R. El PP ha visto que si los demás dan subvenciones, tendremos que hacer todos lo mismo. No puede ser que un billete cueste dos o tres veces más en un aeropuerto que en otro. Pero nuestro criterio es que no se den y que regule el mercado.

P. Convirtió el hospital en simbólico en la negociación, pero al final el acuerdo no lo cita.

R. El alcalde dice que si una empresa pide una instalación de abastecimiento, saneamiento o fluido eléctrico, o se la da o prevarica. Y eso es así. En el acuerdo aparece porque se remite a la ficha del Plan General. Y seamos serios: la gente no entendería que no hubiese un acuerdo porque se cite o no una palabra.

P. Para el BNG, esto es un pacto de silencio por el caso Patos.

R. Algunos intentan confundir y manipular a la opinión pública. Una cosa no tiene que ver con la otra. Hay un caso abierto y hay que dejar trabajar al juez.

P. Feijóo habla del pacto como si no le agradara.

R. Nosotros tenemos una estructura, conmigo como miembro del comité de dirección regional, vicepresidente provincial y presidente en Vigo, donde tenemos 6.500 afiliados y casi 67.000 votos. Tenemos comunicación directa en el partido, y el presidente a mí lo que me ha dicho es que yo soy el presidente, conozco Vigo mejor que nadie y máximo respeto a lo que yo haga. Y se lo agradezco, porque me da autonomía y una responsabilidad tremenda. Esto no termina aquí, ha empezado. Sé perfectamente que quien debe rendir cuentas soy yo.

P. ¿Y por qué no reivindica esa autonomía para nombrar candidato? A usted Feijóo no termina de confirmarlo…

R. También la ejercemos: el partido en Vigo será escuchado. No, yo estoy convencido de que vamos a llegar a un acuerdo para buscar al mejor para este momento.

P. ¿Qué perfil debe tener el candidato?

R. Ante todo, conocer muy bien la ciudad, que es compleja y con muchos proyectos en marcha, y tener el respaldo de las instituciones donde gobierna nuestro partido, y creo que eso se da tanto con Louzán como Pastor o Rajoy, y también por supuesto con Feijóo. Y tiene que tener una dedicación plena a la actividad municipal, porque es frenética y genera una serie de trabajos, de horarios desorganizados y de estar las 24 horas del partido.

P. ¿Eso descarta a aspirantes con actividades empresariales como Javier Guerra?

R. No, son inconvenientes. Javier Guerra es una persona de mi absoluta confianza, amigo personal y un gran exconselleiro. Todo lo que pueda decir de él es positivo. Yo lo conozco muy bien y puede estar donde él quiera.

P. ¿Se incluye usted entre los posibles aspirantes?

R. Ya he dicho que hasta después de las europeas no se habla de este tema, que solo se ha comentado muy por encima, porque he hablado con mucha gente del partido para saber lo que piensa, sé lo que piensa la gente, que tiene simpatía y cariño. Yo en este caso me siento respetado, pero la decisión de un candidato tiene que ser consensuada y lo único que puedo decir es que la junta local y yo seremos escuchados.

P. El alcalde pide que el Tribunal Superior de Justicia de Galicia se desdoble o se traslade a Vigo. ¿Lo comparte?

R. Nosotros no aceptamos la propuesta de Gallardón, esperemos que se corrija. Vigo es un lugar singular, con muchas excepcionalidades, con 80.000 casos y un peso importante. Habíamos llegado a una situación de normalidad. No hay problemas. Y cuando no los hay, no los crees. Vamos a defender el partido judicial de Vigo, pero sin meternos con los demás. El proyecto no es bueno y hay que devolverlo. Y espero que con la presión que estamos ejerciendo se pueda reconducir. La excepcionalidad de Vigo tiene que contemplarla el ministro sí o sí, y si no lo hace no daremos medio paso hacia atrás, aunque sea nuestro compañero de partido. Y no tiene ningún sentido ni se puede plantear que un solo ciudadano tenga que plantear un recurso de Vigo y llevárselo a A Coruña, es que no tiene ningún sentido. Y sobre todo con las nuevas tecnologías.