El susurro de Josh Rouse y el jazz de Javier Colina

¿De verdad quieres estar enamorado? es la pregunta que se hace Josh Rouse en la banda sonora de la película La gran familia española. Con ella, en inglés, por supuesto, Do you really want to be in love?, se llevó un Goya a la mejor canción en la última gala de los premios del cine español. Le ha servido al cantautor para hacerse más conocido en España, donde ya acarreaba cierta fama.

Rouse actúa mañana y se antoja como uno de los más interesantes conciertos de un fin de semana que vuelve a estar marcado por los fastos del Festimad, que ya concluye. Josh Rouse es el cantautor de maneras reposadas y voz limpia. Puede gustar igual a rockeros como a más adictos al pop. A veces tiene maneras de crooner, y otras puede recordar a Jonathan Richman muchas a Steve Forbet, a Dylan, a Tom Petty o James Taylor. Americana, en cualquier caso, pues para algo tenía que haber nacido en Nebraska hace 42 años y haberse criado en Texas.

Gracias a que lleva varios años viviendo en Valencia, Rouse ha sabido enganchar con cierta parte de la peculiar idiosincrasia española, y por eso es frecuente verle también en festivales y salas que a lo largo del año se celebran por estos pagos. Está pendiente que se atreva a cantar alguna vez más en español con ese gusto exquisito que posee.

La edición 2014 de Festimad (Festival Independiente de Madrid) llega a su fin aglu­tinando bajo su paraguas actuaciones de lo más variopintas. Desde el lado de la canción de autor, destaca que mañana cuenten con el gaditano Carlos Chauen, acaso el más destacado de su generación. Desde la solidaridad, el en­cuentro que mañana y pasado amenizará La Coctelera Sónica para recaudar fon­dos por Haití. Está plataforma de músicos intenta poner en valor la vida na­da fácil de los artistas que no entran en los grandes circuitos comerciales pero que atesoran talento a raudales. Por ella pasan cantantes, instrumentistas y autores como Luis Auserón, de Radio Futura, José Mari Guzmán, de Cadillac y C.R.A.G, Patacho e Iñaki, de Glutamato Yeyé, Fernando Martín, de Despera­dos y muchos otros con gran respeto por la historia de la música española de to­das las épocas a la que rinden homenaje en cada presentación. Estos dos con­ciertos que ofrecen por Haití irán acompañados de la proyección de varios do­cumentales que cuentan esa parte de la cultura popular española.

En el apartado de jazz, Festimad hace suyo el ciclo que se viene de­sa­rro­llan­do en el Círculo de Bellas Artes que hoy recibe a L.A.F.F., una formación cuyas siglas responden a Laboratorio de Amigos de la Fusión Flamenca y que no pueden expresar mejor lo que intentan llevar a los escenarios. Lo más vanguardista y atípico puede que sea la actuación de Galactic Folklore esta noche en la Galileo. En ese nombre se funden dos propuestas bien distintas, la de La Orquesta Pinha y la de Dwomo. Por cierto, La Orquesta Pinha, ya sola, estará el domingo amenizando la hora del vermú en el Bar La Flecha, de Colmenarejo.

La de Marc Ford, antiguo componente de The Black Crowes, es otra de las atracciones del fin del Festimad. Llega mañana acompañado de su hijo. Pero hoy habrá rock con estruendo en Arena, con los alemanes De Vision; y el apretado programa de la sala We Rock, por donde andarán Soldier, Phobos Preacher y otros. Además, los salmantinos Lullaby se dejarán ver por el Contraclub. Mañana en otras salas alternativas como El Perro de la Parte de Atrás del Coche y el Honky Tonk recibirán a Los Ruidos, Motel Calor, Descarria2 y otras figuras emergentes del rock patrio.

Y ya también fuera de la programación del Festival Independiente, el jazz se rendirá a la enorme figura del contrabajista español Javier Colina. Con su cuarteto, este músico que ha tocado con muchos de los grandes del jazz latino y del jazz internacional pasara dos noches en el Bogui, templo del género en la ciudad.