La crisis no se apea del transporte
Los viajeros del metro de Madrid siguen cayendo en los últimos meses mientras en otras ciudades ya crecen El desempleo influye, pero también tarifas y servicio
El metro de Madrid sigue perdiendo viajeros. Si bien lo hace a menor velocidad que el año pasado, lo cierto es que los trenes subterráneos de otras ciudades han aumentado las cifras en los últimos seis meses registrados por el INE (comparado con el mismo periodo de un año antes), mientras que el madrileño ha registrado 7,3 millones de viajes menos (un 2,4%). Entre septiembre del año pasado y febrero de este (distintos análisis colocan en torno a octubre el inicio de brotes verdes económicos en España) han crecido los viajeros del Barcelona (2,5%), Sevilla (1,8%) o Valencia (1,59%).
Los especialistas explican que variables como la demografía de la ciudad, la crisis económica o la extensión de la red tienen mucho que ver con esos datos. Pero algunos expertos también aluden a la subida de tarifas en Madrid, los recortes de frecuencia de los trenes y la sucesión de averías que tienen soliviantados a miles de viajeros desde hace ya muchos meses. Unas razones —las económicas y las de pérdida de líneas acompañada de subida de tarifas— que también sirven para interpretar la menor recuperación de los usuarios de autobús en la capital (los de la EMT) respecto a otras grandes ciudades: un crecimiento del 2,9% frente al 5,7% de Sevilla o al 6,5% de Barcelona.
En Metro de Madrid, los portavoces hablan, sobre todo, del impacto de la crisis: “Damos servicio a zonas industriales en los que la caída de la actividad se nota más”. Destacan, en todo caso, cómo se ha amortiguado la caída en este principio de año y auguran además mejorías a tenor de los datos que ellos ya de marzo (hay una subida interanual, pero que en realidad es bajada del 2,2% si se descuenta el efecto de la Semana Santa, que en 2013 fue en aquel mes). Si se comparan los meses de febrero de los últimos años, la imagen es muy parecida: el subterráneo capitalino ha visto reducidos el número de viajes un 2,6% con respecto a 2013 y un 14% respecto a 2012; mucho más que en Sevilla (-0,8% y -5,9%, respectivamente) y Barcelona (1,6% y -8,4%).
Precisamente, un portavoz de la empresa Transporte Metropolitano de Barcelona (TMB) insiste en recordar que los mismos meses de distintos años pueden ser muy diferentes, por ejemplo, si la Semana Santa cae en marzo o en abril, o si se trata de un febrero bisiesto, de 29 días, como ocurrió en 2012. “Un día más suponen muchas decenas miles de viajes”, dice el portavoz. Pero lo cierto es que aquel 2012 fue bisiesto en todas las ciudades y, aun así, los resultados fueron distintos.
El autobús se recupera,
Lo que claramente no ha sido homogéneo es el comportamiento económico, al que unos y otros otorgan un peso muy importante al analizar las cifras en el transporte. Así, mientras que en la provincia de Barcelona había un 2% más de ocupados en el último trimestre de 2013 (último dato disponible) que en el mismo trimestre de 2012; en Madrid había un 3% menos. También el turismo es un factor importante: en los últimos seis meses el número de pernoctaciones creció un 4,2% en la provincia de Barcelona y un 3,2% en Madrid.
En cuanto al impacto de la caída de población que mencionan expertos como el profesor de Escuela Superior de Ingenieros de Caminos de la UPM Ángel Aparicio, la comparación solo se puede hacer entre enero de 2012 y de 2013 (último dato publicado). En ese tiempo, la población de Madrid cayó un 0,8%, la de Valencia y Barcelona un 5,5%, y la de Sevilla un 0,3%. El profesor de Economía de la Autónoma de Madrid Pablo Martín Urbano explica que Madrid es más dependiente del transporte público —“Cuando cae la actividad se resiente más”, dice— y ha mostrado síntomas de recuperación del empleo menor que en otras partes.
La frecuencia del trenes se ha visto reducida un 25%, asegura UGT
El responsable de Transportes en Madrid de la UGT, Antonio Oviedo, añade que la extensión del tren de Cercanías a la Puerta del Sol también ha restado viajeros, sobre todo teniendo en cuenta la subida de tarifas. Si antes, al llegar a Madrid desde otra localidad, “para un trayecto de 20 minutos o media hora se cogía el metro o el autobús, ahora se va andando”. Y el profesor Martín Urbano añade: “No sería ajena la situación también a la política tarifaria al alza y restrictiva aplicada en algunos modos de la Comunidad de Madrid, especialmente el metro, lo que podría estar significando menor uso del transporte colectivo, reduciendo desplazamientos de ocio y compras o la utilización de otros medios como la bicicleta, a pie o el vehículo privado”.
Aunque en 2014 se ha congelado, el precio del transporte en metro y autobús urbano ha sufrido enormes subidas en los últimos años. Primero, el billete sencillo subió un 50% (pasó de un 1 euro a 1,5), los abonos subieron un 11% en mayo de 2012 y otro 2% en septiembre y, aunque el billete sencillo se congeló en 2013, el abono transporte volvió a aumentar su precio una media del 4,6%.
Lo cierto es que, aunque no tanto como en Madrid, las tarifas han aumentado en otras ciudades —en Barcelona, por ejemplo, hay un fuerte movimiento de protesta por un importante aumento aprobado este año—. Pero en el caso de Madrid, además, ha venido acompañado de pérdida de frecuencia de trenes y de averías que han deteriorado el servicio. Según Antonio Oviedo, la frecuencia de los trenes de Metro de Madrid se ha reducido un 25%. El pasado noviembre, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) calculó que el 19% de los trenes de metro llegaba tarde.
Además, se multiplican las quejas por el número de escaleras mecánicas que están rotas durante semanas. “Esto no es ninguna tontería. Muchos viajeros, sobre todo con movilidad reducida, les puede resultar más cómodo ir en autobús en lugar de arriesgarse a tener que subir o bajar a pie”, dice Fernando de Córdoba, autor de blog Ecomovilidad.net. Aunque en el caso del autobús, también se han perdido 192 vehículos (el 10% de la flota) en tres años, el pasado septiembre se eliminaron los metrobúhos (servicio que recorría por la noche los mismos trayectos que el suburbano) y en enero hubo una nueva reducción del servicio en domingos y festivos.
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