LAB da otro toque de atención a ELA

No es la primera vez. La relación entre los dos sindicatos nacionalistas vascos, ELA y LAB, no es mala, pero cada vez más, se alejan en temas sindicales para coincidir sólo en los políticos. La secretaria general de LAB, Ainhoa Etxaide, ha afirmado este jueves que sería deseable la unidad de acción con ELA, pero no lo ve factible por la diferencia de fondo en las estrategias sindicales que siguen una y otra formación.

En una entrevista concedida a Europa Press, Etxaide dijo que “no ayuda” en absoluto en el camino hacia esa concertación sindical el hecho de que el sindicato de Adolfo Muñoz firme en la empresa lo que él mismo dice que es imposible firmar en el ámbito sectorial, o que en definitiva “no priorice la defensa del empleo, cuando se negocia un convenio”. Aunque Etxaide no responsabiliza al sindicato de Muñoz de la “apuesta patronal de desregular totalmente las relaciones laborales”, imponiendo un modelo antidemocrático, que no frena la destrucción de empleo y “que empeora el poder adquisitivo y las condiciones laborales de la clase trabajadora, en beneficio de unos pocos”, cree que sería deseable una unidad de acción en defensa de “todos los ámbitos de negociación”.

“Es sabido que tenemos estrategias sindicales diferentes”, ya que LAB apuesta por todos los ámbitos de negociación y por unos contenidos mínimos que deben de respetar esos convenios tanto en el ámbito sectorial como en el de empresa, mientras que ELA, aunque “teóricamente defiende todos los convenios, en la práctica apuesta por el ámbito de empresa”.

Las críticas al sindicato que lidera Adolfo Muñoz también han llegado desde CC OO y UGT

Tampoco ayuda, en opinión de Etxaide que ELA relativice algunas reivindicaciones cuando se llega a la empresa. “Firmar en la empresa lo que es imposible firmar en el ámbito sectorial o no priorizar la defensa del empleo cuando se negocia un convenio, son obstáculos con los que nos encontramos más veces de lo que quisiéramos” añadió la secretaria general del sindicato de la izquierda abertzale.

Una crítica que también han verbalizado CC OO y UGT, que acusan, más abiertamente al sindicato ELA de perseguir de forma casi exclusiva el crecimiento de su estructura en detrimento de la cobertura sindical de los empleados de las pequeñas empresas que sólo cuentan con los convenios provinciales o sectoriales para mejorar sus condiciones y no quedarse a la intemperie. Para la secretaria general de LAB estamos ante un problema “político” y, por tanto, es hora de abordar “un debate sobre el nuevo modelo de relaciones laborales, un nuevo modelo que no se puede construir limitándonos al ámbito de la empresa”, criticó.

No es la primera vez que las dos centrales hacen públicas sus discrepancias. ELA fue acusada hace una década de desleal al canibalizar a los afiliados de LAB en las huelgas largas, debido a la potente caja de resistencia con la que el sindicato de Muñoz podía resistir las huelgas ofreciendo salarios de más de mil euros a los huelguistas.

La negociación colectiva en Euskadi sigue totalmente bloqueada. El año 2013 terminó con 350.000 trabajadores vascos, el 60,3 % del total de empleados, sin tener renovado su convenio, debido a la pérdida de vigencia por la aplicación de la reforma laboral, según datos del Consejo de Relaciones Laborales (CRL) de Euskadi. Al finalizar el año, esta situación era más favorable en el ámbito de empresa que en el sectorial, con un 41% y 65,6% pendiente de renovar.

Tanto CC OO como LAB y UGT están convencidos de que de contar con ELA para luchar por los convenios sectoriales la situación no sería la misma.