El Consell afronta una deuda de 3.100 millones a proveedores sin cobertura
Moragues, asume que necesita un ingreso extraordinario para equilibrar las cuentas
El Gobierno valenciano tendrá que afrontar este año una deuda a proveedores que ronda los 3.100 millones de euros sin que exista ningún mecanismo previsto por parte del Ministerio de Hacienda que permita a la Generalitat poner el contador a cero y regularizar los pagos pendientes.
El Consell liquidó los presupuestos de la Generalitat de 2013 con unas obligaciones pendientes de pago de 4.959 millones de euros, aunque el abono el pasado mes de febrero del segundo tramo del plan de pago a proveedores habilitado por el Gobierno permitió reducir la deuda acumulada. El problema estriba en que el mecanismo extraordinario habilitado por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, para que las comunidades autónomas pusiesen al día el pago a sus proveedores en 2012 y 2013 no se renovará en 2014. Si en el año 2012 la Generalitat recibió créditos extraordinarios por importe de 6.602 millones de euros y el año pasado los préstamos del Gobierno fueron de 2.778 millones, para 2014 no hay previstos mecanismos especiales.
El consejero de Hacienda, Juan Carlos Moragues, admitió que “para reducir la deuda comercial será necesario convertirla en deuda financiera —una línea crediticia como la abierta por el Gobierno en los planes extraordinarios de pago a proveedores ya extintos— o aumentar los ingresos”. Una situación que se fía, fundamentalmente, a la mejora de la financiación autonómica.
Esta cantidad pendiente incluye la deuda generada por los contratos con los distintos proveedores entre el 1 de junio y el 31 de diciembre de 2013 y, sobre todo, las subvenciones pendientes de pagar a Ayuntamientos y otras entidades que fueron excluidos de las líneas de crédito del Ministerio de Hacienda. La cifra incluye también 300 millones de euros de atrasos en el pago a la Agencia Tributaria y otros 200 de pagos pendientes a la Seguridad Social.
La reducción del apoyo del Gobierno obliga a cerrar el presupuesto en rojo
“Necesitamos un ingreso extraordinario para equilibrar las cuentas”, admitió Moragues, que reconoció el lastre que supone esa deuda para cumplir con la ley de Deuda Comercial que prepara el Gobierno de Mariano Rajoy que obligará a pagar a 30 días a los proveedores. “Todavía no se ha aprobado porque todavía hay que definir la figura del proveedor y saber si hay un periodo transitorio”, indicó.
La retirada paulatina del apoyo financiero extraordinario del Gobierno al Consell se refleja en la liquidación de las cuentas de 2013. El ejercicio se cerró con un déficit de 561,7 millones de euros porque los créditos del Gobierno se redujeron en 2013 respecto a 2012 y no se cubrió todo el gasto realizado. El cierre del presupuesto del año pasado con déficit no deja de ser una paradoja porque las cifras son mejores que las del año anterior, que se cerró con un superávit de 380 millones gracias al chorro de créditos del Ministerio de Hacienda.
Sin embargo, el cierre del presupuesto revela también por qué el consejero de Hacienda intenta convencer a Montoro de que abra una línea de financiación para cubrir los déficit acumulados y no autorizados de los últimos ejercicios.
“Estos datos pueden hacer erróneamente creer que nuestra gestión no está siendo acertada”, prosiguió el consejero de Hacienda, “cuando lo realmente importante es que la Comunidad Valenciana ha cerrado con un déficit del 2,33% del PIB, lo que supone un descenso del 41% respecto al de 2012”.
La liquidación del presupuesto, que se publicará el próximo lunes en el Diari Oficial de la Comunitat Valenciana (DOCV), también refleja la disminución de las facturas guardadas en el cajón (aquellas que están a la espera de cobertura presupuestaria o los gastos que se pagan de manera plurianual y fraccionada como el plan de inversiones de las universidades) que se rebajan en de 3.750 a 3.200 millones de euros en la Administración general —y de 5.765 a 4.078 en el presupuesto consolidado que incluye el sector público empresarial de la Generalitat—.
Unos datos que llevan a los responsables de la Consejería de Hacienda a mostrarse moderadamente satisfechos, porque la situación sigue siendo grave pero no desesperada.
El gasto se redujo en 1.400 millones
El esfuerzo del Consell por recortar el gasto de la Administración valenciana se cifró el año pasado en casi 1.400 millones de euros. Una reducción muy importante que se logró mediante la poda del capítulo de gasto corriente, el volumen de subvenciones, las inversiones y transferencias corrientes en casi todos los departamentos de la Generalitat, y la práctica congelación de la masa salarial.
Si en el año 2012, el Gobierno que preside Alberto Fabra gastó 4.384 millones de euros más de los que ingresó, el año pasado el gasto superó a los ingresos en 3.016 millones. El esfuerzo, sin embargo, parece haber llegado a su límite a no ser que se quiera poner en riesgo la prestación de servicios fundamentales. Ello explica las reticencias de Moragues a asumir el objetivo de déficit del 1% para 2014 que pretende fijar el Gobierno en la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera que tendrá lugar tras las vacaciones de Semana Santa. El Consell sabe que no es posible pasar de un déficit del 2,33% a otro del 1% por la vía de nuevos recortes de más de 1.000 millones de euros. De ahí la insistente exigencia al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para que mejore los ingresos que recibe la Comunidad Valenciana en el nuevo sistema de financiación con carácter retroactivo a 1 de enero de este año o, en su defecto, que establezca un mecanismo extraordinario de compensación.
El problema para Fabra, sobre todo tras las palabras pronunciadas por Rajoy el pasado fin de semana en Valencia, es que el nuevo sistema de financiación difícilmente estará aprobado antes de 2015. Con lo que la alternativa del Consell pasa por permitir que el Ministerio de Hacienda le permita seguir jugando a base de patadón hacia adelante.
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