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PSOE e IU intentan evitar la ruptura del Gobierno de coalición

El realojo no pactado de 22 familias en viviendas públicas desata una crisis

Lourdes Lucio

Nadie imaginaba que la primera crisis de Gobierno de PSOE e IU en Andalucía surgiría por un asunto estrictamente local, el realojo de 22 familias de la llamada corrala La Utopía, que desde hacía casi dos años ocupaban de manera ilegal un edificio propiedad de Ibercaja en Sevilla. El domingo fueron obligadas a abandonar el edificio por la policía y acamparon a las puertas del Ayuntamiento. Estas familias han contado durante todo este tiempo con el apoyo de la Consejería de Fomento, dirigida por Elena Cortés (IU), y aunque el PSOE no aplaudió este respaldo, tampoco mostró un rechazo público contundente. La política contra los desahucios es una de las principales banderas de IU en el Ejecutivo autónomo, en una consejería con un capítulo de inversión escuálido por las fuertes restricciones presupuestarias.

Durante más de 12 horas, socialistas e Izquierda Unida intentaron negociar una salida a la crisis para evitar la ruptura de la coalición de izquierdas. La reunión terminó pasadas las diez de la noche sin acuerdo aunque por el momento sin choque de trenes. Con cara seria, el consejero de la Presidencia, Manuel Jiménez Barrios, reconoció que la negociación “es compleja”. El coordinador de IU, Antonio Maíllo, también muy escueto sostuvo: “No hay acuerdo, se mantienen las discrepancias”. Este viernes proseguirán los contactos. Socialistas e IU prefirieron no hacer valoraciones para no enturbiar la negociación, aunque fuentes conocedoras de las conversaciones aseguraban que el pacto de gobierno no corría peligro. “Estamos tejiendo y detejiendo como Penélope, queremos hacer las cosas bien”, aseguraron.

Por la mañana en la sesión de control del Parlamento, la presidenta de la Junta, Susana Díaz, esgrimió razones de legalidad. “Tenemos que hacer las cosas de otra manera, dentro de la ley”, advirtió a una pregunta del portavoz de IU, José Antonio Castro. Ambos revistieron de normalidad el fuerte enfrentamiento. “Pilote el barco para que llegue a buen puerto”, le instó Castro, descartando una ruptura de la coalición.

La negociación se desarrolló en medio de fuertes reproches y con un golpe de autoridad de Díaz encima de la mesa. La socialista firmó un decreto por el que retiraba provisionalmente a Fomento la facultad de adjudicar viviendas del parque público de la Junta. Lo rubricó, pero no lo publicó en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía. Su intención inicial fue destituir al viceconsejero de Fomento, José Antonio García Cebrián, cuyo teléfono móvil corporativo estuvo fuera de servicio durante gran parte del miércoles, y después pretendió la retirada total de las competencias de Vivienda. Ambas propuestas implicaban la ruptura del pacto de gobierno, advirtieron desde IU. La crisis cogió fuera de Andalucía a la consejera, invitada en un foro de la ONU sobre Vivienda en Colombia y Panamá.

El día anterior Fomento había decidido actuar unilateralmente y realojar a 10 de las 22 familias en viviendas de la Junta, en contra de la opinión de Díaz. A otras 12 les ofreció un alquiler privado. IU mantiene que actuó de manera legal porque no hubo ninguna adjudicación, sino que se trataba de un realojo temporal para familias en riesgo de exclusión. Los socialistas, por el contrario, sostenían que esta decisión podría incurrir en un delito de prevaricación, ya que no respetaba la concurrencia competitiva de otras familias en lista de espera para acceder a una vivienda.

Socialistas e IU estuvieron más de 12 horas reunidos, en una negociación tensa que tuvo que ser interrumpida para evitar el choque mayor. Díaz era informada por los suyos de los contactos. Por parte del PSOE participaron el consejero de la Presidencia, Manuel Jiménez Barrios; el secretario de Organización, Juan Cornejo, y el portavoz parlamentario, Mario Jiménez. Por IU asistieron el coordinador general, Antonio Maíllo; el vicepresidente de la Junta, Diego Valderas, y el portavoz parlamentario, José Antonio Castro, entre otros.

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“¿Por 10 viviendas está ocurriendo esto?”. La pregunta de un consejero del Gobierno andaluz reflejaba la perplejidad que embargó a muchos por el primer encontronazo público entre PSOE e IU en el Gobierno andaluz. Los socialistas cerraron filas con su líder y tenían claro que el pulso que, según ellos, lanzó Fomento no podía perderlo de ninguna manera Díaz.

El portavoz del Grupo Popular, Carlos Rojas, aprovechó el enorme embrollo entre los partidos de izquierda para acusar a Susana Díaz de “no ejercer su liderazgo”. “¿Quién manda en la Junta de Andalucía? Vaya espectáculo. Si va a retirar las competencias a Fomento, tiene que cesar [sic] a la consejera”, le espetó.

Esta crisis se produce a las puertas de unas elecciones europeas, el próximo 25 de mayo, en las que PSOE e IU compiten por un mismo electorado.

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