La familia de Ibar, entre la esperanza y el temor ante la apelación
El Tribunal Supremo de Florida, integrado por siete magistrados, celebra este martes la vista oral
La familia del vasco Pablo Ibar, condenado a muerte en Estados Unidos, se ha mostrado este lunes esperanzada, aunque temerosa, ante la audiencia de apelación que tendrá lugar el martes ante el Tribunal Supremo de Florida, después de que en 2012 se denegara en otra corte la revisión de la condena. La defensa de Ibar presentará ante el Supremo de Florida, integrado por siete magistrados, los argumentos clave de su recurso de anulación de condena y de repetición del juicio a Ibar, que lleva 20 años preso, 14 de ellos en el corredor de la muerte, en una cárcel de Florida.
"Pablo (Ibar) está muy positivo y esperanzado en que el Supremo de Florida le conceda un nuevo juicio, aunque es un asunto que da miedo, algo natural, porque no sabemos qué van a decidir" los magistrados, ha dicho Tanya, esposa de Ibar, mientras conducía hacia Tallahassee, donde tiene su sede el Supremo. La esposa del único español en el corredor de la muerte ha asegurado que Ibar "se merece definitivamente un nuevo juicio. Honradamente, no puedo ver cómo alguien puede decir que no merece un nuevo juicio", ha sostenido Tanya, quien contrajo matrimonio cuando él ya estaba en prisión.
Ibar, de 42 años, que tiene la doble nacionalidad española y estadounidense, fue condenado a muerte por el asesinato de tres personas, el dueño de un local nocturno y dos modelos, cometido en 1994. Su abogado, Benjamin Waxman, sostendrá ante el Supremo que el defensor de oficio que asistió al español en el juicio en que fue condenado, en el 2000, fue "ineficiente" al no presentar el testimonio de expertos, además de no tener las condiciones mínimas exigibles para llevar un caso que podría terminar en pena capital. "No sé si los magistrados del Supremo van a dictar a nuestro favor, pero deberían hacerlo, ya que tenemos los argumentos y hechos de nuestra parte", ha afirmado Waxman, quien ha comentado que Ibar "se encuentra muy bien de ánimo, muy esperanzado con los argumentos que vamos a presentar".
En la vista oral de apelación, que tendrá lugar en una de las salas del Supremo en Tallahassee, ambas partes, los letrados de Ibar y la representación del Estado, dispondrán de veinte minutos para presentar sus respectivos argumentos. La máxima instancia judicial de Florida analizará entonces el caso y emitirá un fallo, probablemente no antes de transcurrido un año, pero podrían tardar hasta dos años, ha puntualizado Waxman.
En caso de que el Supremo de Florida falle en contra, "buscaremos una nueva apelación y, si es denegada, presentaremos la petición ante un tribunal federal", ha explicado el letrado. El recurso contra el fallo judicial que rechazó la repetición del juicio en que fue condenado a muerte hará hincapié en la poca fiabilidad de la prueba determinante del caso: un vídeo en blanco y negro grabado por las cámaras de seguridad de la casa del dueño del club nocturno, en que aparecen dos individuos con el rostro cubierto buscando objetos de valor. Al final de la grabación se observa cómo uno de ellos se descubre la cara y, pese a la mala calidad de la imagen, la Fiscalía dijo en el juicio que correspondía a Ibar.
En 2009 testificó ante el juez Jeffrey L. Levenson, encargado del caso en un tribunal del condado de Broward, un experto facial británico que opinó que las imágenes eran demasiado borrosas y, por lo tanto, de ellas no se podía concluir que la persona que aparece fuese Ibar. El experto apuntó que la grabación jamás se habría aceptado en el Reino Unido como prueba en un juicio. El especialista en reconocimiento facial concluyó que la "calidad del vídeo era tal que no podía hacerse una identificación positiva" del autor del crimen -explicaba el juez en su decisión-, pero también "admitió que no podía descartar que el acusado fuese el asesino captado en el vídeo".
Uno de los argumentos expuestos por el juez del condado de Broward, al norte de Miami, para justificar su negativa a repetir el caso está relacionado con la fiabilidad de las imágenes grabadas por la cámara de seguridad en el momento de los hechos. Al respecto, el juez Levenson dijo en el escrito en que desestimó el recurso presentado por Waxman que el experto facial aportado por la defensa no afirmó que se pudiera descartar que el individuo que cometió el asesinato no fuera Ibar, por lo que dio por válidas las imágenes como prueba incriminatoria.
Además, Levenson rechazó considerar como válida la confesión en 2009 del abogado de oficio que defendió a Ibar durante el juicio, Kayo Morgan. Morgan confesó ante el juez que había cometido graves errores en todo el proceso de defensa, porque atravesaba un complicado periodo personal debido a los problemas de su esposa, que era drogadicta, y a su mala salud, con continuos cuadros depresivos y "neumonía, insomnio, asma, bronquitis y fatiga", según dijo en su comparecencia.
Ibar no estará presente en la audiencia de apelación, pero sí algunos de sus familiares, probablemente su esposa, Tanya; su padre, Cándido Ibar, y su hermano Michael.
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