Huelva aspira a beneficiarse también del acuerdo pesquero con Marruecos

A partir de este martes los barcos europeos tienen vía libre para regresar a Marruecos tras la entrada en vigor del acuerdo pesquero pactado con la UE y la superación de la parada biológica activa en el caladero norteafricano hasta hoy. El Golfo de Cádiz, saturado de barcos y con problemas en la rentabilidad de la capturas, quedará aliviado. Los sectores de Huelva y Cádiz, en calma tensa por el reparto de cuotas, se enfrentaban esta semana después de que un portavoz onubense reclamara al Gobierno una revisión del reparto. Los armadores gaditanos se niegan a perder su sitio en el caladero nacional y denuncian que gran parte de la culpa de la profunda caída de precios en el Golfo de Cádiz la tienen sus vecinos por poner en el mercado demasiado pescado con barcos sin control.

El vicepresidente de la Federación Andaluza de Cofradías de Pescadores y patrón mayor de Isla Cristina, Mariano García, había expresado su preocupación especialmente por la cuota del boquerón, ya que otras especies como la sardina no están sujetas a limitaciones. García ha afirmado que sería bueno que el Ministerio de Agricultura revisase este aspecto “ya que cuando los barcos se vayan para Marruecos quedaría más cuota para los que se quedan”. La cuota del boquerón había sido, no obstante, pactada en enero en un acuerdo que fue bien acogido por el sector onubense que faena en el Golfo de Cádiz. El pacto establecía que las capturas históricas desde 2005 a 2013 supondrían el 70% del reparto y el 30% restante se distribuiría por igual de manera lineal entre los barcos de cerco. El documento pactado también estableció que los barcos podían alcanzar acuerdos para poner una cuota común y gestionarla de manera conjunta. El sector había reclamado que la cuota de la cigala fuera más elevada, ya que esta, unida al precio del combustible, hacía que en muchas ocasiones “no saliera rentable salir a faenar”, remarca García.

Estas declaraciones a favor de un nuevo sistema de cuotas no sentaron nada bien entre el sector gaditano. “Barbate ha sido uno de los puertos más perjudicados en el último reparto”, ha recordado el presidente de la Asociación Barbateña de Empresarios Pesqueros, Tomás Pacheco. “Del 62% hemos pasado el 43%”. Barbate es uno de los pueblos más beneficiados del acuerdo pesquero con Marruecos con más de la mitad de las 44 licencias otorgadas a Andalucía. “Lo que tiene que hacer Huelva es controlar mejor las descargas no autorizadas y los barcos que salen y entran sin control porque están colmando el mercado de boquerones”, dijo el jueves pasado. Aquel día una caja de boquerones, cuyo umbral de rentabilidad está en nueve euros, se vendió a tres euros. “Con este dinero, pescar no nos sale a cuenta”, lamentaba Pacheco.

Este viernes Mariano García reiteraba que el acuerdo de pesca con Marruecos será “beneficioso” para el Golfo de Cádiz porque permitirá repartir “las mismas cuotas entre menos barcos”. “Es un acuerdo positivo con vistas a futuro porque es favorable tanto para los que se vayan a faenar a Marruecos como para los que se queden en el Golfo”, explicó. A pesar de que había pedido días atrás que se revisaran las cuotas en el caladero, ahora cree que ya no serán precisas más reuniones y que “el reparto está hecho”: “Si la cuota es de 7.600 toneladas, a cada barco le corresponde un 3%”. Isla Cristina y Punta Umbría son los puertos que faenan en el Golfo de Cádiz. La flota está compuesta por 40 embarcaciones y unos 400 marineros.

Por su parte, Ángel Mendoza, patrón mayor de la cofradía de pescadores de Punta Umbría (Huelva) expresó también su satisfacción por el desahogo que supone para los barcos que se queden en el Golfo de Cádiz. Además, Ángel Mendoza recordó que las cuotas que dejen de pescar los marineros que vayan a Marruecos “pasarán a formar parte de un fondo común” para su reparto, como se firmó y acordó por unanimidad con el Gobierno.

El regreso a Marruecos, posible a partir del 1 de abril, puede retrasarse algunas semanas más. Antes, debe reunirse la comisión mixta hispano-marroquí para perfilar detalles técnicos como el uso de luces o los nombres de los tripulantes marroquíes que deben enrolarse en los barcos.