“Nadie en la corporación nos escucha”

La caída de Fagor Electrodomésticos ha provocado un gran drama personal y social, además del problema de la desaparición de cientos de empleos. 747 asociados a la plataforma Ordaindu y otros 350 de Eskuratu —agrupan a los afectados por las aportaciones voluntarias de Fagor y Edesa, respectivamente— reclaman “una solución” a los 36,9 millones de euros que quedaron “atrapados” con el cierre de la cooperativa. Se han personado en el concurso de acreedores, pero luchan por recuperar el capital entregado a Fagor “por la vía del diálogo”, explica Kiko Martínez, ya jubilado tras 40 años de trabajo en Fagor.

Representantes de los dos colectivos se reunieron con el anterior presidente de la Corporación Mondragón, Txema Gisasola, quien les transmitió su “disposición a encontrar una solución”, pero tras su dimisión se han encontrado “sin un interlocutor” en MCC, ahora dirigido por Txomin García (Laboral Kutxa), Agustín Markaide (Eroski), Xabier Mutuberria (Orona) y Javier Sotil. “Nos enviaron a dos interlocutores que nos transmitieron que el problema de las aportaciones voluntarias no era una prioridad. Hemos pedido otra reunión con la cúpula directiva, pero nos ningunean totalmente. Nadie nos escucha en la corporación”, afirma Martínez.

Los afectados por las aportaciones voluntarias quieren evitar que la recuperación de su capital se resuelva en el concurso, dado que ese dinero está considerado como “créditos ordinarios” y sus propietarios serían los “penúltimos en cobrar”. El día 3 de abril se reúnen con el diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, y dos días después protestarán ante la asamblea general que Laboral Kutxa celebrará en el Kursaal.