La poderosa voz de Raimon gana el Premi d’Honor de les Lletres Catalanes
El galardón le ha sido concedido por su "papel fundamental" en la defensa de la cultura catalana
La causa soberanista catalana así como su cultura y su lengua quizá necesita más que nada internacionalización, una voz poderosa que lo difunda; y de las personalidades que más se la puedan facilitar hoy esté un hombre nacido en Xátiva en 1940, que iba para profesor universitario de Historia y el viento (algo muy ligado a él en su vida, jugando con el fenómeno meteorológico y el título de su primer disco) “se me llevó a otros lugares; y ahí aún sigo”, admite Ramon Pelegero i Sanchis, Raimon para el mundo, el primer cantautor que obtiene el reconocimiento del Premi d’Honor de les Lletres Catalanes que en su 46 edición le ha otorgado Òmnium Cultural.
“La mayor arma de los ciudadanos de naciones y lenguas pequeñas es internacionalizar lo que somos; desde que en 1966 actué en el Olympia de París me he movido por medio mundo cantando siempre en catalán, y con esa lengua he ido a Japón, Estados Unidos, América Latina, Europa y a un docena de ámbitos académicos; hemos de estar alerta porque hoy, más que nunca, hay una tendencia local y global a la homogeneización; está bien saber inglés y español, pero de aquí a dejar mi lengua como algunos pretenden… No, no, nuestra cultura no es para disfrutarla nosotros solos en una especie de jardín cerrado”, asegura Raimon.
“Ha sido una enorme sorpresa, no estaba en mi cabeza un reconocimiento así”, admite el cantautor
Es por ese “papel capital en la difusión de la lengua y la cultura catalanas y, sobre todo, en la defensa de la unidad de la lengua que ha hecho siempre él, que viene de la dificultad de reconocerse en su propia tierra”, afirma Anna Sallés, miembro del jurado, lo que les ha llevado a otorgarle el galardón y los 15.000 euros y la escultura de Ernest Altés. “Ha sido una enorme sorpresa, no estaba en mi cabeza un reconocimiento así”, admite el cantautor, feliz por compartir galardón “con gente que me ha hecho como soy, como Espriu y Fuster”.
No parece haber cambiado mucho Raimon hoy de ese joven que en 1958, en uno de los primeros actos públicos en los que se utilizaba el valenciano tras la guerra civil, se puso a leer a Ausiàs March y al poco, a cantarlo, con un rigor que ha sido siempre uno de sus sellos de identidad, hasta el extremo de ir a consultar al sabio Martí de Riquer sobre cómo debía interpretar y musicar sus versos decasílabos. “‘Tú hablas como March hablaba, o sea que adelante’, recuerdo que me dijo”, evoca. Sobre esas adaptaciones y versiones de poetas medievales catalanes como el propio March, Llull y Jordi de Sant Jordi, Raimon fue construyendo una voz propia hasta el extremo de convertirse en uno de los abanderados de la Nova Cançó y los famosos Setze Jutges.
En 1967 ya debutaba en solitario ni más ni menos que en Palau de la Música Catalana. Y desde entonces, sus actuaciones míticas (recital en el Palacio de los Deportes de Barcelona con el Franco agonizando, en 1975, y los cuatro de 1977 en el mismo escenario; el del Pabellón de los Deportes del Real Madrid en 1976….) formarán ya para siempre parte de la biografía coral de la Transición en Cataluña y España.
Con casi una veintena de reconocimientos de todo tipo, Raimon posee también una faceta que ayer en Òmnium no quisieron olvidar: la de autor de media docena de libros, desde el fundacional Canzoni contro, que editó en Italia en 1971. Porque ha adaptado mucho, pero ha creado también y bastante: desde poemas a dietarios. “Sí, garabateo, siempre estás escribiendo y rompiendo; ¿Si serán poemas o canciones? La forma final no la sé nunca… Tengo libretas escritas desde los años 80 que no sé si publicaré jamás, entre otras razones porque empiezo a no entender ni mi propia letra”, bromea el cantautor, que no puede eludir referencias al momento político.
Siempre ha defendido la unidad de la lengua, que viene de la dificultad de reconocerse en su propia tierra”, dice Anna Sallés, miembro del jurado
Así, asegura: “Del proceso soberanista catalán en Valencia ya estamos sintiendo los daños colaterales”. “El País Valenciano está más desestructurado que Cataluña; veremos qué efectos genera todo esto porque igual separa más la población valenciana y hace más fuerte el anticatalanismo; o todo lo contrario; en cualquier caso, el proceso iniciado en Cataluña lo veo bien; quizá lento; también me gustaría ver hasta dónde puede llegar y qué pasará después; veremos”. Para su tierra natal, lo ve un pelín más negro, en especial con el tema de la lengua: “La sensación es que el PP perderá la mayoría absoluta en Valencia, lo que pasa es que como hay tal gran decepción con el PSOE… No sé, la esperanza siempre se pierde, pero si es necesario iremos en contra de esa esperanza también… No, estoy bromeando, pero la esperanza no puede ser una trampa; siempre esperanza, pero con lucidez”. Puro Raimon.
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