“Santiago está en deuda con este alcalde”

Reivindica la “buena gestión económica de un Gobierno que recibió una ciudad quebrada” y se propone agotar el mandato acorralado por cuatro causas judiciales con diez de sus 13 ediles imputados, incluida ella. María Pardo (Lugo, 1968) admite que su gobierno trabaja bajo mucha presión pero subraya que ha mantenido la unidad de voto y que las tensiones internas han ido a menos desde que Currás sucedió al dimitido Conde Roa. Sobre posibles dimisiones, responde: “Dependen de la conciencia individual de cada uno”.

Pregunta. ¿Resistirá el Gobierno lo que queda de legislatura?

Respuesta. Yo espero que sí.

P. ¿Incluida una foto de toda la junta de Gobierno en el banquillo?

R. Incluida una foto de la junta del Gobierno en el banquillo por un tema que no es de corrupción que alude a un tema administrativo.

P. Independientemente de las medidas que pueda tomar su partido, ¿han pensado en dimitir?

R. No por esta razón. Hay días en que flojeas por otras cosas pero nunca seriamente.

P. ¿Por qué flojean?

R. Porque la situación es difícil, gobernar en circunstancias como estas es difícil.

P. ¿Cómo se sobrelleva?

R. Recibes apoyos incluso donde crees que no los vas a encontrar. Este último caso es tan claro que mucha gente te apoya. Y uno se sobrepone por responsabilidad porque tenemos un compromiso firme y mientras no lo cumplamos no podemos abandonar.

P. Se quejan de los distintos sumarios impiden ver su gestión, ¿qué es lo que no está llegando a los ciudadanos?

R. Nos encontramos un Ayuntamiento quebrado e insolvente, el más endeudado de Galicia, que pagaba a los proveedores a 174 días. Teníamos al llegar 26 millones de deuda con proveedores y casi setenta con los bancos. Saneamos el ayuntamiento que era insostenible. A día de hoy hemos pagado casi toda la deuda con proveedores y hemos reducido la deuda con los bancos, a los que ahora debemos 54 millones. Además, hemos potenciado el turismo internacional y este año vamos a tener 14 destinos internacionales y 16 nacionales en Lavacolla. Ha subido el número de turistas internacionales que además dejan más dinero que los españoles y queremos llegar este año a 450.000 desde los dos 220.000 que teníamos en 2011. Y en Santiago hemos visto un descenso de paro del 7 % en el interanual, muy por encima de otras ciudades.

P. ¿Lo achaca al Gobierno municipal?

R. No, lo achaco a muchas circunstancias, a la recuperación de la economía general, a que el empleo evoluciona mejor en el sector servicios y también a la gestión local en temas de turismo o en urbanismo donde se han agilizado mucho los trámites incluso en zonas protegidas. Todo esto contribuye a una ciudad más ágil y todavía tenemos que mejorar porque la burocracia aún es lenta. Se están rehabilitando las viviendas de los años 60 con préstamos y una ordenanza que facilita la instalación de ascensores. Todas estas actuaciones también dinamizan la economía.

P. ¿Qué le queda por hacer en este último año de mandato?

R. Queda lo más importante, los remanentes positivos de tesorería van a permitirnos inversiones, importantísimas reurbanizaciones en zonas de la ciudad vieja y el Ensanche para adecuar temas de accesibilidad con el asesoramiento de la Confederación Gallega de Personas con Discapacidad. Se va a hacer un túnel en Conxo, el centro de salud de Galeras para el casco viejo. Y está también la llegada de la Vuelta Ciclista que no acababa aquí desde hace mucho tiempo. Se están haciendo contratos de mantenimiento de viales y aceras para que no haya que contratar cada actuación puntual sino que hay una empresa que responda a las peticiones de los vecinos. Y las fincas municipales ahora se desbrozan, algo que nunca se había hecho y que también mejora la vida de los vecinos. Además, habrá un contrato para que el Ayuntamiento subsane el cuidado de edificios en el casco histórico que no están llevando a cabo los particulares. Se harán requerimiento a los dueños de fincas abandonadas y si no hay respuesta lo acometerá el Ayuntamiento que luego pasará la factura a los particulares. Eso agilizará también estas actuaciones, antes estas intervenciones tardaban casi un año de media. Es inviable esa demora en edificios con riesgo de ruina.

P. Además del pago de la minuta de su compañero Adrián Varela por el que la juez ha decretado apertura de juicio con el aval del fiscal, hay otros tres. Un perito judicial ha visto falsificación en las facturas por parte de otro edil. Grabaciones de la policía revelan además un plan para fabricar una denuncia contra un policía municipal. Concejales que dicen al juez que el Ayuntamiento está lleno de ineptos, otros que reconocen en el juzgado que no saben nada de la gestión municipal. ¿No es todo demasiado grave para que nadie dimita? La sociedad está atónita.

R. Cuando alguien habla en el entorno privado, cambia el discurso. Y si se pinchan teléfonos pueden aparecer expresiones que nadie usaría si sabe que está siendo grabado. ¿Quién no ha llamado alguna vez algo a su jefe en una charla privada? Eso en cuanto a lo que aparece en esos sumarios, son escuchas donde se alude a rumorología.

P. Esas escuchas revelan actitudes inaceptables en cargos públicos que siguen en sus puestos.

R. Y publicarlas también es inaceptable.

P. El Tribunal Constitucional ha amparado la divulgación de sumarios cuando tienen interés público.

R. Esas escuchas hacen cambiar la visión de una persona. Se han visto conversaciones de compañeros míos sobre la Finca do Espiño [una recalificación que pretendía llevar a cabo el exalcalde Gerardo Conde Roa que según dice su exjefe de gabinete, Ángel Espadas, en una conversación interceptada por la policía iba a cobrar una mordida de varios millones]. Sé porque conozco cómo se tramitó ese expediente desde el principio y sé que lo que han dicho [el propio Espadas y la actual portavoz del PP gallego, Paula Prado, exconcejal en Santiago] no es cierto. Y sin embargo se reproduce en los periódicos y se deja la duda del ciudadano. ¿Qué defensa tengo yo ante todo eso?

P. Usted fue en una candidatura con esas dos personas que según dice se inventan las cosas.

R. La candidatura se hizo en su día así. Y también te digo que ahora mismo el Gobierno funciona y está haciendo una buena gestión, mucho mejor que la que se venía haciendo. Cometemos errores, como sucede en todas las instituciones, y salvo el alcalde ningún concejal teníamos experiencia en la administración y coger el tranquillo cuesta porque hay que adaptarse a los procedimientos y a los funcionarios. En cuanto a sí hay compañeros que deben estar o no, el balance hay que hacerlo a posteriori, sin poner en riesgo un Gobierno por fallos o por rumorología de sumarios.

P. Apartemos la rumorología, dos ediles de Santiago que siguen en el Gobierno han dicho ante el juez que el Ayuntamiento es una panda de ineptos y que no sabe nada de gestión porque nunca han trabajado. A los ciudadanos les cuesta mucho entender que alguien declare esto ante abogados, fiscales y jueces y luego se vuelva al Ayuntamiento a gobernar como si nada.

R. Son personas jóvenes que se encuentran ante un juez en una situación difícil, estresante, muy presionados y puede que no hayan contestado o hayan ejercido el derecho de defensa de una manera equivocada. O no, no voy a meterme en cómo sus abogados le han asesorado y si esa defensa es buena para ellos o para el Ayuntamiento. Pero sí garantizo que el Gobierno de Santiago actual es mejor que la de los anteriores Gobiernos en épocas de vacas gordas. Tenían 50 millones más de presupuesto. Y aún así hay muchas calles de Santiago en muy mala situación, se ha abandonado lo que no es casco histórico, donde se ha hecho una rehabilitación modélica, pero el resto de la ciudad está abandonada. Se gastó mucho dinero en aire en anteriores gobiernos. La valoración ha de hacerse en su conjunto. Habrá concejales mejorables.

P. ¿Nadie debe dimitir entonces?

R. No se puede obligar a dimitir a nadie, es un derecho o una obligación que tiene cada uno. Responde a una decisión personal, no se puede cesar a un concejal porque el acta es personal. Tiene que ver con la conciencia de cada uno, yo no me voy a meter en la de mis compañeros. Si hablo por mí, te diré que sí que hubo momentos muy duros.

P. ¿En cuántos bandos se ha roto el Gobierno municipal?

R. Este gobierno municipal ha mantenido siempre la unidad de voto, hay tensiones y en otros momentos han sido más duras que ahora. Cuando cambió el alcalde, había diferentes opciones y hubo tensiones, como además los teléfonos estaban pinchados todo se pudo leer. En este momento hay mucha más unidad entre nosotros que en aquel momento puntual. Pero siempre antepusimos la responsabilidad ante los ciudadanos, podría ser lo normal pero luego lees sobre Ourense [donde el Gobierno socialista está partido a la mitad y hay concejales que no asisten a las reuniones con el alcalde]. Y es importante recalcar que aquí hemos antepuesto la responsabilidad a nuestras preferencias personales.

P. ¿Las cosas hubieran ido mejor si en lugar de Currás se quedase Paula Prado como alcaldesa?

R. Prefiero no contestar a esa pregunta, Currás es el mejor alcalde que podemos tener en este momento, ha hecho frente a situaciones muy difíciles, ha mantenido la unidad y la gestión de la ciudad por encima de todo. Santiago tiene una deuda con Ángel Currás en ese sentido.