Sobre la charlatanería en la política
“Es peor enemigo de la verdad que la mentira”, sentenció el filósofo
No se basa necesariamente en la mentira, ni se limita a introducir una falsedad. Lo que casi siempre pretende es tergiversar el contexto. La charlatanería abunda en la política, como en el periodismo, en la sociedad o en la cultura. El filósofo moral Harry G. Frankfurt advirtió hace unos años que no tenemos conciencia de la sustancia de la que está hecha. Por eso escribió un pequeño ensayo titulado On bullshit, sobre la manipulación de la verdad. “Dado que la charlatanería no tiene por qué ser falsa, se diferencia de las mentiras en su intención tergiversadora. Puede que el charlatán no nos engañe, o que ni siquiera lo intente, acerca de los hechos o de lo que él toma por hechos. Sobre lo que sí intenta engañarnos es sobre su propósito. Su única característica distintiva es que en cierto modo tergiversa su intención”, reflexionaba Frankfurt.
Por ejemplo, cuando el presidente del Gobierno proclama que “gracias al sacrificio de los ciudadanos se ha evitado el rescate de España” no dice una mentira, pero evita explicar que sus políticas de devaluación salarial, reducción de derechos laborales y precarización del empleo, mientras se rescataba el sector financiero, han evitado que las instituciones europeas tomaran el timón del Estado. “Lo peor ha pasado”, dice Rajoy, como si la Troika nunca hubiera existido ni su gestión hubiera inclinado a favor del primero el histórico pulso entre el capital y el trabajo. “Hemos superado con éxito el Cabo de Hornos”, proclama eufórico, cuando podría haber asumido, sencillamente, que hemos tocado fondo.
Del mismo modo, la vicesecretaria general del PSOE podía haber representado con sensatez a la dirección federal la noche del día 9 y, en lugar de proclamar a Ximo Puig como un mesías que ha bajado “desde Morella, desde la montaña, para reconquistar la Comunidad Valenciana para los progresistas”, lo que proyecta todo un imaginario, propiciar una celebración integradora de las primarias, quizás con el candidato derrotado también en el estrado enfatizando la cohesión interna. Elena Valenciano prefirió apuntarse al jolgorio, más sorprendente por lo exagerado, toda vez que la victoria se produjo sobre una parte del mismo partido.
¿Y qué decir de Fabra? Su portavoz parlamentario, Jorge Bellver, llegó a asegurar este jueves que “cada decisión del PP ha sido pensando exclusivamente en las personas”. No explicó en cuáles. “Vamos a consolidar el crecimiento y el empleo para que la Comunidad Valenciana vuelva a ser una referencia en España”, señaló el presidente, sin aclarar cuándo lo fue ni por qué lo es ahora por otros motivos.
“No rechaza la autoridad de la verdad, como hace el embustero, ni se opone a ella. No le presta ninguna atención en absoluto. La charlatanería es peor enemigo de la verdad que la mentira”, sentenció el filósofo.
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