El juez confirma la imputación de una monja en Vigo por el robo de un bebé
La acusación ha asegurado que la religiosa reconoce que la madre "no autorizó la adopción"
Sor Pilar Hoyos no ha podido presentar en el juzgado ningún documento que acredite que la viguesa Noemí Lima fue adoptada en 1987 a los tres días de nacer con el consentimiento de su madre biológica, entonces adolescente, y de su abuela, cuya firma era imprescindible para el trámite porque la embarazada era menor de edad. Así lo asegura Raúl Vázquez, el abogado de la niña robada, ahora de 26 años, después de que ayer por la mañana la religiosa prestase declaración, por primera vez desde que fue imputada en enero.
La anterior vez que Hoyos, monja de la casa cuna Santa Isabel en el barrio de Teis, acudió al juzgado de Instrucción número 7 de Vigo para declarar lo hizo como testigo y reconoció haber cobrado 47.000 pesetas en concepto de atención a la madre biológica. La acusación sostiene que el montante total de lo pagado por los padres adoptivos de Noemí Lima (que se topó hace años con los documentos y facturas que se guardaban en su casa) fueron 104.288 pesetas. Porque aparte de los 47.000 relativos a los cuidados de la parturienta en la casa cuna, hubo otros que se pasaron como gastos de hospital. La madre había dado a luz en un centro público, el antiguo Hospital Municipal (hoy Nicolás Peña), que no solo aparece como escenario en este caso, sino en otros que han ido recabando en estos últimos años asociaciones como SOS Bebés Robados de Galicia.
Tras su nuevo relato de los hechos, cuajado de “evasivas e imprecisiones”, según explica el letrado de Noemí Lima, la juez confirmó la imputación, bien por supuesta detención ilegal de menores, bien por presunta adopción irregular, de la religiosa de las Siervas de la Pasión. La firma de sor Pilar Hoyos aparece en la incripción de la menor en el registro que se hizo tras su nacimiento, pero ya en su anterior declaración la monja habría negado la autenticidad de esa rúbrica. Inicialmente había declarado que una vez que el bebé abandonó el hospital, la criatura no había vuelto a la casa cuna ni había tenido noticia de ella, pero esto contradice uno de los viejos documentos recuperados por la demandante.
Según el abogado de la acusación, al igual que cuando prestó declaración como testigo, ante preguntas comprometidas o que “no le interesaba contestar”, la monja alegó no recordar los hechos, y “descargó” la responsabilidad del expediente de adopción en un abogado que ya está muerto “sin aportar nada que lo acredite”. De su relato, según Raúl Vázquez (que ya ha judicializado cuatro casos de supuestos bebés robados en la provincia), se desprende que la monja reconoce que la madre biológica de Noemí Lima “no autorizó la adopción”. Esta mujer, que se ha reencontrado al fin con la hija que la buscaba desde hace años, afirmó ayer en los juzgados que le arrebataron a su niña: tras dar a luz se la llevaron, teóricamente a la casa cuna, y cuando la fue a “reclamar”, la cría “ya no estaba”.
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