El PP pide a Urkullu y Rajoy que afronten el fin de ETA como “asunto de Estado”

El PP vasco ha llevado a la ponencia política que aprobará en su congreso extraordinario de marzo la reclamación de un liderazgo compartido entre los Gobiernos central y autónomo para abordar la gestión del final de ETA como un asunto de Estado. El texto que ha de marcar las líneas estratégicas de actuación del partido en los próximos años recoge así el principal postulado que los populares vascos, con su presidenta, Arantza Quiroga, a la cabeza llevan defendiendo los últimos tiempos, un planteamiento que La Moncloa comparte, pero en el que cada vez son mayores los choques con el Ejecutivo de Iñigo Urkullu y el PNV.

“Es necesario liderar el final de ETA desde las instituciones del Estado (Gobierno de España y Gobierno vasco) con altura de miras, en una acción coordinada y común con el PSOE y las víctimas del terrorismo, situando esta cuestión como un asunto de Estado”, apunta la ponencia, presentada este martes en Vitoria por su redactor y portavoz parlamentario del PP vasco, Borja Sémper.

Frente a ello, “resulta difícil de entender” que se deje ese liderazgo en el final de la lucha contra el terrorismo a “aquellos que tan poco hicieron para combatirlo”, en alusión a la izquierda abertzale, añade el texto.

Sémper ha contrastado en sus respuestas a los periodistas en la sede popular de Vitoria esa necesidad de un liderazgo compartido con la imagen de Urkullu yendo “de madrugada en coche a sacarse una foto a la puerta de un hotel” junto a los miembros de la Comisión de Verificación que iban a declarar ante la Audiencia Nacional.

Para el dirigente popular, ese apoyo explícito del lehendakari a los verificadores, “presionado” por la izquierda abertzale o por necesidades “más propias del PNV que del interés general”, no solo ha supuesto un error, sino que ha comprometido la propia figura de la institución.

El deseo nacionalista de independencia supone un lastre que perjudica seriamente la convivencia en Euskadi”

El portavoz parlamentario del PP ha reclamado “liderazgo e implicación” del Gobierno central, pero todas sus requisitorias se han dirigido a Urkullu, al que ha pedido “sosiego y calma”. “Tenemos que comprobar si hay voluntad del lehendakari y en política las voluntades se demuestran actuando”, ha añadido.

Sémper ha eludido plantear en concreto si el Ejecutivo de Mariano Rajoy debería dar pasos para impulsar ese "liderazgo compartido", pero ha recordado que la actual legislación penitenciaria permite un recorrido de los reclusos hacia la libertad cumpliendo determinados requisitos. En esta materia, el documento rescata un principio que Sémper ya introdujo en la ponencia que redactó para el pasado congreso popular, celebrado en 2012: la dispersión de los presos no tendrá ya sentido cuando ETA desaparezca. Esa disolución de la banda es “condición ineludible” para modificar una política que ha “contribuido con eficacia” a debilitar a ETA y minimizar el control sobre sus presos.

Junto a ello, el texto defiende que los presos deben asumir el Estado de Derecho, hacer una renuncia individual a pertenecer a ETA, asumir el daño concreto causado, arrepentirse del mal ocasionado, pedir perdón a las víctimas y colaborar con la Justicia.

El PP apuesta igualmente en su ponencia por un modelo “no enfrentado al nacionalismo democrático, pero sí confrontado, basado en la visión de una sociedad abierta”. Sémper ha defendido el “reto como sociedad” de fortalecer la posición de Euskadi dentro de España —“que Euskadi vuelva a ser el motor de España”, ha dicho— porque las ideologías independentistas "han caducado" y no tienen cabida propuestas que dividan a la sociedad.

Tras recalcar las "múltiples identidades vascas" que conviven en el seno de Euskadi, el texto insta a no perderse en “absurdos debates” que pretenden “homogeneizar identidades”. En este contexto, “el deseo nacionalista de independencia, en estos momentos de angustia económica y de inestabilidad social, supone un lastre que perjudica seriamente la convivencia en Euskadi”, apunta en otro momento la ponencia.

El PP se define como un partido de centro reformista y heredero del pensamiento liberal vasco

Advierte después de que el PNV y la izquierda abertzale confluyen en un proyecto de independencia que "pretenden poner en marcha tras las próximas elecciones autonómicas si la aritmética de los resultados electorales se lo permite".

El PP se define en su ponencia como un partido de centro reformista y heredero de la tradición del pensamiento liberal vasco, que “defiende y ampara la libertad del individuo”, sin importar ideología, procedencia, religión, raza, sexo, orientación sexual o sentimiento de pertenencia, y que apoya la aconfesionalidad del Estado.

Respecto al futuro del autogobierno, que se debatirá en una ponencia parlamentaria, Sémper asegura que su partido participará “activamente” en los debates de ese órgano si van encaminados a mejorar la gestión y dotar de herramientas financieras a las Diputaciones y los Ayuntamientos y no a “satisfacer determinadas ansias independentistas”. Como ha destacado el también presidente del PP guipuzcoano en su intervención, el problema de Euskadi no está en una deficiente relación con España y su encaje en la misma, sino en una organización interna compleja.