La rotura de fémur de Millet altera el juicio sobre el hotel del Palau
Los magistrados aplazan dos semanas la declaración del saqueador confeso, que será operado hoy Sus abogados dudan de que llegue a esa fecha en condiciones La magistrada al abogado de Millet: “Que venga en ambulancia o silla de ruedas”
El accidente doméstico que en la madrugada del martes sufrió Fèlix Millet ha perturbado de forma notable el primero de los juicios que afronta por su gestión al frente del Palau de la Música. Millet debía dar explicaciones ayer por presionar a la cúpula de Urbanismo del Ayuntamiento de Barcelona para que apoyara su proyecto de construir un hotel de lujo junto al coliseo modernista, y también por cobrar una comisión de 900.000 euros al promotor. Pero no apareció por el Palacio de Justicia. “Se ha roto el fémur”, comentó un abogado al entrar en la sala de vistas, donde aguardaban ya el resto de acusados; entre ellos, su mano derecha, Jordi Montull. Los jueces aplazaron su declaración al próximo 10 de marzo, pero habrá que ver cuál es su estado de salud después de que, mañana, sea operado.
A las cinco de la mañana, Millet se levantó para ir al baño. Trastabilló con una alfombrilla y cayó. Aunque el golpe fue duro, el expresidente del Palau volvió a la cama. Pero el dolor se volvió insoportable. Tres horas más tarde, un familiar llamaba a los abogados de Millet —un equipo encabezado por Horacio Oliva— para informarles de que el acusado se había roto el fémur y que una ambulancia se lo había llevado al hospital General de Granollers, donde ingresó de urgencia.
El anuncio causó incredulidad y sorpresa. En una breve vista, los abogados de Millet comunicaron formalmente el suceso a los magistrados de la Sección Quinta de la Audiencia de Barcelona y al resto de partes implicadas: “Millet se ha roto el fémur y tiene que ser operado”, detalló uno de los letrados, que expresó su deseo de que el juicio continúe su curso, de todas formas, aunque el acusado esté ausente.
El fiscal del caso, Antoni Pelegrín, se opuso a esa propuesta: las penas de prisión que pide para los acusados —más de diez años por apropiación indebida y falsedad— son demasiado altas para que pueda ausentarse. La ley, recordó, obliga a que los acusados estén presentes durante la vista oral. Las demás partes estuvieron de acuerdo con la tesis del fiscal y la presidenta del tribunal, Magdalena Jiménez, acordó un receso y ordenó que un forense se dirigiera al Hospital de Granollers para verificar los hechos y comprobar, de forma “urgente”, el estado de Millet.
El informe llegó a la Audiencia de Barcelona a mediodía. Con los datos del servicio de urgencias, la forense subraya que Millet sufre una “fractura subcapital de fémur izquierdo”, que se encuentra “encamado” y que lleva “una tracción cutánea en la extremidad inferior izquierda”. “Se encuentra consciente y orientado” y refiere dolor, añade el documento.
Los médicos del hospital prevén que Millet sea intervenido quirúrgicamente hoy mismo. La operación que se le debe practicar implica colocarle una prótesis —una “artroplastia de cadera”, según la forense— y requiere “de unos 4-5 días de hospitalización, si no surgen complicaciones durante el postoperatorio”. Cuando sea dado de alta, el paciente “puede deambular con ayuda de bastones, siendo conveniente que se inicie la deambulación precoz para una correcta evolución y adaptación de la prótesis”. La conclusión de la forense es que, una semana después de recibir el alta, y a pesar de encontrarse aún en periodo de convalecencia, Millet “podrá comparecer en el juicio oral”.
Con esa información en la mano, la magistrada dictó que Millet debe declarar el próximo lunes, 10 de marzo. “Como el tema no es mental, sino físico, que venga en ambulancia o en silla de ruedas”, añadió la presidenta del tribunal. El abogado de Millet respondió que su cliente “también tiene que estar en condiciones de declarar”, ante la posibilidad de que la recuperación de un anciano de 78 años sea lenta y conlleve complicaciones. “Esto es incómodo para todo el mundo, todos vamos muy ajustados de tiempo. Ha sido muy mala suerte porque hacer un juicio de estos es un rompecabezas”, añadió la magistrada. A lo que siguió un debate entre los abogados para consensuar la mejor fórmula de recuperar el tiempo perdido y no alargar el juicio.
Montull visita en el hospital al acusado, al que se le implantará una prótesis
El aplazamiento, de apenas 13 días, hace dudar a algunas de las partes de que la declaración pueda, efectivamente, llevarse a cabo. Esa posibilidad plantea interrogantes sobre el futuro del juicio por las irregularidades urbanísticas en torno al (fallido) hotel del Palau, ya que si se demora la declaración más tiempo es posible que deba acordarse la suspensión para fijar una nueva fecha. Y eso conllevaría una espera de meses. Otras fuentes señalan que Millet puede declarar en silla de ruedas e incluso acompañado de un médico (hay precedentes) y que se le puede dispensar de acudir a algunas sesiones del juicio.
El mismo día 10, en cualquier caso, también está previsto que declare Montull, que ayer por la tarde acudió a visitar a su viejo compañero de fatigas —entre los dos, saquearon presuntamente más de 26 millones de euros de las arcas del Palau— a Granollers. A la salida, Montull también expresó sus dudas de que Millet esté en condiciones.
Tendrá que ir “en silla de ruedas y ambulancia”, lamentó. Según Montull, Millet “tropezó con la alfombra” del dormitorio y se golpeó con el canto de la cama. “Volvemos a empezar, esto es el cuento de nunca acabar”, añadió Montull.
Fèlix Millet, el lunes a su llegada al juicio. / consuelo bautista
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