El Congreso de Móviles supera el primer día con protestas puntuales
Stop Subidas, 'yayoflautas' y trabajadores de Panrico y Telefónica, se concentraron frente al MWC La plataforma contra la subida del transporte cortó la L3 y FGC durante 10 minutos Manifesantes de Stop Subidas irrumpen en el hotel Casa Fuster
El Mobile World Congress (MWC) volvió a poner este lunes a prueba las costuras de Barcelona, que superó la primera jornada sin complicaciones. Eso sí, el exterior del recinto de Fira de Gran Via (L'Hospitalet) albergó multitud de concentraciones a la vez: un grupo de yayoflautas, otro de trabajadores de Panrico, uno más de empleados de Telefónica y los bomberos de la Generalitat. Por su parte, decenas de voluntarios de Òmnium Cultural acudieron para explicar a través de folletos el proceso soberanista catalán. Sin embargo, los actos más notorios fueron los del colectivo Stop Subidas Transporte, que organizaron protestas por la mañana y por la tarde y, a primera hora de la noche, se concentraron ante el restaurante Tickets, en el Paral.lel, donde supuestamente cenaba un grupo de directivos de Facebook.
La plataforma ya había anunciado que haría escuchar sus reivindicaciones utilizando el foco mediático del MWC. “No han querido hablar antes con nosotros, pues esta semana se lo van a encontrar”, advertía el domingo Lluís Rabell, presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB), que apoya las iniciativas de Stop Subidas. Las acciones empezaron a las 8.33 horas, cuando el movimiento ciudadano cortó durante diez minutos la L3 del metro en la estación de Drassanes, dejando fuera de servicio una de las principales rutas que conectan con la plaza de Espanya. Minutos después un grupo de entre 40 y 50 personas paró la circulación de los trenes de Ferrocarrils que conectan esa plaza con el recinto de Gran Via de la Fira durante 15 minutos.
Las protestas de la mañana culminaron con una marcha entre la plaza de Espanya y el recinto de Fira de Gran Via que supuso el corte de un tramo de esa avenida. Ello agravó los problemas circulatorios y TMB tuvo que retirar dos autobuses de la circulación. Mientras tanto, trabajadores de Telefónica denunciaban en las puertas del recinto su situación laboral y los afectados por la crisis de Panrico vendían bocadillos para la caja de resistencia. Dentro del recinto ferial, el Príncipe de Asturias inauguró el congreso en compañía del ministro del ministro de Industria, José Manuel Soria y el presidente de la Generalitat, Artur Mas. El Príncipe tiene previsto asistir hoy a otro acto junto a mil emprendedores y el creador de Whatsapp, Jan Koum.
Las movilizaciones de Stop Subidas Transporte siguieron por la tarde. A las 19.00, un grupo de unos 30 ciudadanos se congregaba en el vestíbulo de la estación de Arc de Triomf. Al grito de Transport públic, a preus populars! y Aquest bitllet que el pagui Millet! se dirigieron hacia las máquinas validadoras de TMB. Sin embargo, antes de que realizaran cualquier acción para bloquearlas, el operador decidió abrir las puertas. El piquete empezó a pedir a la gente que pasara sin validar su billete, a lo que muchos accedieron. Algún congresista, con la acreditación de rigor colgando, se acercaba a preguntar qué ocurría. “No, no es por el congreso, es para protestar por la subida del billete”, explicaba una mujer.
A esa hora, finalizaba uno de las conferencias clave del certamen, la del fundador de Facebook, Mark Zuckerberg. Entonces se produjo una avalancha de congresistas y periodistas que dejaron el recinto. No hubo suficientes taxis y se registraron colas de más de 30 minutos para poder subir a uno. Alrededor de la plaza de España a partir de las 17.40, de hecho, se circuló con dificultades, según el Servicio Catalán de Tráfico.
Alrededor de las 19.45 el piquete subió a un convoy y empezó a desplazarse por la línea de metro, que siguió funcionando a pesar de algún corte puntual en la línea 3. Se trató de que 53 estaciones de metro celebraran esas particulares “puertas abiertas”, aunque con un resultado desigual. La plataforma culminó la jornada cortando el tráfico en el paseo de Gràcia y subieron luego en dirección a la calle de Gran de Gràcia. Al llegar al hotel Casa Fuster, una cincuentena de manifestantes entró en el vestíbulo y se enfrentó al servicio. De resustas de la trifulca, uno de los camareros sufrió un corte en la cabeza.
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