El Ayuntamiento denuncia ante la justicia la desaparición del cuadro

El Ayuntamiento se va a personar en la causa abierta en el juzgado de Instrucción número 18 de Plaza de Castilla por la desaparición de un cuadro de Antonio de Felipe valorado en 12.000 euros de dependencias de la Junta municipal del distrito de Retiro. Así lo ha anunciado esta mañana su portavoz, Enrique Núñez (PP), que ha añadido que la decisión se ha tomado una vez concluida la investigación interna para dilucidar si efectivamente la obra pertenecía al Ayuntamiento y si en su desaparición había indicios de delito.

Una fotografía oficial demuestra que el cuadro estaba colgado del despacho de la entonces concejal, Elena González Moñux (PP), en mayo de 2006. Un año después, tras las elecciones municipales que volvió a ganar Alberto Ruiz-Gallardón (PP), Moñux pasó al distrito de Fuencarral-El Pardo y fue sustituida en Retiro por Luis Asúa (ya prácticamente retirado de la política).

Asúa afirma que Moñux (que desde 2012 es viceconsejera de Justicia) se llevó consigo el cuadro en la mudanza, y asegura que varios funcionarios municipales pueden atestiguarlo. Ella lo niega, y añade que el cuadro incluso le desagradaba. Pero el caso es que la obra no está ni en Retiro ni en Fuencarral-El Pardo.

Después de que EL PAÍS revelara a mediados de enero su desaparición, la alcaldesa, Ana Botella (PP), abrió una investigación interna; y la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, inició unas pesquisas políticas para dilucidar las supuestas responsabilidades de altos cargos del Gobierno regional y del partido que tuvieron relación con el cuadro.

El pasado 5 de febrero, el cuadro llegó a la redacción de EL PAÍS por correo postal, visiblemente deteriorado y acompañado por una carta anónima en la que alguien que decía ser funcionario del Ayuntamiento se responsabilizaba de la desaparición. Fuentes municipales dudan sin embargo la veracidad de este relato a partir de detalles incorrectos incluidos en la misiva.

EL PAÍS puso los hechos en conocimiento de la justicia, pero el Ayuntamiento de Madrid declinó hacerse cargo del cuadro hasta finalizar su investigación interna. La oposición lamentó de forma unánime el incidente, y exigió al Ayuntamiento mejoras en el sistema de inventario y custodia de los bienes municipales.

“Con motivo de la sustracción del cuadro”, han explicado fuentes municipales, la Inspección General de Servicios preguntó a funcionarios aún en el Ayuntamiento y pidió documentación para dilucidar la fecha de su desaparición, que considera “esencial”, y la veracidad de la denuncia anónima. Su informe reservado recomienda que la investigación continúe por vía judicial.

Además, el Ayuntamiento encargó un informe patrimonial que ha concluido que el cuadro es suyo, y que incide en que no solo su desaparición sino también los daños sufridos pueden derivar en responsabilidades penales.