Antón Costas alerta de un exceso de concesiones privadas en la administración

El catedrático de política económica de la Universitat de Barcelona, Antón Costas, ha afirmado este martes que España debe reducir su exceso de "capitalismo concesional", ya que lleva a un mal uso de la colaboración públicoprivada. Costas, que ha intervenido en la jornada Reformas y eficiencia del sector público organizadas por la consultora Deloitte y Asociación para el Progreso de la Dirección (APD), ha aclarado antes de comenzar su conferencia que hablaba en su condición de académico y no de presidente del Círculo de Economía. "Lo aclaro por si digo algún exabrupto, no quiero comprometer a la institución", ha indicado.

Costas también ha cuestionado la aplicación de criterios de gestión empresarial como la eficiencia a la administración y el sector público. "La Administración no se ha creado para ser eficiente. El objetivo es la equidad, entendida como la capacidad de acceso a determinados servicios. Es conveniente tener presente la finalidad de la equidad para no equivocarnos en la reforma", ha dicho tras la intervención de la secretaria de Administración y Función Pública, Mertixell Masó, que ha trazado los ejes básicos de la reforma que prepara la Generalitat y sí se ha referido a términos como la "eficacia" de los servicios públicos o la "falta de orientación a resultados". En este sentido el catedrático ha insistido ante cierto revuelo en la sala del Liceu donde se celebra la jornada: "Gestionar lo público con criterios privados demuestra, por la experiencia de Estados Unidos, que es manifiestamente mejorable. La equidad puede estorbar, pero tiene fundamento", ha concluido.

Sobre las concesiones, Costas  ha argumentado que España es el país con más concesiones porque es el país que más garantías da al concesionario de que si las cosas van mal, el Estado saldrá "al rescate" con los recursos de los ciudadanos. "No tenemos un buen diseño de la colaboración públicoprivada. Tenemos que corregir este diseño concesional, que pone a los ciudadanos una carga muy fuerte", ha aseverado, y ha ejemplificado de nuevo que la experiencia americana de introducción de gestión privada en el sector público es manifiestamente mejorable.

Ha incidido en que el Gobierno y la administración pública son cosas diferentes y deben actuar de forma separada: "Una cosa es el Parlamento y el Gobierno, elaborando normas, y otra la administración aplicándolas. La administración debe ser técnicamente capaz, independiente del sistema político, una buena administración no puede recibir órdenes del sistema político", aunque sí objetivos y recursos.

Costas ha considerado que se deben evitar la ineficiencia, la opacidad, y la inseguridad jurídica, y que para ello se debe reformar la política, lo que significa cambiar las reglas, y se debe hacer con consenso ya que, si no lo hay, el que venga a continuación va a cambiarlas otra vez. "Si no mejoramos la política, las mejoras de la administración no tendrán éxito o lo tendrán muy parcial", ha aseverado, y ha instado a que todo nombramiento deba pasar un filtro, porque lo que se puede medir, se puede mejorar, pero lo que no se puede medir, no se puede mejorar.