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Socialistas en tiempos revueltos

Tres fundadores del PSC hablan sobre la delicada situación de su partido, que ha caído a las cotas electorales más bajas de su historia

Enric Company
Francesc Esteva (i) y Josep Maria Triginer.
Francesc Esteva (i) y Josep Maria Triginer. Massimiliano Minocri

Los socialistas viven horas de tribulación y zozobra en Cataluña, después de haber caído a sus mínimos electorales históricos en las últimas elecciones autonómicas, municipales y legislativas. En el escenario político monopolizado por el auge del independentismo es difícil y controvertido distinguir qué parte del acusado retroceso se debe a una crisis económica que les estalló en 2008 estando en los gobiernos de España y de Cataluña y qué parte es fruto del auge independentista. Tres dirigentes socialistas de primera hora, de los tres partidos que en 1978 confluyeron en la fundación del PSC, han accedido a hablar para EL PAIS acerca de la delicada situación en que se halla el partido que contribuyeron a crear. Se trata de Josep Maria Triginer (Agramunt, Lleida, 1943, ingeniero), que fue secretario general de la Federación Catalana del PSOE hasta su confluencia en el PSC, ex diputado y ex consejero del Gobierno catalán presidido por Josep Tarradellas; de Daniel Font (Barcelona, 1954, economista), miembro de Convergència Socialista hasta su integración también en el PSC y ex diputado autonómico; y de Francesc Esteva (Begur, Girona, 1943, matemático), miembro del Reagrupament Socialista de Josep Pallach, la otra rama socialista existente antes de la unificación. De los tres, Font es el único que pertenece a la actual dirección. Pero también es muy crítico con ella.

Décadas de militancia contribuyen a que los tres interlocutores de esta conversación, que duró poco más de una hora, sitúen siempre el debate sobre los asuntos de la actualidad política en una perspectiva más general, que puede resumirse en un interrogante: ¿Está respondiendo el partido socialista a sus objetivos fundacionales? La síntesis de la charla no pretende responder a este interrogante, pero deja constancia del talante inconformista de los protagonistas.

La crisis y la falta de alternativas

Josep Maria Triginer: “El partido socialista ha representado siempre la esperanza de los marginados y esta crisis económica produce marginados a espuertas. Si no es capaz de vertebrar a la gente en función de un proyecto de futuro, tendrá problemas. Y más que otros partidos, porque de él se espera que ejerza una función social muy clara”.

Francesc Esteva: “Creo que siguen vigentes las bases sobre las que se creó el PSC, que eran tres: Cataluña, socialismo y federalismo. La clave ahora es la lucha contra la desigualdad que ha aumentado con la crisis y mi duda radica en si el PSC será capaz de tener la bandera del federalismo pero también la de la lucha contra la desigualdad”.

Daniel Font: "La situación de la izquierda en el sur de Europa está variando, porque varían también las exigencias de la sociedad. Lo que la gente quiere de un partido socialista es que transforme la sociedad. A los partidos socialistas les pesa la inercia del gobierno, la gestión del día a día que les desdibuja el programa hasta hacerlo a veces irreconocible. Y entonces surgen inflexiones como el Siritza en Grecia, por ejemplo. Si no hacen políticas transformadoras, la gente dejará de votarles. No hay programa de transformación sin vocación mayoritaria, de gobierno, y en Cataluña esto requiere liderar el centro izquierda catalanista".

Josep Maria Triginer: “Ingresé en las Juventudes Socialistas en 1959. Yo era socialdemócrata, he ido evolucionando, considero que la socialdemocracia ha sido superada por los acontecimientos y ahora soy anticapitalista. El sistema capitalista ha tocado techo y el problema del socialismo es que ha de dar el salto a un sistema nuevo o ha de extraer más recursos fiscales para poder redistribuir. Pero en una crisis los recursos fiscales bajan y no hay qué redistribuir. Ahí está la crisis de la socialdemocracia”.

Francesc Esteva: “Veo el programa de Lula en Brasil, el de Santos en Colombia y ahora el de Bachelet en Chile, que son programas para la erradicación de la pobreza y que aquí deberían ser de lucha contra la desigualdad. Aquí se ha caído en la trampa de los cuadros macroeconómicos que al gobierno le permiten decir que se mejora mientras crece la desigualdad. No veo que el socialismo se esté confrontando con eso”.

Daniel Font: “Hay margen de acción. En Terrassa el alcalde Jordi Ballart acaba de multar a la banca por tener pisos vacíos en una situación de aguda necesidad social de vivienda. El problema surge si cuando gobiernas tienes tabúes, como el que dice que no se puede tocar a la banca, por ejemplo. Pero resulta que la banca es la que ha hecho las mayores salvajadas económicas. Y luego, a pagar lo de Bankia entre todos. La inflexión que se espera de un partido socialista tiene que ver con esto, con que se atreva con estos poderes”

Daniel Font.
Daniel Font.Massimiliano Minocri

La consulta

Josep Maria Triginer:“Es paradójico. Lo peor es que el verdadero interés de Convergència es que el referéndum no se haga. Jugar a la contra en una situación así es absurdo. No es que tengamos un problema con el derecho a decidir. No. Lo que hay es un verdadero problema de Estado. Por una razón o por otra está en cuestión toda la estructura del Estado. La cuestión catalana y la consulta son un detonante. Estamos además en un problema de doble lenguaje. Si lo que quieren es un referéndum de autodeterminación, eso es lo que tienen que decir, porque todo el mundo sabe qué significa".

Francesc Esteva: “Los nacionalistas nos plantean el derecho a decidir con una pregunta a la que sólo puedes responder que sí. Pero siempre ha sido evidente que se trata de un engaño en el que persiguen otra cosa, unas elecciones plebiscitarias que les permitan seguir tirando. Si no tienes un proyecto para Cataluña suficientemente claro y te has estado moviendo en la ambigüedad, que es lo que ha hecho el PSC, a veces por necesidad a veces por indefinición, resulta que cuando la situación política se radicaliza te pilla en medio y entonces el problema se te agrava.

Aplaudí cuando la dirección dijo: esta guerra de la consulta no es la nuestra, no es nuestra vía, pero no nos opondremos a ella. Pero luego cambian de posición y votan en contra. Y entonces llevan al partido a un conflicto que, la verdad, no entiendo por qué”.

Daniel Font: “La gente no perdona la política poco clara o errática. Por ejemplo, sabemos que el actual electorado del PSC se manifiesta masivamente a favor del derecho a decidir y hay un momento en el que la dirección del partido dice: apoyamos el derecho a decidir. Entonces hay un debate en el socialismo, que siempre se declara internacionalista, y culmina decidiendo que se va a defender el derecho a decidir. Y le añadimos: pero ha de ser de manera legal y acordada. Bien, pues lo que a continuación no puedes hacer es que como alguien piensa que no podrá hacerse la consulta, cambies de posición y dejes de defenderlo en la práctica. No, la gente quiere que defiendas la posición. Necesita ver que la defiendes. Y ver que no lo haces por teatro, porque otro grave problema que surge entonces es la imputación al PSC de que ha adoptado una posición sin creer en ella y haciendo lo posible para que no prospere. Este es el problema. A esto se le llama impostura. Impostura política, y el electorado lo penaliza mucho. Porque es como si lo engañaras. No digo que lo hagas, pero si lo parece estás en muy mala posición".

Modelo de partido y de país

Josep Maria Triginer: “Soy partidario de las complicidades. Siempre creí que la unidad del socialismo en España debía hacerse con el PSOE y con la complicidad de los socialistas catalanes. Yo me entenderé siempre mejor con gente del PSOE que con un nacionalista. Después de la unidad yo era el secretario de política autonómica. Preparé un programa para gobernar ante las elecciones de 1980. Pero no hubo manera de concretar mucho, y el problema era que unos defendíamos la autonomía de nuestro proyecto y otros defendían la unidad de la izquierda. Perdimos las elecciones y luego ya todo fue improvisación. El problema no había sido CiU o Jordi Pujol, no, fue un problema ideológico nuestro”.

Daniel Font: “El concepto de disciplina, de comité de disciplina, de dirección política, de centralismo democrático está en crisis y los partidos que se agarran a este modelo de funcionamiento se equivocan. Porque al final les acaba pasando que cuatro personas decidiendo en un despacho no conectan con la gente. Es un esquema que viene de cuando poca gente sabía leer y escribir y los que sí sabían decían: nos elegís y os diremos qué hay que hacer. Pasqual Maragall hablaba del modelo del Partido Demócrata de Estados Unidos y en aquel momento todos lo rechazábamos, pero quizá sí haya alguna cosa a copiar. Puede que la política del futuro pase más por la pluralidad de opciones que terminan por configurar una resultante final mediante procesos de confrontación de programas y candidatos en elecciones primarias. Puede que el modelo de partido socialdemócrata con una fuerte dirección centralizada esté quedando obsoleto. Todos hablamos de renovación y de nuevo PSC, por ejemplo, pero en la práctica nos cuesta mucho”.

Francesc Esteva: “Este partido ha creído desde el principio que podía gobernar los ayuntamientos pero nunca ha tenido el coraje para tener un concepto global de Cataluña. Se ha discutido siempre sobre eso, pero nunca ha habido coraje para llegar a conclusiones. Vivía bien gobernando ayuntamientos, pero nunca ha tenido un modelo de país”.

La relación PSC-PSOE.

Josep Maria Triginer: "Siendo secretario general de la Federación del PSOE en Cataluña, la sumé a la Assemblea de Catalunya cuando el PSOE tenía tajantemente prohibido colaborar con los comunistas. También impulsé la opción de Tarradellas sin consultar siquiera a la dirección del PSOE, porque era un asunto de la política catalana. Yo me desmarqué del PSOE mucho más de lo que luego haya hecho nunca el PSC. El problema ahora es que hemos perdido autoridad política en el PSOE. No solo nosotros. También Cataluña la ha perdido en España".

Daniel Font: "En la historia del PSC siempre ha sido difícil armonizar los objetivos de los socialistas en Cataluña y en el resto de España. A veces entran en conflicto, como ahora, cuando la dirección ha priorizado el escenario político español para que haya una alternativa real a la derecha en España. En el Parlament ha habido tres diputados del PSC que han creído que debían priorizar que, en la medida en que habían ido a las elecciones con un programa que defendía el derecho a decidir, debían ser consecuentes con él. Pero no es un problema nuevo. Desde mi punto de vista debemos intentar armonizarlos porque, haga lo que haga Cataluña en el futuro, seamos autónomos o independientes, nunca podemos dejar de responsabilizarnos de España. Por que somos vecinos, por los lazos históricos, por el contexto económico. No podemos ignorar lo que pasa en España".

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