El festival del bodrio

Hay películas que son tan malas, tan malas, tan malas, que al final resultan ser buenas. Son los filmes que rastrean desde hace una décadas por tierra, mar y aire los artífices de la web cintecutre.com y que este fin de semana celebran su particular festival del bodrio cinematográfico: la Cutre Con. Argumentos inverosímiles, errores garrafales, interpretaciones desastrosas, monstruos chapuceros, personajes ridículos… harán las delicias de los paladares más refinados. “Son películas malísimas”, cuenta Carlos Palencia, el director del festival, “pero que no son un tostón, sino que vistas en compañía resultan muy divertidas. Otra cosa es verlas solo, que tiene su peligro”. Por eso, desde hoy hasta el domingo la unión hará la risa en dos sedes: la Casa del Reloj y la sala de cine alternativo Artistic Metropol.

Las hostilidades comienzan hoy a las 20.30 horas en la Casa del Reloj, con un aperitivo envenenado: Nexus 2.431, la última obra del reconocido director José María Forqué (cuyos premios se han otorgado hace poco), una obra de ciencia ficción “cutre y a la española”, coproducida por Reino Unido y la extinta Checoslovaquia, con un descharrante resultado. El filme será comentado en directo por Paco Fox y José Viruete, del programa Cine Basura de Canal Xtra. La entrada es gratuita.

Mañana, también gratis y también en la Casa del Reloj, se celebra un maratón cinematográfico de seis películas desde 10.50 horas, solo apto para los más duros. Se verán la peor película de Tarzán de la historia, La leyenda de Tarzán, una película japonesa sobre monstruos de goma destruyendo ciudades de cartón piedra, titulada Supermonstruo, una de monstruos ochenteros sevillanos, La furia de MacKenzie, o Samurai Cop, una de artes marciales, en la que un sobreactuado melenudo combate a hordas de chinos con espadas de plástico, entre otras.

El último día, domingo 26, el festival se traslada a la sala Artistic Metropol, en la que se podrá ver una sesión de tres películas, todas ellas rodadas en formato vídeo, por ocho euros. Son Hi-8, un dislate repleto de kétchup y humor negro, Agresión en la casa del terror, “un auténtico castigo para todos los sentidos”, en palabras de la organización, y Terrorvisión, un clásico del videoclub en el que los extraterrestres llegan a la Tierra a través de la señal de televisión.

Además, el festival entrega dos galardones: el premio Jess Franco, al experto en cine asiático Domingo López, “en reconocimiento a su labor de difusión del cine más bizarro y demencial”, y el premio Jepetoboy de Honor, que recogerán el sábado los responsables del filme La Furia de Mackenzie.

Las películas que se muestran en este festival cinematográfico, como ven, son bastante raras; sin embargo cualquier producción puede entrar dentro del cine cutre. “Hay películas con gran presupuesto que quedan fatal”, dice el director, “y otras hechas con dos duros que son una maravilla. No solo nos ocupamos de la serie B o la serie Z, películas como Battleship (en la que salen Rihanna o Liam Neeson) o la saga Transformers también nos parecen supercutres”.

Después de haberse llevado a la boca tanta porquería en celuloide, ¿es capaz uno de disfrutar del buen cine? “Por supuesto”, opina Palencia, “para apreciar el cine cutre hay que ser un poco cinéfilo y gran amante del cine bueno. Si no, es difícil apreciar este cutrerío”.