Gandia abre la puerta a urbanizar su última playa virgen
El Ayuntamiento presenta 11 proyectos de un concurso de ideas Vecinos y oposición critican la intención urbanizadora del Consistorio
Dunas, terrenos de marjal y pequeños huertos convertidos en campos de golf, adosados, piscinas con isletas de palmeras o espectaculares hoteles de hormigón y madera que simulan ser enormes nidos de gaviotas. Estas son algunas de las propuestas que concurren al concurso de ideas para la urbanización de la playa de L'Auir en Gandia (Valencia), el último tramo de costa virgen que queda en el municipio y sobre el que planea la intención urbanística del Ayuntamiento. Los partidos de la oposición y algunos colectivos ciudadanos ya han mostrado su rechazo al proyecto, tras el cual sospechan que hay otros intereses ocultos.
"La playa de L'Auir es la joya de la corona", decía ayer el alcalde de Gandia, Arturo Torró, desde la Feria de Turismo (Fitur) donde mostró los 11 proyectos que se han presentado al concurso. La playa de L'Auir es la zona litoral más septentrional del municipio, entre Xeraco y el inicio de la playa de Gandia. Con más de millón y medio de metros cuadrados, se ha salvado de la vorágine urbanizadora de los sesenta, los setenta y la última burbuja inmobiliaria convertido el espacio de playa, cordón dunar y uso agrícola. El vigente Plan General de Ordenación Urbana, aprobado en la etapa del anterior Gobierno socialista, califica el espacio como residencial de baja densidad.
Durante la burbuja, la escasa edificabilidad del espacio, un 0,14%, hizo que se salvara del cemento pero el Gobierno municipal del Partido Popular planea ahora darle un uso turístico con la construcción de hoteles y zonas residenciales para un turista de alto poder adquisitivo.
El pasado mes de noviembre, el equipo de Arturo Torró publicó las condiciones del concurso de ideas que repartirá 54.000 euros en cinco premios. Entre los requisitos del proyecto está el diseño de "dos o tres complejos hoteleros" cerca del límite sur de la playa y "otro complejo" en las inmediaciones del río de Xeraco, al norte del espacio proyectado. La edificabilidad restante podrá utilizarse para la construcción de unifamiliares, restaurantes o complejos lúdicos.
La oposición municipal rechaza de plano el proyecto. "Nosotros exigíamos que el Ayuntamiento mantuviera la alternativa cero que es la que contempla que este espacio se mantenga como está y eso, según las bases propuestas, no es posible", se quejaba ayer Lorena Milvaques, portavoz de Compromís en el Ayuntamiento de Gandia. El atractivo de un tramo de costa virgen entre playas saturadas de edificios es irresistible. "Para el alcalde es la joya de la corona en el sentido urbanizador y para nosotros en el sentido ambiental", apostillaba Milvaques.
"Nosotros proponemos la regeneración dunar y el mantenimiento de la zona pero el Ayuntamiento habla de bungalós de alto standing", se quejaba Vicent Mascarell, concejal del PSPV en Gandia.
Aunque el Ayuntamiento explica que este es un concurso de ideas y la decisión final de implementar o no el proyecto la tomarán los ciudadanos, hay quien ve en esta propuesta algo más que un proyecto turístico.
El propietario de la mayor parte de los terrenos urbanizables es una empresa local, Rústica, SA. "Esta es una empresa muy potente, afincada en Madrid con vinculaciones en Valencia, y que durante muchos años ha puesto y quitado candidatos en el Partido Popular en Gandia con el objetivo de que alguien recalificara y consiguiera lo que la izquierda hemos evitado durante muchos años", explicaba Mascarell.
Preguntado al respecto, el alcalde de Gandia, Arturo Torró prefiere no hablar de esta empresa y asegura que su Ayuntamiento hará lo que sea mejor para los ciudadanos. "Nosotros no beneficiamos a nadie en concreto. Ni el Gobierno ni yo tenemos ningún interés en ningún proyecto", aseguró. "Este es un concurso exclusivamente técnico. Los proyectos los valorarán los técnicos del Ayuntamiento, de la Universidad Politécnica y de la Generalitat. Elegirán el que más guste y una vez elegido el ganador lo presentaremos a la ciudadanía para ver qué opina la gente y si se hace o no se hace", detalló Torró.
"Esto es una trampa para convencer a la ciudadanía que en un momento de crisis habrá trabajo para todos y nos sacará de pobres", se quejaba el socialista Mascarell. La oposición a las aspiraciones urbanizadoras municipales procede también de la ciudadanía que ya ha empezado a mostrar su rechazo en Internet.
La plataforma online Change.org, recoge ya más de 8.700 firmas (Gandia tiene 78.543 habitantes) en una petición que propone la calificación de la playa como espacio natural protegido. Los ciudadanos ya han organizado en las redes sociales grupos como Salvem L'Auir porque dicen no comprender por qué ha de urbanizarse el único espacio libre virgen que queda si los turistas tienen varios kilómetros de playa llenos de hoteles y apartamentos.
El concejal socialista Vicent Mascarell cree que la oposición vecinal será mayor de lo que el Ayuntamiento espera: "No será un tema pacífico. Si el señor Torró quiere urbanizar L'Auir, este será el Gamonal de Gandia".
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