La mujer de Pujol, al juez: “Mi marido se interesa por todos los temas”

La esposa de Oriol Pujol Ferrusola, Anna Vidal, está a un paso de ser citada a declarar como imputada en el caso ITV. Los investigadores consideran que fue la vía que utilizó la trama corrupta para pagar los presuntos favores prestados por el ex número dos de Convergència Democràtica de Catalunya. Vidal ya dio explicaciones sobre sus tratos con el empresario Sergi Alsina —amigo íntimo de los Pujol— ante el juez, pero como testigo, en mayo de 2013. En su declaración, a la que ha tenido acceso EL PAÍS, Vidal admite que es socia de Alsina en una empresa y que se lucró con el proceso de deslocalización de la multinacional Sharp (200.000 euros).

En su comparecencia, de poco más de una hora, Vidal niega cualquier relación con la presunta red que intentó tumbar una adjudicación de estaciones de la ITV para lograr otra a su medida. También desvincula a su marido, y circunscribe su interés por el sector al ámbito político. “Se interesa por todos los temas”. Licenciada en Derecho y Económicas, la mujer defiende la bondad de su trabajo con Alsina, del que ha sido empleada, colaboradora externa y socia. “¿Alsina comenta los negocios con su marido?”, le pregunta el abogado de Pujol, Javier Melero. “Sí, pero como los comenta con mucha gente. A mi marido continuamente se le acerca gente y le explica su vida personal y profesional”.

Durante la investigación, los agentes registraron una cena (27 de julio de 2011) en la que participaron Pujol y algunos de los principales implicados. Según Vidal, ese encuentro fue “bastante superficial” y se trataron “cosas generales”. “¿De qué hablaron?”, insiste el juez. “No le puedo concretar porque no lo recuerdo”, responde. Los investigadores sospechan que en esa cena se fraguó el acuerdo por el que Pujol tendría una “participación indirecta” en la sociedad Upprime Energy. Esa firma iba a ser, según los planes de la trama —desbaratados por la investigación— la beneficiaria de futuras adjudicaciones a dedo.

"Me pidió alternativas al cierre de Sharp", dice Vidal sobre un cobro de 200.000 euros de Alsina.

Las últimas pesquisas indican que Alsina cobró de un empresario de las ITV, Ricard Puignou, para “presionar” a Pujol sobre la Ley de Seguridad Industrial. El diputado ofreció orientar su voto, presuntamente, a cambio de 30.000 euros. De ahí que la Fiscalía Anticorrupción haya pedido su imputación por cohecho (ya lo está por tráfico de influencias), así como la de su mujer. Alsina, además, se embolsó 6,9 millones asesorando a empresas en las grandes reconversiones industriales de los últimos años en Cataluña: Sony, Yamaha y Sharp. Lo logró, en parte, gracias a los “consejos” que le brindó su amigo Pujol, como recogen las conversaciones telefónicas entre ambos que obran en el sumario. De esas operaciones, la familia Pujol-Vidal sacó tajada: 200.000 euros.

La esposa de Pujol justifica ante el juez esa y otras facturas. “Alsina buscaba alternativas al cierre de Sharp, y esta le dio dos meses. Me dijo que le buscase alternativas, porque no había un comprador evidente”, relata. No consta contrato por ese asesoramiento, lo que alimenta las sospechas sobre su naturaleza. Vidal, sin embargo, explica que ello obedece a una relación profesional “de mucha confianza” con Alsina, que les llevó a “funcionar por acuerdos verbales”. “Llopis [Modest Llopis, abogado personal de Pujol] insistió en ponerlo por escrito, pero no lo llegamos a hacer”. “¿Por qué?”, inquiere el juez. “Por desidia de Alsina y mía”, contesta.

Además de empleada (entre 1999 y 2001) y asesora, Vidal admite ante el juez que es socia del empresario. “Hemos invertido conjuntamente en una empresa que se llama Alta Partners Investments IT, de la cual tengo el 20% de las acciones. También fui accionista en otra empresa con Alsina y otra gente, pero salí en 2008”.