El gasto de los turistas supera el récord previo a la crisis y escala el 14% en 2013

La industria turística catalana parece instalada en una burbuja ajena a la crisis. Solo así se explican los números de llegada de visitantes que ha presentado hoy el consejero de Industria y Empleo, Felip Puig, que vuelven a constatar que el turismo es uno de los sectores más vigorosos de la economía catalana. En 2013 llegaron a Cataluña 15,59 millones de turistas extranjeros, un 8% más que el año pasado. Cada uno de ellos gastó 912 euros, por lo que el gasto total alcanzó los 14.182 millones de euros, un 14,2% más.

“Cataluña se consolida como una de las potencias turísticas a nivel europeo y mundial”, ha dicho Puig, quien ha aprovechado para comparar los datos catalanes con los del resto de España, donde la llegada de turistas extranjeros habría crecido también, pero a un ritmo inferior, del 4,8%.

El consejero, máximo responsable de Turismo de la Generalitat, ha asegurado que el buen papel del turismo el pasado año es consecuencia de las políticas de mercadotecnia desarrolladas por la Generalitat, que se han centrado en buscar turistas con mayor poder adquisitivo. Francia continúa siendo el país que mayor volumen de turistas aporta (4,15 millones, un 8,9% más), por delante de Reino Unido (1,68 millones, un 4,9% más) y Alemania (1,27 millones, un 9,9% más). Con esas cifras, las visitas francesas son las que mayores recursos dejan en la economía catalana: 2.405 millones, un 28,1% más. Pero el segundo país en la clasificación de gasto es Rusia, que el año pasado dejó 1.297 millones, un 22% más, pese a que aún no alcanza (aunque se aproxima) el millón de turistas. El turismo ruso ha superado al estadounidense por volumen de gasto total, ya que este último redujo el número de turistas (568.347, un 1,6% menos) y de gastos (1.005 millones, un 9,2% menos).

Esas estadísticas turísticas (que no son definitivas, las de diciembre son estimaciones) solo tienen un contrapunto: la forma cómo ha impactado el contexto económico en el turismo interior. Según los datos de la Generalitat, en este caso teniendo en cuenta solo el periodo enero-agosto, el turismo de catalanes se ha reducido un 23% y la llegada de visitantes del resto de España se ha reducido un 8%, por lo que la cifra total de visitantes se quedaría en los 4,3 millones de visitantes. “Nos preocupa y nos hará repensar” las políticas de promoción, ha señalado el consejero.

Puig ha negado que esa caída sea consecuencia del proceso político en el que está inmerso Cataluña y lo ha circunscrito a la crisis, argumentando que otras comunidades autónomas han sufrido fuertes reducciones de visitantes españoles, incluso superiores a las catalanas. Asturias perdió un 18% de visitantes nacionales; Canarias, un 21%; Baleares, un 7,3%; y Madrid, entre otras, un 8,1%.

Según ha asegurado Puig, ni todas las zonas se han beneficiado por igual del buen momento en el que se encuentra el turismo ni los diferentes tipos de alojamiento. En ese sentido, se ha referido a los alojamientos turísticos, más sensibles al turismo local, los que han sufrido la peor parte.