El polideportivo ‘fantasma’ que costó 10,5 millones a Navalcarnero
Interrumpido desde 2008, el complejo de 6.000 metros cuadrados y hasta cuatro piscinas iba a revitalizar a la localidad Su ‘esqueleto’ simboliza los excesos de Baltasar Santos (PP), con una deuda de 250 millones
Hay excesos del ladrillo que duelen a la vista. Que, imposibles de ocultar, se yerguen desafiantes como símbolo del derroche de unos tiempos más cercanos que lejanos en los que prácticamente todo valía. El abandono del polideportivo La estación, en Navalcarnero, un esqueleto de hormigón colonizado por litronas y hierbajos en el que el gobierno municipal de Baltasar Santos (PP) ha invertido 10,5 millones de euros, representa esa época. “Lo delirante del asunto es que encima se ha certificado y pagado como construido en un 90%, cuando no hay construido realmente ni un 15%”, lamenta el portavoz del PSOE y anterior regidor, José Luis Adell. “Por culpa de la crisis el polideportivo se quedó ahí parado. La intención es retomarlo, pero no es una prioridad... Es lo que hay”, trata de justificar un portavoz del Ayuntamiento. El PP cuenta con 12 concejales por siete socialistas, uno de IU y otro del Partido Democrático Popular (PDAP).
Y el tren tampoco llegó
El polideportivo La Estación era una de los proyectos “más ambiciosos” de Navalcarnero, reconocía un folleto municipal del proyecto en junio de 2006. Baltasar Santos iba más allá al asegurar que serviría a la villa para “seguir manteniendo su liderazgo y seguir ostentando el título de capital del deporte”. El alcalde del PP incluso adelantaba que a sus “numerosas iniciativas” se sumarían “pronto” otras como la “llegada del tren” que enlazara con Móstoles. “Gracias el entendimiento entre el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, que financiará la obra, está previsto que el tren empiece a funcionar en 2008”, afirmaba Santos.
La expresidenta regional, Esperanza Aguirre, colocó en febrero del 2008 la primera piedra, pero el tren nunca llegó. Con un trazado de 14,8 kilómetros, paralelo a la A-5, las obras se ralentizaron en 2010 hasta interrumpirse en 2012. Se calcula que OHL, la adjudicataria, invirtió 130 millones de los 362 previstos.
En mayo de 2006 Navalcarnero —Santos gobierna de manera ininterrumpida desde 1995 la localidad de 25.000 habitantes— adjudicó el concurso a Constructora Hispánica SA, conocida por su vinculación con el caso Gürtel (los dueños actuales de la compañía no tienen nada que ver con los anteriores), por 14.837.273 euros, incluidos un parque y un vial de acceso al centro deportivo desde una rotonda cercana. El Ayuntamiento pondría el 80% de la financiación y la concesionaria el 20% restante, con una duración estimada de las obras de 18 meses.
Las instalaciones, de 6.000 metros cuadrados construidos, contarían con una piscina olímpica, tres piscinas de recreo, vestíbulos, aseos, médico, gimnasio, pista de footing, graderío, almacenes y “salas multifuncionales”. El proyecto se caracterizaba por la existencia del grupo de piscinas, desarrolladas en distintas plataformas: cada una descargaría su agua en la siguiente, “conformando un conjunto de láminas de agua a diferentes niveles”, explicaba la propaganda del proyecto. La cafetería prevista dispondría de una entreplanta desde la que se apreciaría “la perspectiva de las piscinas de recreo”. Tras toda esta obra, “terminada y en funcionamiento en un plazo de año y medio”, el complejo se completaría “con nuevas instalaciones deportivas” en una segunda fase.
Pese a las expectativas provocadas, y tras colocar la primera piedra en junio de 2006, los trabajos se interrumpieron en 2008.
Rebasado el plazo para su estreno con creces, el polideportivo amenaza ruina, con los conductos de ventilación amenazando con desplomarse sobre los incautos que se atreven a aventurarse en sus entrañas. Expertos consultados coinciden en que la mayor parte de los trabajos realizados son “inservibles”. Desde el gobierno local aseguran que se retomarán “en cuanto se pueda”. Navalcarnero tiene prorrogados los presupuestos desde hace seis años. La oposición calcula una deuda de al menos 250 millones.
El estado de construcción y conservación del complejo de La Estación contrasta con los 10.590.020 euros que el Consistorio se ha gastado en las obras. Además, el equipo de Santos aprobó en noviembre de 2010 un modificado por importe de 1.186.722,63 euros más IVA en favor de Assignia Infraestructuras SA, la sociedad que compró Constructora Hispánica SA, modificando el anterior contrato. “La cantidad finalmente no se abonó, pero es un escándalo que se aprobase un modificado sobre una obra no ejecutada, cuando además en el contrato original ya se recogían esas supuestas modificaciones”, denuncia Adell. El anterior alcalde subraya que las empresas mencionadas, pese a no haber terminado el polideportivo, fueron las adjudicatarias de posteriores concursos municipales como la gestión de un colegio o la renovación del mercado local.
El pasado octubre los portavoces del PSOE y PDAP presentaron una querella, admitida a trámite y por la que ya están declarando testigos y querellados, en el Juzgado de Navalcarnero contra el regidor y los concejales de Hacienda y Urbanismo por presuntos delitos de estafa, falsedad documental, prevaricación y malversación por la concesión para la construcción del polideportivo y su posterior gestión.
“El PP de esta comunidad tiene dos grandes récord de gestión: Madrid, como gran ciudad, con el mayor endeudamiento por habitante de España, y Navalcarnero, la pequeña Marbella madrileña con el mismo récord”, reflexiona María Teresa González Ausín, diputada regional socialista.
Una pintada sobre una de las paredes exteriores del centro deportivo resume lo que sucedió en Navalcarnero y tantos otros lugares: “Viva la vida loca! $”. Tan loca que la ubicación que se eligió para el polideportivo fantasma fue justo al lado del polideportivo con que ya contaba Navalcarnero.
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