La supresión de aulas rompe la buena relación entre Català y Escola Valenciana

“Nuestro centro tiene una sola línea de enseñanza y es en valenciano”, explicaba este jueves en el barrio de Sant Marcel.lí de Valencia Francesc Blai, director del colegio Sara Fernández. “Para nosotros, la supresión de la única unidad de tres años es condenar a muerte una escuela”. Tan dramática conclusión aludía a la propuesta de “arreglo escolar” para el curso 2013-14 que la Consejería de Educación presentó a mediados de diciembre y que ha supuesto para Escola Valenciana “un punto de inflexión” en las relaciones con la consejería y más concretamente, con su titular, María José Català.

Junto a Blai se encontraban en la puerta del colegio Ramiro Jover, la directora del centro, del que también se quiere eliminar un aula de las dos que tiene de tres años; varios representantes de Escola Valenciana con su presidente, Vicent Moreno, al frente; miembros de las asociaciones de padres y madres y la presidenta de la Asociación de Vecinos de Sant Marcel.lí.

Todos comparecieron puertas afuera del colegio porque, según informó Escola, Educación no les había autorizado convocar dentro, a pesar de solicitarlo formalmente el equipo directivo. Algunos de los miembros de la entidad comentaban que una cosa así no había pasado “ni en tiempos de Font de Mora”.

Llovía sobre mojado. Vicent Moreno se lamentó de que Català no había querido recibirlos para tratar este asunto y presentarle un “informe sobre las unidades educativas en valenciano que peligran para el próximo curso”. Primero les citaron para el día 14 de enero, después les cambiaron la hora, más tarde pospusieron la reunión para el día 16 y, finalmente, la aplazaron sine díe.

Educación dice que se suprimen también en castellano y que hay más unidades

Dolors Ibáñez calificó la situación de “ruptura por parte de la consejera” dentro de la que hasta ahora había sido una relación de diálogo y acuerdos. Destaca entre éstos el que concluyó con la aprobación del cambio de 42 líneas de castellano a valenciano para el presente curso. Vicent Moreno se refirió al “arreglo escolar” como un ataque frontal a la escuela pública y en valenciano; dijo que “con medidas como ésta el gobierno de Fabra se aproxima a otros del Partido Popular”, en referencia al de Bauzà en Baleares, y avisó de que si es preciso, no solo actuarán en el terreno social sino también en el judicial.

Con todo, señaló que Escola Valenciana “continúa con las puertas abiertas al diálogo”. Fuentes del Consell negaron la ruptura del diálogo; insinuaron que a la entidad cívica, que aglutina a una treintena de asociaciones en defensa de la lengua de todo el País Valenciano, “no le interesa ahora el diálogo”, y rebatieron sus críticas.

Según el informe, en total, “peligran” 151 unidades de valenciano en escuelas públicas, de ellas 111 de infantil y el resto de Primaria, en 17 comarcas. También alertan de que “si no se evita, el Gobierno valenciano cerrará seis escuelas públicas en valenciano”.

En concreto, el Sara Fernández, Santa Quiteria de Almassora, Ciutat de Cremona de Alaquàs, Torre de les Maçanes en Torre de les Maçanes, Josep Camarena de Gandia y Cases del Senyor de Monòver. Educación puntualizó que se suprimen tanto líneas en castellano como en valenciano; que no se cierran centros sino que “se integran” unos en otros, como el Josep Camarena en el Roís de Corella, y que, en conjunto se crean más unidades que se suprimen.