Los jueces exigen al CIE todos los partes médicos de los internos
Un auto ordena eliminar las mamparas entre familiares y extranjeros Las duchas del centro carecen de agua caliente para todos los residentes
El Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de la Zona Franca dista mucho de reunir las condiciones mínimas de un lugar donde están encerradas más de un centenar de personas de media, en situación irregular, a la espera de ser expulsadas de España. Tras unos altercados vividos en Nochevieja, en los que varios internos denunciaron haber sido golpeados por agentes antidisturbios del Cuerpo Nacional de Policía, una comitiva judicial visitó el centro el pasado 12 de enero. En el informe posterior sobre el estado del centro, los jueces exigen al CIE que les remitan los partes médicos de los internos. “No se envían al Juzgado de Guardia la totalidad de los partes de asistencia médica realizados en favor de los internos por lesiones de origen traumático”, sostiene el escrito, que firman los titulares de los juzgados de instrucción 1, Joaquín Aguirre, y 17, Fernando Luis Criado. Y especifican que es indistinto el origen de la lesión: fortuita, imprudente o dolosa.
“Hasta ahora, se reseñaba la herida y el contenido del parte en las diligencias sobre lo sucedido que se hacía llegar al juzgado. Pero si quieren el informe en sí, se les hará llegar”, explicó este miércoles un portavoz de la Jefatura Superior de Catalunya. Los jueces además desgranaron en un auto un decálogo de cuestiones a mejorar, como eliminar las mamparas que separan a familiares y a internos o mejorar las duchas.
En cuanto al trato con los familiares, los jueces consideran que la “existencia de mamparas y rejas que impiden el contacto físico entre los internos y sus visitantes limita gravemente el derecho a la intimidad, a la dignidad personal y a recibir un trato humanitario y no degradante”. “Privar” a los internos “del último contacto físico, aunque solo sea una caricia o un abrazo de sus familiares o amigos es poco humanitario y absolutamente evitable por parte del Estado”, afirman. Por ello ordenan que las visitas, tanto ONG como allegados, sea en habitaciones sin “mampara, rejas u otro obstáculo”. Y deja en manos de la dirección las medidas de control necesarias para evitar que se entren drogas o armas.
Asimismo, recuerda al CIE que debe respetar el auto de junio del año pasado, que obliga a ampliar los horarios de visita a los familiares, que pueden ir también por la tarde
El auto de los jueces establece también que se mejoren las condiciones de las duchas, que ahora funcionan con unas calderas eléctricas, que no garantizan agua caliente para todos. Eso, según los jueces, es un motivo de conflicto. Y señalan además que diversos internos les contaron —se entrevistaron con siete— que el origen de los altercados de Nochevieja fue que les sacaron de las duchas aún enjabonados. “Resulta necesaria” un sistema que “permita la regulación de la temperatura del agua” y de la duración de la misma, sostiene el auto. También consideran que las estancias “deberían contar con una taza de water”.
También insiste en que las ONG pueden visitar a cuantos internos consideren necesarios, sin que sean vetados de forma “arbitraria”. A pesar de eso, rechaza el deseo de las ONG de poder designar, de forma genérica, el médico que visite a los internos. También piden ser informados de cualquier incidente que obligue intervención policial, sin que pasen más de cuatro horas del inicio del incidente.
Por otra parte, el director general de la policía, Ignacio Cosidó, anunció un nuevo protocolo antisuicidios, aunque no dio detalles del mismo. Lo hizo en una visita al CIE de Zona Franca, acompañado de la defensora del pueblo, Soledad Becerril, y de la delegada en Cataluña, María de los Llanos de Luna. En los últimos cinco años, dos personas se han suicidado en los CIE de España, según Interior. El alcalde Trias pidió también una reunión con Llanos de Luna para tratar la situación de los centros.
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