Aguirre pone la mano en el fuego por González

Esperanza Aguirre ha retomado esta mañana una tradición interrumpida hace casi un año. Las habituales comparecencias de la presidenta del PP de Madrid cada 15 días en la sede del PP en Génova quedaron interrumpidas tras la filtración del Comité de Dirección del 6 de febrero de 2013, en el que la dirigente del PP cargó contra Ana Mato, Ana Botella y María Dolores de Cospedal. El cónclave se continuó celebrando –aunque con menos comparecientes, cayendo de unos 20 a media docena, todos de la confianza de Aguirre-, el catenaccio frente a los medios se levantó hoy… Y el PP regional lo celebró como soplo de oxígeno en un panorama incierto para sus responsables.

La expresidenta de la Comunidad ha aprovechado la ocasión para realizar una defensa a ultranza de su delfín y sucesor en el Ejecutivo autonómico, Ignacio González. Aguirre se mostró confiada en la inocencia de la primera dama del Gobierno regional, Lourdes Cavero, imputada por presunto blanqueo de capitales y un delito fiscal por el ático de lujo que la pareja tiene en la costa malagueña. “Si uno lee el auto de la jueza sustituta de Estepona, se da cuenta de que la imputación es para protegerla de los medios de comunicación o algo parecido. Si lo han recurrido la fiscalía y las acusaciones, es decir el SUP [Sindicato Unificado de Policía], parece que todo indica que se la vaya a desimputar”, ha afirmado Aguirre.

La dirigente también ha mostrado su apoyo a González tras su discusión de este lunes con el director de El Mundo, Pedro J. Ramírez, en la cadena Cope, a raíz del artículo en el que se relacionaba supuestamente a González con la trama Gürtel. "Los oyentes pudieron escuchar al presidente de la Comunidad rebatiendo las acusaciones de ese periódico. Que la corrección política, la cautela los consejos de los expertos aconsejen que no se debe hacer? Puede ser. A mí me parece que ha dado las explicaciones más exhaustivas sobre su patrimonio, sobre de donde saco el dinero para la compra… Es normal que trasluzca enfado ante ello. Todos somos iguales ante la ley, pero no todos somos iguales ante los medios de comunicación”, ha expresado Aguirre.

En lo que no se ha mojado Aguirre ha sido en quiénes serán los candidatos del PP de cara a las elecciones autonómicas y municipales, para las que González y Botella no las tienen todas consigo. “Si no se conoce todavía el candidato para las europeas, difícil que se sepan los aspirantes de cara al año que viene. A mí me nombraron candidata en septiembre el año anterior a las elecciones cuando fue por primera vez [2003]. Y en las alcaldías se suele hacer en el mes de enero del propio año de los comicios”, ha observado.

Sobre las posibles alianzas que tendría que aceptar el PP con otros partidos para mantener el Gobierno de Madrid, su principal bastión y caladero de votos, Aguirre ha eludido una respuesta contundente: “Falta muchísimo tiempo, no tenemos más escenario que el que dan las encuestas, y dan la desafección de los ciudadanos hacia los políticos. El PP pretende luchar contra eso”. En privado, distintos dirigentes del partido dan por hecho que perderán la mayoría absoluta. “En 2011 llegamos a lo más alto, superar ese listón es inviable. La lógica invita a lo contrario”, reflexionan.

Apoyo a la reforma de la ley del aborto

Como en otras ocasiones, Aguirre sí ha vuelto a respaldar con especial énfasis la reforma de la ley del aborto impulsada por el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón. “Yo creo en los plazos y en los supuestos, creo en ambas cosas, como creo que el aborto no es ningún derecho, es un fracaso y en la mayoría de casos produce secuelas psicológicas a las mujeres que abortan. Me parece que la reforma de una ley del aborto que permitió el asesinato de bebés de ocho meses como en Barcelona en la clínica del doctor Morín y vino a grabar la televisión noruega exige un cambio inmediato”.

Sobre las voces dentro del PP que sugieren introducir cambios –en Madrid así lo han hecho la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, y la diputada autonómica Isabel Díaz Ayuso-, “cada uno responde desde su punto de vista”, ha manifestado Aguirre.

La máxima responsable del PP madrileño también se ha posicionado a favor de la polémica privatización sanitaria, que desde antes de su paralización en septiembre se le ha atragantado al Gobierno de González, con el consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty, cada vez más centrado en el ojo del huracán. La decisión de la supersala de 50 magistrados del Tribunal Superior de Justicia de Madrid de devolver los procesos abiertos a cada juzgado no se la esperaban en la sede del Ejecutivo en la Puerta del Sol.

Aguirre concluyó manifestando que: “No puedo hacer una valoración por la complejidad jurídico procesal, pero creo que los madrileños han votado a un gobierno para que mantenga una sanidad pública y universal. Y se ha creído que la gestión privada era la mejor opción para seis hospitales, lo que no puede ser es que a través de las dilatorias infinitas se detenga el proceso. Pido celeridad”. Un mes antes de que González se dispusiera a recortar 2.700 millones de euros en un solo ejercicio y anunciara sus intenciones respecto a la gestión de seis hospitales de la red pública, ella había dimitido por sorpresa. “Aun así, hacía casi un año que se esperaba su salida”, resumía un responsable popular.