Un activista se entierra en un coche en protesta contra la línea de alta tensión
El joven ideó un complejo plan para retrasar la colocación de una nueva torre
Un activista contrario a la línea de Muy Alta Tensión (MAT) se encadenó a primera hora de la mañana de ayer introduciendo su brazo en un bloque de cemento colocado en el interior de un coche, que estaba sepultado bajo tierra en Fallines (Viladasens-Gironès). El coche estaba emplazado justo en el punto en que Red Eléctrica tenía previsto ayer iniciar los trabajos de colocación de la torre 66. Una treintena de jóvenes, también contrarios a la polémica autopista eléctrica, estuvieron apoyándole.
Frente a ellos, decenas de agentes de los Mossos d'Esquadra, que, a primera hora de la tarde, cargaron contra los concentrados que querían evitar que se colocara una valla metálica para delimitar la parcela.
Desde hace unos días, el activista que ayer se atrincheró bajo tierra, dormía en una caravana que tenía las ruedas pinchadas y estaba situada en el lugar donde debían comenzar las obras. El joven ideó un plan para evitar el inicio de los trabajos de colocación de la torre. Había excavado un gran agujero donde metió el coche y construyó un túnel con media docena de bidones de aceite vacíos que daba acceso directo a una trampilla situada en el suelo de la caravana. Ayer a primera hora de la mañana, al llegar agentes de los Mossos, se metió en el coche y se encadenó al bloque de cemento.
A media mañana los Bomberos de la Generalitat accedieron a la caravana para comprobar su estado de salud y junto a los Mossos estudiaron cómo liberarle del bloque de cemento y del coche. Sobre las tres de la tarde, los bomberos hicieron un agujero con una máquina retroexcavadora y luego, a pico y pala, y con una radial y una máquina taladradora, trabajaron durante horas para descubrir el coche y sacar el brazo que el joven había introducido en el bloque de hormigón. En varias ocasiones un médico del Servicio de Emergencias comprobó el estado del joven.
Cuando faltaba poco para las 20 horas, 11 horas después del inicio del acto reivindicativo, los bomberos consiguieron liberar al joven, que salió victorioso y vitoreado por sus compañeros. Una ambulancia le trasladó a un centro sanitario para comprobar su salud y para sacarle el brazo del tubo de PVC con la cadena, del que todavía no se le había podido liberar.
La protesta del resto de concentrados siguió todo el día en los terrenos ocupados. A primera hora de la mañana media docena de personas opusieron resistencia a los mossos. Desde las redes sociales hicieron un llamamiento para que acudiera gente a apoyar la acción. A medida que pasaron las horas fueron llegando activistas y acabaron siendo medio centenar, que se enfrentaron en varias ocasiones a la policía. Se vivieron momentos de tensión cuando los policías efectuaron algunas cargas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.