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campeonato mano parejas

Un entrenamiento fuerte para Olaizola

Neta superioridad del campeón junto a Aretxabaleta frente a la bisoñez de Urrutikoetxea y el pundonor de Beroiz

El País

Olaizola II-Aretxabaleta, 22-Urrutikoetxea-Beroiz, 6. ¿Algo más que contar? Un desenlace tan demoledor se lleva por delante todo comentario aunque se trate de un partido del campeonato de mano por parejas. Queda la excepción de esos destellos que han entretenido puntualmente al personal en el frontón Bizkaia. Los pelotazos del agradecimiento. Pero, en realidad, todo ha quedado reducido a un entrenamiento fuerte para la pareja ganadora, cada vez más compenetrada y que tiene en la irrupción del zaguero a su aspecto más determinante.

"Abusón", le llamó cariñosamente un espectador desde la grada a Olaizola II cuando éste tomaba un sorbo de refresco después de haber castigado por enésima vez el riñón a Urrutikoetxea. El respetuoso aficionado no decía otra cosa que la verdad. Uno y otro manista transitan, de momento, por universos diferentes. En pelota, el escalafón se gana de peldaño en peldaño. Por eso se producen al final diferencias como las vividas en la primera función de 2014 en Bilbao.

Paradójicamente, el partido había comenzado con un presagio de emociones. Incontables pelotazos a buena auguraban quizá un duelo atrevido en la zaga con dos rivales mirándose de reojo y un asomo de descaro del alumno Urrutikoetxea ante el profesor Olaizola. Pero aquello ha durado lo que ha querido el delantero navarro. A partir de igualar los dos primeros tantos azules, el compromiso ha quedado sin argumento.

Bien es verdad que en un pequeño brote de rebeldía, Urrutikoetxea y, sobre todo, Beroiz se han acercado lo suficiente para animar las traviesas, pero lo han echado a perder con una falta de entendimiento que les llevó a desastre. A partir de ese 9-6 que acababa con la ilusión de haberse quedado a un tanto, los favoritos han sentenciado sin despeinarse.

Hasta entonces, Beroiz, con un golpeo seguro y eficaz, se había hecho un hueco en el partido. Olaizola mantenía su velocidad de crucero imperturbable y su participación en este campeonato va a ofrecer la posibilidad de comprobar la mejoría de un Aretxabaleta, otra vez de alumno aventajado en los compromisos. A recordar su tanto de delantero resolutivo en cuadro cinco que pilló con el pie cambiado a sus dos rivales. En partidos sin historia, los buenos detalles relucen mucho más. Del resto, mejor no acordarse.

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