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Maroto persigue la rentabilidad de una improvisación

La ciudad idea cómo explotar su inversión en la Capital Gastronómica bajo la mirada expectante de la oposición

Maroto (centro), con alumnos de la Escuela de Hostelería y representantes del sector, entre otros, en uno de los actos de promoción de la candidatura.
Maroto (centro), con alumnos de la Escuela de Hostelería y representantes del sector, entre otros, en uno de los actos de promoción de la candidatura.l. rico

Nadie en el Ayuntamiento de Vitoria había planificado la candidatura al incipiente premio turístico de Capitalidad Gastronómica de España, hasta ahora concedido en 2012 a Logroño y este año a Burgos. Pero Javier Maroto improvisó rápidamente la alternativa de la capital alavesa. “Estábamos teniendo unos datos muy buenos de crecimiento turístico y necesitamos una divulgación; así que, viendo la rentabilidad conseguida por Burgos, hablando con ellos, nos presentamos”, recuerda el alcalde vitoriano (PP).

La oposición apenas tuvo tiempo para profundizar en la propuesta de acción compartida que les propuso Maroto para avalar la candidatura. “Fue una precipitación. Salieron de compras y se encontraron con la idea de la capitalidad, como antes ocurrió con el bicentenario de la Batalla de Vitoria o la Green Capital”, cuestionan desde EH Bildu. Para el PNV, “ni siquiera nos dieron datos sobre lo que suponía y en la Junta de Portavoces no se sabía de qué iba”, recuerdan.

Pero Maroto encontró el impulso decisivo con el respaldo de los cocineros vascos de referencia. “El apoyo al principio de Arzak, Subijana, Arguiñano y Berasategui fue un aval de que aquí hay calidad, de que las cosas en cuestión gastronómica tienen credibilidad”, una cualidad a la que el alcalde concede buena parte de la unanimidad reflejada en la concesión.

La designación lleva parejo el desembolso de un canon de 125.000 euros, aunque más de un grupo sospecha que el gasto definitivo puede elevarse hasta el medio millón. “Después de ver la rentabilidad estimada de Vitoria Green Capital de 15 millones, para nosotros que tenemos 400 millones de presupuesto, va a ser rentable, y ahí están los datos auditados de Burgos, con nueve millones de visitantes”, se adelanta Maroto. Desde la óptica nacionalista, el temor se fundamenta “en la letra pequeña de un premio que lleva parejas muchas acciones de marketing, de acciones periodísticas de cuyo retorno quizá no se beneficie la ciudad y entonces es un canon muy caro”. Dice EH Bildu: “Nos oponemos a caer en una carrera de récord Guinness que de una imagen patética y pueblerina”.

Los socialistas, en cambio, secundan “convencidos” la iniciativa del PP, porque tienen la experiencia de lo que supuso para Vitoria el Congreso de Cocina de Autor ya que, recuerdan, catapultó durante muchos años “a los mejores chefs que hay en el mundo y supuso toda una referencia para la ciudad a nivel internacional”. Pero, sin embargo, critican que los populares hayan desatendido económicamente otras iniciativas internacionales que proyectan la imagen de Vitoria. “Hemos tenido que conseguir más dotación presupuestaria para el Festival de Jazz o para el de la televisión o el Museo Artium”, asegura un parlamentario socialista, “porque el PP se ha olvidado de ayudarles y no han defendido Álava o Vitoria”. “Siempre les ha faltado ambición dejando pasar muchas oportunidades", añade.

Reclamo turístico

  • La Capital Española de la Gastronomía es un evento auspiciado por la Federación Española de Hostelería (FEHR) y FEPET (Federación Española de Periodistas y Escritores de Turismo) que surge con la finalidad de promover, a nivel nacional e internacional, la gastronomía como uno de los principales atractivos para el turismo en España. Así se recoge en la página web de este galardón.
  • La mecánica es sencilla. Cada año se nomina una ciudad como Capital Española de la Gastronomía (CEG), cuyo mandato se corresponde con el año natural, del 1 de enero a 31 de diciembre. En 2012, el galardón correspondió a Logroño. Para el presente año, el jurado eligió por unanimidad a Burgos. Y ahora, Vitoria ha sido la elegida para 2014.
  • Huesca y Valencia eran las rivales directas de la capital alavesa. Todos los candidatos se han preocupado de recibir apoyos institucionales y firmas de ciudadanos.

La lupa de la oposición estará colocada sobre el programa de actos al que se ve obligada la ciudad como Capital Gastronómica —se ha evitado la referencia a España— para evaluar la rentabilidad que supone. “Que el dinero no se lo lleven otros, sino que repercuta en la hostelería y en el comercio”, señalan, con distintos tonos, los tres grupos de la oposición. En el PSE-EE entienden, incluso, que “si se hace bien, no tiene por qué costar dinero”. Maroto está convencido de que así será. “Vamos a ir unidos para conseguir una gran rentabilidad social y económica y este es un mensaje que debemos sacar para todas las cosas en este país, el de ponernos de acuerdo”, reconoce el alcalde vitoriano.

Bajo este apoyo controlado, desde la oposición se reclama una mayor concreción en la apuesta estratégica del PP para Vitoria. “No se puede estar pendiente de la última ocurrencia sin haber hablado previamente con los grupos, con la hostelería o con el comercio. No hay un rumbo y eso es lo preocupante”, entienden en EH Bildu.

Para el PNV, cuyo grupo municipal alentó al Gobierno vasco a participar en el proyecto “con las debidas cautelas”, la preocupación radica en que “no hay un proyecto de ciudad”. Los nacionalistas recuerdan como ejemplo de la improvisación que asocian con el comportamiento de Maroto cómo en la anterior edición de Fitur “apenas había un folleto del bicentenario de la Batalla de Vitoria” y “aquí se estaba considerando como la gran apuesta”.

Además, durante 2014, la capital alavesa mirará de reojo la actividad que despliega Córdoba, elegida como sede del ámbito iberoamericano. Hay quien ve en esta coincidencia “el aliciente” de un competidor directo por el cruce de iniciativas que se sucederán a lo largo del año en ambas ciudades y que, por tanto, se deberá procurar “disponer de la suficiente capacidad de atracción para rentabilizar la designación”.

No obstante, Vitoria se asegura ya un espacio en el mapa mediático, al que contribuirán los periodistas de información turística, agentes dinamizadores de este premio. Y en el seno de la corporación nadie oculta la repercusión política que pudiera proporcionar al alcalde como principal referente.

Los socialistas asumen el grado de “autobombo” que este tipo de concesiones proporciona al alcalde, máxime cuando en este caso la designación de la Capitalidad Gastronómica se produce a apenas año y medio de las próximas elecciones municipales. “La clave está”, dice un portavoz del PSE-EE, “en cómo gestione, porque ahí tenemos el ejemplo de Green Capital, donde se consideraba más una cuestión de un partido que de una ciudad”, en alusión a la actitud del PP. Para este grupo, que gobernó en la anterior legislatura, “Maroto está obligado a buscar algunas salidas populares ante el desgaste que su gestión ha sufrido ante los recortes sociales que ha tenido que aplicar por la crisis”.

El alcalde, a su vez, evita con un quite rápido el debate sobre la oportunidad política que se le presenta durante este año de Capital Gastronómica en la que se sucederán múltiples actos —la agenda incluirá actividades mensuales de relieve— con una proyección innegable. Maroto prefiere hablar de que se asiste a “una apuesta entre todos como ejemplo de lo que podemos ser capaces para otro tipo de cosas si nos unimos”.

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