Los arquitectos de Castellón critican la línea del Tram porque divide la ciudad

El Colegio Oficial de Arquitectos de Castellón ha cargado contra el Tram, la vía reservada para trolebuses que conecta la Universidad Jaume I con el distrito marítimo, por el “inconveniente” de plantear una red de transporte público en línea recta que divide la ciudad. Los arquitectos, en una carta firmada por su presidente, Jaime Prior, y remitida al alcalde de Castellón, centran su protesta en la obra del polémico trazado por el parque Ribalta de Castellón, que tildan de “grave error”. El Tribunal Superior de Justicia (TSJ) valenciano anuló en 2012 este proyecto, ya ejecutado, por vulnerar la Ley de Patrimonio Cultural Valenciano. Las obras no contaron con el visto bueno del Consell Valencià de Cultura, la Universidad Politécnica, la Jaume I ni de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos. Entonces, el colegio de arquitectos hizo suyo el informe contrario del CVC. Ahora, tras el fallo del TSJ y a la espera de que el Supremo se pronuncie sobre el recurso planteado por el Ayuntamiento de Castellón, el alcalde trata de conseguir un cambio de postura que desbloquee su puesta en marcha.

Alfonso Bataller remitió un escrito en septiembre para que los arquitectos “reconsideraran” su postura alegando que las obras han mejorado el Ribalta: “En años anteriores, cruzar el parque era algo a evitar”. En el escrito, insiste en que no se plantean como “sensatas” otras alternativas al paso por el parque BIC y que el desvío supondría un “coste económico difícilmente asumible por los ciudadanos”.

La respuesta de los arquitectos llegó ayer en forma de dura carta en la que muestran su rechazo no solo al trazado por el Ribalta, sino al proyecto global por no compartir la concepción lineal del Tram. “La línea roja de pavimento inmisericorde materializada como huella en el territorio no parece ser una solución adecuada (…) Lo que vertebra la ciudad es la estrategia de su urbanización, no el tipo de pavimento que se emplea ni lo recto que puede llevar a circular un transporte público”, recoge la misiva firmada por el presidente.

Las críticas crecen al hablar de las obras en el Ribalta. El alcalde defiende que han mejorado el entorno, pero los arquitectos hablan de la “asignatura pendiente” de la ciudad con el parque y aseguran que cualquier inversión habría supuesto una mejora (“sobre todo si hubiera sido respetuosa”). Las obras, realizadas con Alberto Fabra como alcalde, no solo fueron “un grave error”, sino que el trazado es “prescindible”. “Desconocemos las opciones que se valoraron para decidir esta inversión pública tan significativa (la línea 1 ha costado más de 70 millones) y la valoración de las alternativas, no las conocemos”.