El ‘número dos’ de Educación dimite por falta de sintonía con Alonso

El viceconsejero de Educación, Sebastián Cano Fernández, el más antiguo de la Junta de Andalucía, se marcha. Presentó su dimisión hace más de una semana al consejero Luciano Alonso, quien hoy llevará al Consejo de Gobierno el nombramiento de Montserrat Reyes, una persona de su total confianza, para ocupar la viceconsejería. Según la versión oficial de la Junta, Cano dimite por razones personales y ha alegado motivos de cansancio. Sin embargo, otras fuentes añaden además la falta de sintonía con el consejero. “No estaba a gusto, no se sentía útil”, afirmaron fuentes socialistas.

Sebastián Cano, de 62 años, no es un viceconsejero más. Llevaba 13 años al frente de la sala de mando de una consejería por la que han pasado durante ese tiempo hasta seis consejeros. Entre 1985 y 1995 ocupó puestos de responsabilidad en la Consejería de Educación. Desde esa fecha hasta 2000 fue director general de Planificación y Ordenación Educativa con Manuel Pezzi de consejero. Fue Cándida Martínez quien lo nombró número dos de la consejería en 2000. Todos los responsables políticos que han pasado por ese departamento lo mantuvieron en cargo: Teresa Jiménez, Mar Moreno, en las dos etapas en las que dirigió la consejería, Francisco Álvarez de la Chica y Luciano Alonso. Él mismo ocupó el puesto de consejero durante apenas cuatro meses, cuando Martínez tuvo que renunciar al puesto para ir en la candidatura al Congreso por Granada.

Tras la última crisis de Gobierno, provocada por la dimisión de José Antonio Griñán y la elección de Susana Díaz, la presidenta decidió unir Educación con Cultura y Deporte. Díaz, según algunas fuentes, fue clave en que Cano siguiera en el puesto.

Fuentes de la Junta aseguraron que Cano Fernández adelantó a Alonso que permanecería en el cargo hasta la aprobación de la ley de Presupuestos de la comunidad que salió adelante en el pleno del 19 de diciembre. La versión oficial de la Junta reviste la renuncia como un hecho normal. Otras fuentes señalan que desde la llegada de Alonso a Educación, Cano Fernández había perdido capacidad de decisión y que la sintonía con el consejero no era la misma que la que mantenía con sus predecesores. “Hay razones personales objetivas, pero el hecho que conduce a la dimisión es que no estaba a gusto”, señalan fuentes socialistas, que añaden que Cano no era informado de algunas reuniones que se celebran con el Ministerio de Educación.

En una consejería con tanto cambio de consejero, la presencia de Sebastián Cano aportaba estabilidad al departamento, según reconocen varias fuentes. Sobre él, además, recaía la interlocución con la compleja y variada comunidad escolar. “Siempre ha mantenido muy estable el diálogo con todos los sindicatos, la patronal, con las asociaciones de padres”, indicaron.

También destacan de Cano su “visión de conjunto” de todos los asuntos que se abordan en las reuniones de viceconsejeros el llamado consejillo, preparatorias de los Consejos de Gobierno.

Alonso va a proponer a la malagueña Montserrat Reyes como viceconsejera. Reyes ha sido alto cargo de Alonso en las tres consejerías que ha dirigido este desde 2007: Turismo, Comercio y Deporte; Cultura y Deporte; y Educación, Cultura y Deporte.