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Los moteros de la suerte

Una peña de aficionados a las motos gana cerca de 1.300.000 euros con un cuarto premio

Una peña motorista de Valencia ha sido agraciada con 1.300.000 euros del sorteo de la lotería de Navidad.
Una peña motorista de Valencia ha sido agraciada con 1.300.000 euros del sorteo de la lotería de Navidad. Mònica Torres

José Vinuesa todavía no se lo puede creer. El domingo de buena mañana se dirigió con la moto a Teruel, de ruta con un compañero del foro F800GS. Allí almorzaban viendo el sorteo de la lotería sin prestar mucha atención cuando de repente le ha parecido escuchar el número que juegan los componentes del club motero. Eran las 11.19 de la mañana y mientras se levantaba para poder comprobarlo, el teléfono ha sonado: era una llamada de su mujer Pepi para preguntarle dónde estaba y chillarle que les había tocado la lotería: el segundo cuarto premio, el 79.800, era el suyo. El premio: 20.000 euros por papeleta.

Juegan al 79.800 desde hace dos años porque hace referencia

El siguiente paso volver rápido con la moto a Valencia y reunirse con los cerca de 20 amigos del foro en el bar que regenta, el Bierwinkel de la calle Vall de la Ballestera. Un grupo que se une a través de internet y que hace quedadas por toda España pero que tiene su corazoncito en este bar de Valencia donde se reúnen cada jueves. Y aquí fue precisamente donde repartieron gran parte de las papeletas premiadas: “en principio teníamos reservadas 15 series –comenta Vicente Serrano, más conocido como Tico, miembro del grupo y propietario de la administración de lotería de El Corte Inglés de Pintor Sorolla- pero al final vendimos 65 décimos. Muchas aquí en la cena justo antes del campeonato de Cheste, otras las mandamos a través de correo certificado a gente de toda España que son del foro”. La historia de Tico posiblemente representa la cara más triste del día: “a mí no me ha tocado… pensaba que lo tenía pero con todo este jaleo y el lío de Navidad… se me ha pasado”. El lo ha vendido, lo ha repartido, forma parte del club pero ni él ni su hermano han sido agraciados “es una gran pena pero también una alegría… me alegro por todos”, añade mientras a sus espaldas los amigos abren las típicas botellas de champán.

El sorteo les ha pillado en Teruel, donde habían quedado para almorzar

Muchos sostienen el número en las manos y sonríen a los periodistas mientras uno de ellos grita bien alto “ehhh, que me devuelva mi décimo el que lo ha cogido para hacerse una foto”. El 79.800 es el número al que juegan desde hace dos años y que hace mención a la cilindrada de las motos a las que son aficionados. Algunos se lo dan a sus hijos, como Lluqui (Enrique Lluch) quien con las lágrimas asomando a los ojos afirma que servirá “para tapar algún agujerillo y pasar mejor las Navidades”, mientras da saltos de alegría y no para de gritar “viva ese lotero, viva ese lotero”. Alfredo Pérez, otro de los afortunados que está en el paro desde hace diez meses, también se lo da a su hijo Joan: “él quería este año ir a clase de música y solfeo pero su madre y yo vimos que no podía ser. Ahora sí que podrá hacerlo, incluso le compraré el instrumento, quizás un clarinete como su tía… y una Nintendo 2DS… y para Vera, papá la llevará a la granja escuela”. El premio este año será “un respirito para vivir”.

El premio este año será
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En definitiva, el club de moteros se ha llevado 1.300.000 euros. Y varios de ellos ya piensan en su afición, como Carlos y Vicente. Ellos iban a medias y Vicente no descarta comprarse la moto de sus sueños “a pesar de que tengo más agujerillos que el dinero que me ha tocado”, manifiesta entre sonrisas. Y entre las mujeres congregadas ninguna afortunada, “nosotros somos los paquetes – comenta Roser Galindo- pero ahora ya no protestaremos tanto por las ruedas, el cambio de aceite o las cenas de los jueves”. Ellas se llaman a sí mismas el Comando Alegre y hoy hacen honor a su apodo (el que tienen en el grupo de whatsapp) y aunque todavía no pueden con los nervios, “a mí al enterarme me he tenido que sentar porque me temblaban las piernas” comenta María José Malanda, ya piensan también en las Navidades, en “adelgazar la hipoteca” o en comprarse algún detalle, un viaje, unos zapatos o un bolso.

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