Jordi Martí desafía a la dirección del PSC y evita votar contra la consulta

Es la tercera vez que Jordi Martí, presidente del grupo municipal del PSC en Barcelona, rompe la disciplina de voto. Y las tres veces lo ha hecho con el tema más sensible de la política catalana: la consulta. El último episodio fue ayer, durante el pleno municipal del Ayuntamiento de Barcelona, en el que Jordi Portabella, de Unitat per Barcelona (UxB, la marca de ERC en la ciudad), pidió a los concejales que mostraran públicamente su apoyo a la consulta, además de comprometerse a colaborar con el Parlament y la Generalitat para que la votación se lleve a cabo el 9 de noviembre de 2014.

La propuesta, que ya se ha aprobado en muchos otros Ayuntamientos catalanes, prosperó gracias a los votos de CiU, ICV-EUiA y UxB y con la oposición de PSC y PP. La votación era por grupos y no por concejales, de manera que el resultado fue de 21 votos a favor y 20 en contra. Pero dos ediles socialistas, Jordi Martí y Montse Sánchez, se levantaron mientras Portabella defendía su ruego y se ausentaron para no votar y dejar claro que no comparten la postura que marca la dirección del PSC, es decir el no a la consulta.

Cuando terminó la discusión del punto y los partidos votaron, Martí quiso hacer declaraciones a los periodistas y explicar las razones de su gesto: “He tenido que volver a hacer una cosa que me gusta muy poco como romper la disciplina de voto y salir el plenario” dijo Martí. Rodeado de cámaras y de micrófonos, añadió: “La votación nos sitúa en el eje unionista y centralizador que representa el PP y en Cataluña también Ciutadans”. Según aseguró, dentro del partido “hay muchos compañeros que no se ven representados por las decisiones que toma la dirección”.

Martí explicó también que en caso de que se celebre la consulta votará que sí a la primera cuestión —la que pregunta si Cataluña tiene que ser un Estado— y aseguró que le gustaría votar que no a la segunda —la que incluye la palabra independencia—, pero advirtió que “el Estado tiene que modificar mucho su sensibilidad hacia Cataluña”. Quedó claro que, de no ser así, optará por el doble sí: es decir, sí a ser un Estado y sí a la independencia.

La postura de Martí es significativa porque es el presidente del grupo municipal y porque será candidato a las elecciones primarias de la primavera. Su gesto no gustó a la Federación de Barcelona del PSC que en este debate cierra filas con las directrices del partido, con sede en la calle de Nicaragua. Sin embargo, con las vacaciones navideñas por medio y las primarias a la vista es poco probable que el nuevo episodio de desobediencia vaya a más.

Otros ayuntamientos catalanes han discutido también si dan su apoyo a la consulta pactada en la Generalitat por CiU, ERC, ICV-EUiA y la CUP. Y en algunos de estos ayuntamientos los alcaldes o concejales socialistas han desobedecido al partido, dando su apoyo a la consulta. Es el caso de Flix, Vic, Cervera, Caldes de Montbui, Berga, Ripoll, Arenys de Munt, Olot, Igualada y Montblanc, entre otros municipios, en una lista que llega hasta los 13. Desde el PSC quitan relevancia a estos votos y centraron toda la atención en el Parlament “que es donde se inician los trámites” legales.

En el Parlament, la división interna que sufre el PSC se pondrá a prueba en el pleno de enero, cuando se votará si se pide al Estado que transfiera las competencias para poder realizar la consulta. El diputado del PSC Miquel Iceta pronosticó ayer, en declaraciones a TV3, que los díscolos “no votarán diferente” ya que si lo hicieran “quizás tendrían que renunciar al escaño”.

La división del grupo municipal socialista eclipsó ayer cualquier otro tema de los que se debatieron en el último pleno municipal del año en Barcelona, con un alcalde sometido a una cuestión de confianza para poder aprobar los presupuestos del 2014 sin mayoría parlamentaria. Los partidos de la oposición no fueron capaces de aprovechar la ocasión y presentar una alternativa en parte por las desavenencias entre populares y ecosocialistas.

En el pleno se aprobó, con los votos a favor de CiU y PP, la modificación de la ordenanza de terrazas que conllevará un aumento de mesas y sillas en las aceras de la ciudad. El teniente de alcalde Hábitat Urbano, Antoni Vives, agradeció la “colaboración estrecha del PP”. La nueva norma abre la puerta a que 17 gremios —además de los restauradores— puedan instalar terrazas siempre que cumplan unas normas y tengan licencia de degustación. PSC, ICV-EUiA y Unitat per Barcelona votaron en contra. Jordi Portabella, presidente de los republicanos en Barcelona, insistió en que “las aceras son para los peatones” y criticó que cada vez hay menos espacio para ellos.. Portabella auguró que en “mayo de 2015” la ordenanza volverá a cambiar.

El Ayuntamiento acordó también conceder la Medalla de Oro al Mérito Cultural al filósofo Eugeni Trias a título póstumo y otra al Mérito Cívico a la Escuela Superior de la Edificación.